Producir XXI, marzo 2025

La exportación de ganado en pie abre un camino ganar-ganar para todos.

Lic. Victor Tonelli

Consultor en ganadería

de carne

+54 9 11 4176-1655

victor@victortonelli.com.ar

La nueva resolución implica un verdadero círculo virtuoso, del tipo ganar-ganar con más oferta, más trabajo, incremento de ingreso de divisas, mejoras significativas de los parámetros productivos y agregado real de valor en la cadena de ganados y carnes.

El Gobierno, a través del Decreto 133/2025 derogó el Decreto 322/73 que prohibía la exportación de ganado en pie para faena de consumo que estaba en contradicción con el reciente decreto 70/2023 que quitaba atribuciones al Poder Ejecutivo a prohibir o restringir exportaciones por motivos económicos.

A partir de allí, libera la exportación de ganado en pie, no sólo el referido a faena sino también para otros destinos como: reproducción, recría, engorde o faena.

Una práctica de aceptación internacional

La exportación de ganado en pie a terceros países es una práctica mundial que es utilizada por la gran mayoría de los países lideres en producción y exportación de carne vacuno, como son Australia, Brasil, EE. UU., Canadá, México, la Unión Europea y entre nuestros vecinos, además de Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, entre otros

Para su concreción los países exportadores deben cumplimentar los requisitos de controles (sanitario y bienestar animal, entre otros) demandado por los países compradores.

Cuando han aparecido estas oportunidades se generan debates intensos entre aquellos sectores que temen que afecte su actividad, como empresas y personal de plantas procesadoras, cadenas de abastecimiento y otras y para ello lo mejor es contar experiencias de casos que en pocos años demostraron los resultados de estas decisiones

El ejemplo de Uruguay es muy claro y concreto

El caso de Uruguay es muy interesante porque en los 15 años que la actividad tiene relevancia, ha probado que, lejos de generar problemas ha sido un extraordinario incentivo para los diferencies eslabones de la cadena productiva (cría, recría y terminación) que en apenas una década de puesta en marcha ha logrado crecer en la producción la eficiencia, el valor recibido por la producción, el total de ganado a faena, el total de exportaciones y el valor neto de ingreso de divisas generado por el sector de la ganadería vacuna. 

Lo realmente llamativo es como el incentivo de tener un nuevo demandante de ganado para los criadores y los recriadores estimuló mejoras significativas en la Tasa de Destete (+ terneros por vaca), en el peso medio de faena (+ kilos por cabeza faenada) que generaron más cabezas en stock y más destinadas a faena permitiendo incrementar las exportaciones en pie y de carne vacuna, consolidando  la competitividad de las empresas frigoríficas agregando valor a toda la cadena con un crecimiento del 70% del  valor total exportado en apenas una década.

No es “soplar y hacer botellas”, no es fácil, pero se puede

Nada se hace de la noche a la mañana. Habrá que trabajar en el análisis y cumplimiento de los protocolos sanitarios y de bienestar animal requerido por los principales países importadores del mundo, ajustar los sistemas productivos, la logística y los corrales preparados para realizar la concentración y cuarentena previa a las cargas, los puertos de embarque y la coordinación de los transportes terrestres para minimizar el tiempo de los barcos transportadores en nuestro país, cuyos costos diarios son muy altos. Los servicios de alimentos, personal y servicios sanitarios, todo un mecanismo que habrá que crear, ajustar y poner a disposición.

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