Producir XXI, noviembre 2020

Soja para pastoreo, una opción interesante

Equipo técnico de Producir XXI

Si se necesita forraje rápido y de calidad en pleno verano, la soja es una buena opción. Además deja el lote muy bien para las siembras de PP y VI.

¿En qué casos puede ser útil sembrar soja para uso forrajero? 

Cabe aclarar que este cultivo es una herramienta más para cubrir algunos aspectos de los requerimientos forrajeros:

  • Cuando, haciendo el presupuesto del pasto para el próximo verano, lleguemos a la conclusión que, solamente con las alfalfas no nos va a alcanzar y por lo tanto tenemos que recurrir a otro recurso forrajero.
  • Cuando una parte de las alfalfas estén muy pobres y no nos convenga aguantarlas todo el verano ya que serían poco productivas.
  • Cuando por las rotaciones, se haga complicado sembrar sorgos forrajeros ya que son malos antecesores para los verdeos de invierno.
  • Cuando sea necesario liberar lotes de alfalfa para hacer reservas de heno (rollos o megafardos)
  • Cuando tenga algún potrero que pueda estar sobrando y quede lugar para hacer una soja doble propósito (si la necesito la aprovecho como forraje y sino la dejo para cosecha). Sembrado una soja de ciclo corto temprano (principios de noviembre), podría estar desocupando el lote a fines de marzo.
  • Cuando tenga lotes sucios de malezas perennes (gramón, sorgo de Alepo, etc.), la soja RR produciría un buen forraje y permitiría limpiar el lote con sucesivas aplicaciones de glifosato.

Algunos aspectos a tener en cuenta

  • ¿Qué variedades sembrar?

Se puede sembrar cualquier variedad que se adapte a la zona, pero si el destino del lote no es hacer un cultivo doble propósito, sería mejor sembrar variedades de ciclo largo (para el centro de Córdoba grupos VII u VIII) porque producen plantas más frondosas, es decir que producen más materia seca.

  • Cultivo 

Fecha de siembra: desde fines de octubre y todo noviembre para lograr el mayor desarrollo vegetativo, es decir mayor producción.

Distancia entre hileras: en líneas a 35 ó 52 cm.

Densidad: es recomendable aumentar un 20 % la densidad normal para cosecha, es decir que si normalmente se siembran 22-24 semillas por metro lineal a 52 cm  entre hileras, se debe incrementar a 26-28 semillas por metro.

Tratamiento de semilla: igual a cualquier cultivo de soja para cosecha, curar con fungicida específico para semillas que permita asegurar el nacimiento e inocular para conseguir una buena nodulación y fijar así la mayor cantidad de nitrógeno posible. 

Control de malezas: Tener en cuenta que, si hay malezas resistentes a Glifosato (como rama negra), es un buen momento para combinar este herbicida con otros que controlen dichas malezas (la asistencia de un ingeniero agrónomo como siempre será importante). Durante el cultivo seguramente será necesario hacer otra aplicación de glifosato para lograr la mayor cantidad de materia seca y llegar al final del cultivo con el lote limpio, lo que nos permitirá hacer una siembra de otoño en buenas condiciones.

  • Aprovechamiento

Conviene empezar a pastorear cuando las plantas tengan entre 45 y 60 cm de altura. Esto ocurre aproximadamente a los 50-55 días de la siembra. 

Comer deshojando las plantas de tal forma que quede un 20 % de remanente de hojas y vigilar que las vacas no coman los tallos porque, de no ser así estaríamos afectando los rebrotes (las yemas de rebrote están a lo largo de todo el tallo). Si nos manejamos de esta forma, podemos tener una segunda comida en aproximadamente 30 días. Es decir que, si se empieza a pastorear a fines de diciembre podríamos tener 1 comida a fin de enero y otra, un poco más pobre a fines de febrero. 

Si sobre el lote de soja se va a hacer una siembra de otoño, conviene que el último aprovechamiento no se haga más allá de mediados de marzo. Si luego de la soja se siembra un verdeo, se la puede dejar brotar 7-10 días y limpiar el lote aplicando 800 cc/ha de 2,4D ya que la soja es un cultivo resistente a glifosato.