Las dietas en las que parte del almidón se reemplaza por azúcares simples (sacarosa y lactosa) no inducen una disminución del pH del rumen en vacas en período de lactancia. Penner y Oba (2009) informaron que la alimentación con una dieta suplementada con un 4,7% de sacarosa aumentó el pH del rumen y redujo la duración de un pH ruminal inferior a 5,8 en vacas lecheras durante la fase de posparto. Un pH del rumen más alto y estable durante el día es una condición esencial para promover el desarrollo y la actividad de bacterias celulolíticas y para contrarrestar la aparición de acidosis ruminal subaguda (ARSA).