Sustentabilidad ambiental y cultivos de servicio, dos conceptos que van de la mano

Ing. Agr. Franco Fraunhofer


francof@smartcampo.group

Frente a escenarios productivos cada vez más exigentes en materia económica y ambiental, es que aparecen los cultivos de cobertura o de servicio como una gran herramienta para producir de manera más sustentable y con una cantidad de bondades que los barbechos químicos no pueden aportar.

Foto 1: Cultivo de servicio posterior a maíz

Tenemos alternativas, conozcámoslas

Con el correr de los años y nuestras “recetas” a la hora de producir, hemos alterado las capacidades de los suelos, con esto nos referimos a una merma en  las bondades que los mismos prestaban. Los perfiles edáficos han reducido su capacidad de absorción de agroquímicos, acotado su aporte de nutrientes, degradado su estructura, entre otras cosas.

Ante este panorama, los cultivos de servicio aparecen como una opción que intenta cambiar la ecuación. Los cultivos de servicio o de cobertura son cultivos que no se cosechan como la soja, maíz, trigo, etc. sino que se realizan con la finalidad de mejorar las características de los suelos y ahorrar en agroinsumos. Los mismos ofrecen una cantidad importante de ventajas que luego se traducirán en beneficios económicos y ambientales. 

Entre ellos podemos mencionar, la cobertura del suelo evitando así la erosión del mismo, mejora de la infiltración de agua debido a los sistemas radiculares presentes, en el caso de las leguminosas el aporte de N que reduce la aplicación de fertilizantes nitrogenados en el cultivo posterior, control de malezas por competencia entre plantas y/o alelopatía evitando así la aplicación de muchos herbicidas, aumento de los niveles de materia orgánica y fijación de carbono, entre otros.

Centeno ciclo corto

Es una de las gramíneas más utilizadas como cultivo de servicio ya que ofrece un gran poder de control de malezas por alelopatía (produce sustancias químicas que reprimen el crecimiento de algunas plantas), además de proporcionar todas las bondades antes mencionadas. Se realiza mediante siembras aéreas con densidades de 30-45 kg/ha dependiendo del peso de las 1000 semillas y la zona a sembrar.

Tiene un bajo consumo de agua, lo que permite un mayor balance hídrico en el suelo comparándolo con un lote desnudo en barbecho químico. 

Vicia villosa

Una leguminosa ampliamente difundida para este fin debido a sus grandes aportes de nitrógeno al suelo por fijación biológica. La misma posee un consumo de agua medio por lo que no se la debe dejar más tiempo del correspondiente en el lote y realizar un secado cuando el cultivo comience a demandar abundante agua. Se recomienda como cultivo previo al maíz ya que brinda un gran aporte de nitrógeno que se traducirá posiblemente en mejoras en el rendimiento del cereal. Por el contrario, no es aconsejable como antecesora del cultivo de soja ya que el complejo de nematodos en suelo afecta la producción de la misma. Son óptimas densidades de siembra de 20 kg/ha aproximadamente.

Las especies antes mencionadas, no son las únicas disponibles para utilizarse como cultivos de servicio. En el Cuadro N° 1 se presenta un breve resumen de las diferentes opciones por las que el productor puede optar:

Consideraciones finales

Para que estos cultivos prosperen y brinden los servicios que esperamos, es importante que los mismos no se siembren fuera de fecha, no se corte su ciclo posterior a lo planificado ya que afectará de forma segura la disponibilidad de agua en el perfil, hay que monitorear constantemente los niveles hídricos y sin duda una de las cuestiones más importantes, es la correcta elección del cultivo que mejor se adapte a la zona en cuestión.

Podemos reducir nuestros gastos en agroinsumos, produciendo de forma más amigable con el ambiente y con un sin número de beneficios. Definitivamente la incorporación de cultivos de servicio es una práctica que llegó para quedarse…

Foto 2: centeno ciclo corto
Figura 3: cultivo de Vicia villosa