Producir XXI, marzo 2021

Acidosis subclínica e hipocalcemia subclínica, dos problemas importantes y bien evitables

Dr Med Vet Alejandro Giúdice

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alejandro.giudice@fibertel.com.ar

Dos típicos problemas de manejo en los tambos. Ambos causan la pérdida de muchos $ y se pueden solucionar fácilmente trabajándolos con el asesor de confianza y haciendo lo que hay que hacer.

Acidosis subclínica
Se presenta en los tambos hoy con una alta incidencia por mala regulación de la dieta. Generalmente es por falta de fibra y un desbalance entre proteína y energía.

Sus efectos negativos:

  • Mas problemas reproductivos
  • Baja en la producción
  • En casos grave renguera (infosura)

Cómo detectar el problema:
Al ser subclínica cuesta el diagnóstico, la vaca pierde estado corporal y rumea menos, se la ve “sumida” porque baja el consumo voluntario.
Es clave que tenga fibra efectiva que provoca un “raspado” de la mucosa ruminal que genera la rumia. Esto genera la producción intensa de saliva “alcalina” que equilibra la acidosis.
Al recorrer el lote debe estar al menos el 50% de las vacas rumiando. Si al observar en la recorrida no se llega a ese 50%, es una clara señal de que ese tambo está la acidosis subclínica. Es muy útil medir la 

Urea en leche, remarcando que no se aplica a la leche de una vaca individual sino a la leche de tanque, es decir a un conjunto de vacas.

Posibles soluciones:

  • En vacas en ordeño: revisar y corregir la dieta. Las VO deberían al menos consumir entre 1 y 3 kg de heno/VO/día. Si es un tambo de mucho pastoreo será al menos 1-1,5 kg/VO/día y si es un TMR, es clave que sean 2,5-3 kg. de heno, dependiendo de la composición de la dieta de ese TMR.
  • En vacas secas: en VS al menos 3-4 kg de heno/día, y si es molido y mezclado con el silo, mejor. Si es autoconsumo de rollos, tomar en cuenta que en la práctica alrededor del 40% de las vacas no consumen.
  • En la recría: es importante ver el estado corporal (EC) e ir regulando que ese EC sea no más de 3,5 y con una ganancia diaria de peso de unos 700-800 gr/dia y llegar los 14 meses con por lo menos 380-400 kg. para dar servicio.
  • Confort animal: es muy importante y en todas las categorías.
    • Deben poder echarse al menos 8 horas/día con comodidad.
    • Bien alimentadas y no tener demasiado estrés en el ordeñe.
    • El pre ordeño no debe ser con mucho amontonamiento.

Impacto económico de la acidosis subclínica

Hay una baja de producción, por ejemplo, de 28 lts/VO/día baja a 24-26 litros y esto se da por dos razones:

  • La vaca consume menos, porque está “intoxicada” por la acidosis.
  • Hay menor conversión de alimentos en leche, porque hay “disbacteriosis” por mortalidad de la flora intestinal y así no logra transformar bien alimentos en leche.

Mi experiencia práctica es que cuando la relación leche-grano es favorable, es decir que con el valor de 1 litro de leche se compra más de 1,5-1,7 kg de concentrado, hay buena posibilidad de lograr resultado económico positiva pero a su vez puede ocurrir que alrededor del 80% de los tambos necesite ajuste de dietas para mejorar la acidosis subclínica.

Hipocalcemia subclínica:
No es vaca caída, que ya sería clínica, y se presenta como que la vaca consume menos, camina menos y hasta camina un poco tambaleándose
La causa: un mal manejo de la alimentación en el preparto, para prevenirla se debe dar más silaje y heno y menos verde a las VS.
La regla de oro: El día del parto la vaca debe recibir calcio por boca o inyectable. El Dr. Carlos Corbellini, de INTA, llegó a medir que el 95% de las vacas presentaban hipocalcemia inmediatamente luego del parto. Fue el gran precursor de dar Calcio al parto.
Magnitud del problema: Por cada 1 vaca caída hay seguro entre 30 y 35 con hipocalcemia subclínica.

Efectos:

  • Aumento de mastitis, y recordar que por arriba de 350.000 RCS/litro son 2-3 lts/VO/día perdidos.
  • Aumento de endometritis, que lleva a mayores intervalos entre partos (IEP), que es uno de los puntos críticos para tener un tambo rentable.

Solución: El día del parto, aportar entre 100 y 200 cc de calcio inyectable subcutáneo, generalmente con magnesio, o darlo por boca.

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