Producir XXI, agosto 2022

Está llegando la primavera … ¡¡¡¡Y con ella el empaste!!!!

Ing. Agr. Adrián

Debenedetto Depto Técnico de Leydi

adriandebenedetto@gmail.com

Con la salida del invierno y/o el comienzo de la primavera, llegan los problemas de empaste, meteorismo espumoso o timpanismo. Si bien no es sólo propio de esta época, en primavera su incidencia es mayor y hay que tomar precauciones.

Este tipo de problema puede ocasionar en los rodeos una pérdida cercana al 5 %, si sumamos la mortalidad (3%) y la morbilidad (2%) respectivamente.

 No todos los animales son afectados igual. Hay razas que son más susceptibles que otras. Por ejemplo, las razas británicas respecto a las índicas o la Holando más propensas que la Jersey.

Dentro de la raza holando las vaquillonas y las adultas de mayor producción tienen 3 veces más probabilidades que el resto del rodeo. Se determino que la producción puede disminuir hasta un 7%, cuando los animales sufren un trastorno digestivo leve, mientras que cuando el empaste es severo, el descenso de la producción puede alcanzar el 11 %.

Otro elemento importante en esta enfermedad, son las especies forrajeras. No todas son causantes, siendo las leguminosas las que tienen mayor incidencia respecto a las gramíneas. Hay que aclarar que si bien históricamente se han recargado la culpa a las leguminosas, también se han reportado caso de empaste en trigo como verdeos de invierno.

En leguminosas, hay especies con mayor tendencia a provocar timpanismo que otras, ocupando en primer lugar las alfalfas, siguiendo luego por los tréboles tanto rojo como blanco.

Otro punto a tener en cuenta es el estado fenológico en que son consumidas estas plantas. En etapas tempranas tienen una mayor relación hoja/tallo y un mayor contenido de agua, carbohidratos y proteína soluble, haciendo de esto un combo perfecto para que se desencadene el timpanismo.

El animal muere, por asfixia, debido la presión que reciben los pulmones por parte del diafragma, productos de una presión intraruminal, como consecuencia de una acumulación progresiva de gases en el retículo y en el rumen. Esta acumulación de gases en el rumen, es lo que observamos exteriormente con una “hinchazón abdominal” y decimos simplemente en el campo que los animales están “Hinchados”. Así hay una presión sobre el diafragma, que su vez la ofrece sobre los pulmones, disminuyendo su capacidad respiratoria y el animal termina muriendo por asfixia.  

En el desencadenamiento de esta enfermedad interviene múltiples factores (planta, animal, clima y manejo), es por ello que se requiere la aplicación en forma simultánea de más de un método para poder disminuir los perjuicios que esta enfermedad ocasiona.

Algunos de los métodos que nos ayudarían en el control de este problema son:

1-Manejo de la carga: Evitar trabajar con baja carga, ya que esto favorece el despunte de la parcela, con mayor ingesta de “saponinas”, de mayor concentración en los brotes. Se favorece, además un mayor consumo de hojas y menos tallos, que son mas fibrosos.

2-Control del consumo: Evitar el ingreso de animales hambreados a la parcela. Es conveniente suministrar al menos una pequeña suplementación previa al ingreso al lote.

3-Pre marchitado: Realizar el corte e hilerado a 5 – 7 cm del suelo de la franja que se va a consumir, con 12 a 24 hs. de antelación. Esta medida además de disminuir el % de meteorismo, nos ayudaría a aumentar el consumo de materia seca.

4-Desecamiento por herbicida: Se utiliza un herbicida a bajas dosis para el control del meteorismo. Esta mediad suele tener algunos contrapuntos, ya que se han registrado una disminución de casi un 15 % en la ganancia diaria de peso en aquellos animales que consumieron forraje previamente tratado.

5-Uso de Ionóforos: Afecta selectivamente a la flora ruminal, modificando la proporción de ácidos grasos volátiles y reduciendo la generación de CO2 y metano en el rumen.

6-Uso de aditivos específicos para el empaste: Son agentes que evitan directamente la formación de espuma y favorecen la activación de los lípidos antiespumante.

La administración de estos productos puede hacerse de distintas maneras:

  • Rociado sobre las pasturas: Se debe rociar la parcela que se va a comer, previa al ingreso de los animales. El inconveniente que posee este método, es que se está sujeto a las condiciones climáticas, tanto sea por la lluvia como por el viento.
  • Aplicado en el agua de bebida: Es un método practico, pero poco confiable. Ya que, el consumo de agua, puede variar de un 3 a 11 % del peso vivo. Además, la elevada proporción de agua de las leguminosas potencialmente meteorizantes, conducen a un menor consumo de agua y por ende del producto. Para este método es necesario el uso de dosificadores en el agua de bebida, de manera que se respeten las concentraciones requeridas.
  • En bloques para lamer: Es un método poco confiable, ya que no es posible asegurarnos que todos los animales se acerquen a lamer el bloque.
  • Mezclado en la ración: Es un método efectivo y muy confiable, ya que se puede usar en la suplementación que se administra diariamente en la sala de ordeñe, como lo que se pueda dar en el mixer. Este método permite además, usar en forma combinada con ionoforos, y/o alimentos mas fibrosos (heno) aumentando su efectividad.

La prevención de esta enfermedad no radica en la adopción de un solo método, sino que requiere la combinación de más de uno, para obtener una respuesta favorable.

Tampoco existe una relación costos/beneficio en forma directa, que al aplicar el/los métodos, nos aseguremos una mayor producción. Pero si estamos seguros que todos los años, principalmente a salida de invierno, se lleva parte del esfuerzo del productor, sea mediante la disminución de la producción, sea de carne o leche o directamente con la muerte de los animales.