Producir XXI, septiembre 2020

Cómo prepararse en el tambo para la época de calor…

Juan L. Monge, Jorge Ghiano, Alejandro Palladino .

Smart Farming Consulting

www.smart-farming.com.ar

En otra nota anterior se destacó el rol clave de la buena disponibilidad de agua, ahora otras soluciones que se complementan.

 

¿Cómo podemos mejorar el ambiente?

Las condiciones del verano argentino hacen necesario proveer acceso a sombra permanente, refrescado mediante mojado y ventilación en cada ordeñe y entre ordeños. A medida que los niveles de ITH son mayores y constantes, estas acciones destinadas a mitigar el estrés calórico deberían incrementar su frecuencia.

Sacar las vacas del sol…sombra

Todo lugar donde el animal permanezca gran parte del tiempo (más de 1 a 2 horas) debería contar con la posibilidad de reducir el impacto de la radiación solar directa que recibe a partir de sombras principalmente.

Cuando se reduce el espacio entre animales, como sucede en las salas de espera para el ordeñe, es conveniente que las áreas se encuentren cubiertas con techo de chapa o media sombra. Idealmente equipadas con sistemas de refrescado (mojado y ventilación forzada), que se implementan durante el momento del ordeño, y en otros casos, agregan uno o más refrescados intermedios entre ellos.

Fuera de la sala de espera, en corrales, ensenadas e inclusive en parcelas de pastoreo se pueden implementar sistemas de sombras artificiales, tanto fijas como móviles. En este punto, en el campo se observa un sinfín de alternativas que permiten proveer al menos 4 m2 de sombra por animal. Se recomienda orientación norte a sur, lo cual mejora el aprovechamiento y permite la incidencia solar bajo la estructura para su secado (Taverna, 2015). Gallardo y Valtorta (2011) expresan que en sistema de corrales de encierre permanente existe una tendencia a implementar 12 y hasta 20 m2 por animal.

Estabular

En los últimos años ha crecido la inversión en establos que permiten tener los animales bajo techo. Esto desde el punto de vista del estrés por calor, reduce la exposición de las vacas al sol durante todo el día, pero a su vez mejora las condiciones de confort ante lluvias y temporales que generan ambiente de barro, lo cual sumado al calor se vuelve un combo complejo para el bienestar general y la salud de la vaca. Asimismo, se debe tener en cuenta que establo por sí solo no mitiga el efecto verano, esto debe ser acompañado de medida de reducción directa del calor corporal de las vacas, es por ello que en la mayoría se coloca en las líneas de alimentación sistemas de mojado y ventilación.

Mojar y ventilar….

Dependiendo de las instalaciones que tengamos en el tambo, vamos a poder refrescar a las vacas en la pista de alimentación, corral de espera y/o en salas de refrescado, muy difundidas últimamente. Lo importante es darle a los animales 4 ciclos diarios de refrescado de 15 minutos como mínimo, para que puedan disipar su calor corporal y alcanzar la normotermia.

Una práctica habitual en tambos que utilizan el corral de espera como sala de refrescado es mojar durante los ordeños, y a su vez, realizar dos ciclos más durante el día, siempre priorizando la rutina de trabajo diario de las personas. Trabajos realizados en INTA Rafaela, demostraron que refrescar a las vacas durante 15 minutos, genera un estado de confort en el animal de por lo menos 2 a 3 horas, manteniendo la temperatura corporal por debajo de los 39 grados centígrados, considerado umbral de estrés. (Ghiano et al., 2017)

Lugares de descanso de los animales en condiciones

Frente a situaciones de estrés calórico los animales tienden a estar más incómodos o molestos, lo que dificulta y reduce el tiempo de descanso. Esta situación se verá agravada si los espacios de estadía no se encuentran en condiciones de agrado para las vacas. En este sentido, no se debe limitar las tareas de limpieza de corrales, armado de camas, movimiento de sombras y comederos, desbarrado, etc.

¿Cuánto cuesta todo esto?¿Conviene?

Retorno de la inversión de sombra y sistema de refrigeración

Las pérdidas económicas asociadas al estrés calórico en el tambo debido a la disminución de la producción de leche y eficiencia de conversión varían de un 10% a un 30%, dependiendo del grado de severidad.

A modo de ejemplo, veamos el retorno de la inversión (periodo de repago) de sombra y un sistema de refrescado del rodeo para un tambo de 200 vacas en ordeñe (VO), con una producción diaria de 25 lt/VO. La misma consiste en la instalación en un corral de espera de 240 m2 de media sombra, ventiladores y un sistema de aspersión de agua para el mojado del rodeo. A su vez, se considera media sombra móvil de caño petrolero para todo el rodeo en el campo, asumiendo 4 m2 por animal. Al corral de espera se le suma una tranquera de manera que pueda ser utilizado en momentos por fuera del ordeñe y en categorías de rodeo destinadas a reproducción.   

  • El costo: la inversión inicial es de U$S 32.000, equivalentes a 160 U$S/VO. A su vez, se estiman egresos anuales extras por reparación, mantenimiento y gastos de energía del sistema de refrigeración de 10 U$S/VO.
  • El retorno: considerando como ejemplo el distrito de Villa María (Cba), con 110 días al año con ITH mayor a 68, y un precio del litro de leche de $ 18,25, el ingreso total anual extra por mitigar el estrés calórico, contemplando mermas de 10 a 30%, variaría entre U$S 13.383 y U$S 40.150, respectivamente.
  • El recupero: representaría un ingreso anual extra entre 67 y 201 U$S/VO. El periodo de repago de la inversión se ubicaría entre 10 meses y 2,4 años, considerando una vida útil de 10 años en este tipo de inversiones.

Capacitar a quienes cuidan las vacas todos los días

Todo el equipo de personas vinculado al tambo debe estar atento al monitoreo de las condiciones de estrés durante la época critica, el comportamiento de los animales, los pronósticos y tener el criterio y las herramientas que permita tomar acciones preventivas para evitar  los efectos adversos, no sólo  sobre la producción actual, sino la futura producción, salud y bienestar de los animales.

La capacitación y entrenamiento del personal sobre el bienestar de los animales es una inversión con un retorno de alto impacto pero prácticamente imposible de evaluar.

Consideraciones finales

En base a lo desarrollo, queda claro que el impacto del estrés calórico, si bien representa un periodo acotado en el año, afecta a los animales mucho más allá de este periodo y puede condicionar fuertemente su performance futura, ya que no solo hace que reduzcan su consumo y producción sino también la reproducción y el sistema inmune. Por otra parte, cuando se observan los beneficios económicos, queda claro que todo lo que se pueda hacer para reducir el estrés por calor no es un gasto, si una muy buena inversión.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dos × cinco =