Producir XXI, septiembre 2022
Cambios en el patrón de consumo
Lic. Josefina Marcenaro
Licenciada en Nutrición
jmarcenaro@hotmail.com
Instagram:
@josefinamarcenaronutricion
Se entiende por patrón de consumo de alimentos a la obtención de la ingesta aparente de los diferentes alimentos o grupos de alimentos por persona en un período determinado de tiempo
Aumento de alimentos industrializados
Durante la última mitad del siglo XX, se han producido cambios grandes y llamativos en los patrones de consumo de alimentos en todo el mundo, y éstos no nos dejaron afuera como argentinos.
Como bien detalla la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENyS), “en la Argentina el consumo aparente de alimentos y bebidas se ha modificado en las dos últimas décadas, destacándose la disminución en el consumo frutas y vegetales, harina de trigo, legumbres, carne vacuna y leche; y el aumento en el consumo de masas de tartas y empanadas, carne porcina, productos cárnicos semielaborados, yogur, gaseosas, jugos y comidas listas para consumir. Ese cambio se refleja en cambios en la ingesta de nutrientes críticos como grasas saturadas, trans, sodio, azúcares, fibra, vitamina A y C.”
Estos cambios están directamente relacionados al aumento en la adquisición de alimentos propios de los países industrializados y una reducción del consumo de alimentos tradicionales y con bajo nivel de industrialización, tales como vegetales, frutas, legumbres, entre otros.
La modificación en la estructura de la dieta atraviesa a toda la sociedad.
Se puede observar un cambio en la forma de comprar (más virtual, ultra procesados), la manera de preparar y consumir los alimentos, relacionado con una mayor practicidad y menos tiempo dedicado a la preparación. Es importante resaltar el ritmo de vida vertiginoso que se lleva actualmente. Tanto adultos como niños pasan varias horas fuera de casa con agendas llenas de actividades y compromisos.
Todo lo arriba mencionado lleva a ver grandes cambios en la mesa de los argentinos. La gran mayoría preocupantes. De la encuesta ENyS se desprende:
- Las fuentes de azúcares de la dieta han cambiado, la contribución de las bebidas se duplicó en los últimos 20 años. El aporte de azúcares simples está muy por arriba de lo recomendado.
- Por la disminución de frutas, hortalizas y legumbres, y el mayor consumo de cereales refinados el consumo de fibra descendió 10%. Los argentinos sólo consumimos la mitad de la fibra recomendada, y el consumo es menor en los hogares de menores ingresos.
- Luego de la fortificación de la harina de trigo, los panificados, galletitas y elaboraciones con esta harina contribuyen casi a la mitad del consumo de hierro.
- El aporte de calcio está por debajo de la recomendación y cambio su manera de aportarlo. El consumo de leche bajó y aumentó el de queso.
- El consumo de sodio se redujo 10% en los últimos 20 años. Luego de la sal (de mesa y la que se usa para cocinar), los panificados y galletitas son la principal fuente de sodio de la dieta argentina.
- El aporte a la dieta de grasas trans disminuyó.