Producir XXI, marzo 2023

Tuberculosis Bovina: Enfermedad endémica en rodeos lecheros

Med.Vet. Marcelo R. Martinez Pería

marcelorperia2022@gmail.com

+54 9 353 6571332

Una enfermedad que produce grandes pérdidas económicas y que además puede pasar de los animales a los humanos (zoonosis). Existe la posibilidad de erradicarla y el costo de su correcto control se paga ampliamente con el menor descarte de animales.

Acerca de las Mycobacterias

La tuberculosis bovina es una enfermedad endémica. Se llama así a la enfermedad que está instalada en un país o en una determinada región de un mismo país. Es causada por Mycobacterium bovis, una especie de las Mycobacterias, y en nuestro país tiene la mayor incidencia en las cuencas lecheras. Mycobacterium bovis, también puede infectar a cerdos, cabras, ovejas y ser así el causante de la tuberculosis en esas especies.

Otra especie es Mycobacterium aviumn, variedad Paratuberculosis, que es la causante de la paratuberculosis en vacunos y que afecta también a las aves (gallinas, palomas, loras, etc). Podemos decir que esta enfermedad es una “prima hermana de la tuberculosis”. Es de desarrollo más lento y se caracteriza por causar una diarrea violenta en los animales afectados, y que aparece después de un segundo o tercer parto y especialmente en los primeros dos meses después del parto.

Por otro lado, Mycobacterium caprae es la especie causante de la Lepra en humanos y que afecta a rumiantes menores como los caprinos.

Por último, hay Mycobacterias inespecíficas, que viven en el medio ambiente, y pueden dar reacciones positivas en vacunos recientemente tuberculinizados.

Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovina

El Programa Nacional de Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovina, se basa hoy en el diagnóstico por la aplicación de la Tuberculina PPD (Derivado Proteico Purificado) bovina (01.0ml) en el pliegue interno de la base de la cola en forma intradérmica. Una incorrecta aplicación y también la higiene en el lugar donde se aplica, pueden ser causantes de resultados erróneos con casos de falsos negativos. La lectura de la tuberculina aplicada debe hacerse a las 72 hs, más menos 6 hs, y los aumentos de espesor deben palparse y medirse con un calibre, comparando el pliegue hinchado con el sano. Se considera positivo a todo aumento de espesor 5mm ó más.

No es recomendable tuberculinizar a todos los animales cada 60 días, ya que esto puede resultar en casos de Anergia, o sea desensibilización y falta de respuesta a la tuberculina.

Ahora bien, en el caso que el productor o el colega considere necesario tener la seguridad de que la totalidad de los animales reaccionantes estén verdaderamente infectados por Mycobacterium bovis, y no por otra especie de micobacteria, tenemos la posibilidad de usar el Test de Interferón Gamma. Si bien aún no se la considera una prueba oficial, es un Test de Elisa Sandwich, que está autorizada su comercialización por Senasa y que tiene una Especificidad mayor que la IDR (tuberculina). Su especificidad alcanza el 96 % y por lo tanto deja de lado los Falsos Positivos, de esta manera permite eliminar también del rodeo en un breve período los animales reaccionantes a ese test.

En cuanto a costos del control

Hoy la aplicación y lectura de Tuberculina por animal es de $400 y el Test de IFNg, es de aproximadamente $5.000 cada muestra. Con el ahorro de vender inmediatamente sólo lo que es Positivo a IFNg, estamos seguros de eliminar del rodeo animales infectados y no animales que son Falsos Positivos.

Es una enfermedad zoonótica

Las personas que trabajan diariamente con animales tuberculosos (ordeñadores, veterinarios, etc.) pueden infectarse y estamos entonces en presencia de una Zoonosis, y también puede ocurrir lo inverso, es decir personas infectadas de Mycobacterium tuberculosis pueden contagiar a animales que estuvieran sanos o no infectados. En este caso, hablaríamos de una antropozoonosis.

 

Mycobacterium bovis es causante de tuberculosis en distintas especies de animales domésticos y en fauna silvestre (comadrejas, roedores, etc.), el desarrollo de la enfermedad después de un contagio es lento y esto en gran medida explica por qué, después de una tuberculinización, animales que no reaccionaron (negativos), cinco o seis meses antes pueden ser reaccionantes (positivos) en el último control.

 

La principal vía de transmisión es la aerógena, es decir respiratoria, entre animales infectados y animales sanos o no infectados. Por este motivo hay que tener muy en cuenta el contacto entre vacas cuando van a los comederos, en sistemas intensivos de producción de leche, o en las aguadas, cuando son escasas. Otra vía de transmisión es la digestiva por el consumo de alimento o bebidas infectadas.