Producir XXI, septiembre 2025
Moha, una muy buena opción
Ing Valeria Angelini
Docente UNLu Univ. Nac. de Luján
Integrante del equipo
Central de Producir XXI
La Moha no es exigente en tipo de suelo, responde muy bien a fertilización nitrogenada, es de muy rápido crecimiento y muy rendidora (8-10 rollos/ha) y es excelente antecesora de praderas y verdeos de invierno.
Moha (Setaria itálica)
Es un verdeo de verano muy flexible para su uso. Presenta gran precocidad, pudiendo ser pastoreada a los 30-40 días de su germinación. Es un excelente productor de forraje y de buena calidad. Cultivo de fácil implantación, precoz. Buen rendimiento de materia seca por hectárea, alta palatabilidad y buen valor nutritivo.
Resistencia a la sequía y altas temperaturas. En su pleno desarrollo alcanza una altura entre 60 y 70 cm. Posee un buen valor forrajero y un buen poder de rebrote. Pastoreo, forraje conservado y cultivo de servicio. Es además un excelente antecesor de praderas permanentes y verdeos de invierno.
La Moha es una gramínea estival
Se la utiliza principalmente para la producción de forraje conservado, como rollos o fardos, en sistemas ganaderos de producción de leche y carne. Sirve para hacer heno, pastoreo directo, o como cultivo de cobertura.
- Época de siembra: La siembra óptima es de noviembre a diciembre, aunque puede extenderse de octubre a enero. Es sensible a las heladas, por lo que se implanta en épocas en las que ya no haya peligro de éstas. Es una excelente opción para siembras «de segunda» (por ejemplo, sobre rastrojo de trigo).
- Densidad de siembra: Varía entre 25 y 30 kg por hectárea a una profundidad de 2 a 3 cm. Puede sembrarse al voleo o con sembradora de granos finos.
- Características y ventajas: Es un cultivo de ciclo corto (50-80 días para heno), rústico, de bajo costo de implantación y muy competitivo con las malezas de verano, lo que lo convierte en un excelente antecesor para pasturas de invierno.
- Desde lo nutricional, es una excelente opción para proveer fibra de calidad a rumiantes, siendo, por ejemplo, de suma importancia en vacas lecheras que con 1,5-2, 0 kilos de heno/día se protege la salud ruminal.
La Moha es muy rendidora
El rendimiento normal de un cultivo de moha puede variar significativamente dependiendo de una serie de factores, como el cultivar, las condiciones climáticas, el manejo del cultivo (fecha de siembra, densidad, fertilización) y el objetivo de la producción (forraje para heno o grano).
A continuación, se presentan algunas cifras y rangos de rendimiento reportados en la bibliografía especializada:
Rendimiento en materia seca (forraje/heno):
- Rendimientos promedio: Se pueden esperar rendimientos superiores a los 000 kg/ha de materia seca en un período corto de crecimiento (de 8 a 10 rollos/ha).
- Rendimientos potenciales: Algunos estudios del INTA han registrado producciones de más de 15 toneladas (15.000 kg) de materia seca por hectárea con una adecuada fertilización nitrogenada (por ejemplo, 100 kg/ha de nitrógeno).
- Rangos comunes: En general, se mencionan rendimientos de 000 a 7.000 kg de materia seca por hectárea, y en algunos cultivares nuevos, el potencial puede llegar hasta 9.000 a 10.000 kg de materia seca por hectárea.
- Rendimiento en grano: La moha es principalmente un cultivo forrajero, pero también puede producir grano. Algunos cultivares, como el cultivar Ñandú INTA, se destacan por su producción de grano, con una capacidad de rendimiento de 000 kg de grano por hectárea.}
Factores clave que influyen en el rendimiento:
- Cultivar: Existen cultivares con diferentes aptitudes, algunos más orientados a la producción de heno (como Yaguané INTA) y otros a pastoreo directo y heno (como Carapé INTA).
- Fertilización: La respuesta al nitrógeno es muy significativa. Se han observado incrementos notables en la producción de materia seca con la aplicación de fertilizantes nitrogenados.
- Manejo del cultivo:
- Momento de corte: Para obtener el máximo rendimiento en materia seca, se recomienda cortar el cultivo en los estadios de madurez, entre la emergencia de panojas y el estado de «grano lechoso». Sin embargo, esto puede ir en detrimento de la calidad del forraje. El momento de «inicio de panojamiento» suele ser un buen punto de equilibrio entre cantidad y calidad (proteína y digestibilidad). Además así consume menos humedad del suelo.
- Labranza: La eficiencia de implantación y la producción de materia seca son mayores con una labranza previa adecuada.
- Condiciones climáticas y del suelo: La Moha se adapta bien a diferentes tipos de suelo y es tolerante a déficits hídricos, lo que le confiere una ventaja en zonas con riesgo de sequías temporarias.
