Producir XXI, septiembre 2022

El Ordeño voluntario y cambios de paradigma

Dra. en Medicina Veterinaria

Ma. Isabel Gigli Profesora

Titular Producción lechera

Facultad de Agronomía, UNLPam

igigli@agro.unlpam.edu.ar

La tecnología está cambiando el paradigma de producción y desde la docencia debemos acompañar este proceso.

Cambio de paradigmas desde las Universidades

En el año 2015, INTA Rafaela instaló la primera unidad de ordeño voluntario en nuestro país. En ese entonces parecía que la adopción de robots en tambos comerciales era una irrealidad. Sin embargo, al día de hoy, tan solo 7 años después, hay más de 170 unidades instaladas.

La transformación de la incorporación de la tecnología de ordeño voluntario impacta en el productor, en la vaca, en el operario y también en los docentes universitarios de carreras afines como Ingeniería Agronómica, Veterinaria y Producción agropecuarias. Hoy en día son las mismas empresas que comercializan los robots quienes acompañan el proceso de formación de los operarios. ¿Pero quién forma a los profesionales en el manejo de enorme cantidad de datos? Desde las universidades debemos trabajar para que las nuevas generaciones de profesionales se formen y adquieran experiencias en estas tecnologías.

El cambio más evidente que se produce con la instalación de este tipo de sistema es en la sala de ordeño y la tranquilidad de los animales. Pero el impacto que tiene la adopción de estas tecnologías es en todo el sistema de producción.

Información a tiempo real

Además de los datos que se recoge durante el ordeño (volumen total y por cuarto, características composicionales y de calidad higiénica sanitaria de la leche), la incorporación de collares con sensores permite registrar actividad física individual (tiempo en movimiento, de rumiando, comiendo, temperatura corporal).  Para transformar esta gran cantidad de datos en información, se deben analizar e interpretar. Si bien los softwares diseñados son de fácil interpretación, los nuevos profesionales deben saber analizar la información más allá de las alertas que el propio programa produce y establecer umbrales de atención según los problemas más frecuentes en cada establecimiento.

Es necesario adaptar los manejos tradicionales

  • Manejo de las pasturas: ya sea en un sistema mixto (donde parte del día están en corral) o bien en un sistema pastoril, se debe garantizar caminos libres para que accedan al tambo. La superficie total del campo destinada al tambo, se divide en sectores (dos o tres). Cada uno de estos sectores se habilita en una franja horaria. Cuando la vaca se acerca a las instalaciones, las puertas inteligentes habilitan o no el acceso al ordeño y luego hacia qué sector debe ir. Dentro de cada sector, se trabaja en parcelas. Es importante determinar disponibilidad forrajera para asignar el tamaño correcto de las parcelas.
  • Manejo Sanitario: Medir el movimiento voluntario de los animales permite generar algoritmos y utilizarlos para predecir enfermedades y generar alertas.
  • Manejo reproductivo: Conocer los patrones habituales de movilidad de los animales, permite también inferir comportamiento de celo. Por otro lado, existen medidores de progesterona en leche que permiten un diagnóstico de preñez.
  • Calidad de leche a tiempo real: Los ordeñadores automáticos, además de cuantificar flujo y producción total por infrarrojo, determinan indicadores de calidad. Algunos equipos detectan sangre en leche y conductividad eléctrica (por aumento de concentración de sodio y cloruros). También hay equipos que realizan una reacción similar al test mastitis california: toman una muestra de leche, la mezclan con un reactivo y miden viscosidad como indicador de cantidad de células somáticas. La medición es transformada a un valor expresado en cél./ml de leche.
  • Bienestar animal: El tiempo de rumia, de movilidad, de alimentación son variables útiles para determinar bienestar animal.
  • Menor uso de agua y menor generación de efluentes, contribuyen a un uso más racional de los recursos naturales y a cuidar el medio ambiente.