Producir XXI, septiembre 2024
Cómo impacta la inmunidad y la salud en la eficiencia reproductiva de vacas lecheras
Para llegar al parto y comenzar con una nueva lactancia es importante entender el largo camino que cada vaca debe transitar y sus diferentes etapas, siendo la transición la más importante.
El sistema inmune en la etapa de transición
Cuando hablamos de transición nos referimos al período que abarcan los 21 días previos y posteriores al parto. Se sabe que estos últimos son un momento clave, con grandes desafíos a nivel metabólico, nutricional y, fundamentalmente, inmunitario, que serán determinantes para lograr una nueva preñez.
Hoy en día se conoce un nuevo enfoque desde lo fisiológico y sanitario respecto a la hipocalcemia puerperal. Esta condición ya no se entiende simplemente como un cuadro clínico de «vaca caída» que puede darse en el posparto, sino como un factor responsable de la inmunosupresión durante este momento.
Se ha reevaluado la hipocalcemia como una consecuencia prácticamente inevitable del parto debido al alto requerimiento de calcio para la síntesis de calostro, que contiene 2 gramos de calcio por litro, a partir de un plasma que no posee más de 4 gramos totales disponibles. Sin embargo, la retención placentaria, secundaria a la hipocalcemia, ocurre por una falla inmune que no permite la reacción inflamatoria que corta los placentomas.
Esta es la primera expresión de la inmunosupresión que luego se hace evidente con el aumento en la incidencia de mastitis, metritis y afecciones podales, entre otras. Hoy se sabe que el sistema inmune es dependiente de calcio, y su disminución en el plasma se asocia con una disminución dentro de las células del sistema inmune, que pierden capacidad de control de las infecciones. Considerando que la hipocalcemia puerperal es una expresión de la inmunosupresión, es posible implementar medidas preventivas para reducir sus consecuencias. Entre estas medidas, el aumento de las defensas antioxidantes puede mejorar la función inmune y reducir los efectos clínicos, preservando la productividad y la futura capacidad reproductiva de la vaca lechera.
Después del parto, es crucial lograr la expulsión de la placenta en un máximo de 12 horas y, en las semanas siguientes, una involución uterina normal. Posteriormente, durante el PEV (período de espera voluntario), que dura aproximadamente 40 días, la vaca debe estar en condiciones de recibir un nuevo servicio y comenzar una nueva preñez.
¿Como podemos ayudar al sistema inmune?
El estrés oxidativo es un concepto de relevancia en la actualidad y sabemos que una suplementación estratégica de Minerales (Cu,Zn,Se,Mn) y vitaminas (E y A) ayuda significativamente al sistema inmunitario y, por ende, a la salud de nuestras vacas. El secado y preparto son momentos ideales para intervenir aplicando el Adaptador Min Vit sumado a la prevención de ciertas enfermedades como diarrea neonatal y vacuna para complejo respiratorio bovino.
Una vez que neutralizamos el estrés oxidativo, para contar con un sistema inmune competente y lograr una nueva preñez, es clave la prevención de enfermedades que atenten contra la misma. La vacunación desde etapas tempranas con Bioabortogen H (Vacuna para la prevención de enfermedades que provocan infertilidad y abortos en bovinos) es la medida más efectiva, con una relación costo/beneficio ampliamente demostrado.
Los problemas reproductivos son la primera causa de rechazos en el tambo, el éxito del manejo reproductivo, tanto en vaquillonas como en vacas en ordeño marca el futuro del tambo, de la reposición y crecimiento de este.
En lo que respecta a reproducción debemos tener bien en cuenta un indicador que es fundamental a la hora de hablar de eficiencia: la EC (eficiencia de conversión) es decir, los litros de leche producidos por kilo de materia seca consumida. Este indicador está íntimamente relacionado con los DDL (días en leche del rodeo promedio), consecuencia de la TP (tasa de preñez). Cuanto mayor sea nuestro indicador tasa de preñez (anualizada) tendremos menos días en leche promedio rodeo y en consecuencia mayor EC.
Incrementar la Tasa de Preñez
Para incrementar la TP, conocemos técnicas como la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF), aplicables tanto en vacas como en vaquillonas mediante diversos protocolos que permiten alcanzar este objetivo. En el caso de las vaquillonas, es fundamental ser eficientes en todas las etapas, desde terneras hasta el primer servicio. Está comprobado que factores como la edad y el peso al primer servicio, entre otros, afectan la productividad de la futura vaquillona y el crecimiento de los rodeos.
En cuanto a los protocolos de reproducción, existen múltiples variedades cada una con diferentes estrategias. Destaca entre esas el Doble-Ovsynch, uno de los protocolos más difundidos en EE.UU., con resultados consistentes y alta fertilidad. Esto se debe a que las vacas de alta producción, que generan entre 30 y 40 litros diarios, tienen un alto metabolismo hepático de la progesterona (hormona necesaria para sostener la gestación). Este protocolo permite generar dos cuerpos lúteos (principal y accesorio), logrando niveles óptimos de progesterona, entre 5 y 6 ng/ml, cuando el valor de corte de fertilidad es de 2,7 ng/ml. Otro beneficio de este protocolo es que utiliza solo GnRH y prostaglandina, sin necesidad de emplear estrógenos.
No obstante, más allá del protocolo elegido es fundamental la utilización de hormonas de calidad para así poder lograr la mayor eficiencia reproductiva.
Los protocolos deben estar siempre dentro de un programa integral de manejo reproductivo, en donde además de preñar la vaca también se oriente sobre la elección de los toros a utilizar acompañado de un plan de mejoramiento genético.