Producir XXI, marzo 2024
“Técnicas sencillas que cuestan poco y rinden mucho”
Puntos clave para una correcta siembra de praderas permanentes
Recomendaciones concretas, al alcance de todo productor que se asesore adecuadamente. Ese asesoramiento se paga solito con unos pocos kg más de MS lograda/ha/año.
Diseño de siembra
Sería ideal lograr el mayor acercamiento entre líneas posible. Un cultivo que cierra más rápido permite competir mejor con malezas y aprovechar mejor los recursos. Para resolver esto, suelen aplicarse siembras en doble pasada que achiquen distancias entre líneas. Si bien es controversial el resultado de los ensayos realizados, en la práctica parece tener efectos positivos. Esta técnica es válida siempre que no atente contra la practicidad de la operación. Lotes irregulares y pequeños complejizan la resolución de este modo. La elección de este diseño no debe comprometer el objetivo primordial que es una buena práctica de siembra. Muchas veces la atención a los detalles impide cumplimentar el objetivo principal. La foto junto al título de esta nota muestra siembra de alfalfa con mayor cobertura con igual densidad de semilla.
Densidad de siembra, elección varietal y calidad de semilla:
Para estos aspectos en particular, es necesario remarcar la necesidad de una asistencia técnica capacitada y actualizada para definir la mejor opción en base a las necesidades del productor y las posibilidades de cada lote a sembrar. El asesoramiento técnico adecuado es clave y se paga solo con muy pocos kg de materia seca lograda adicionales.
El universo varietal es muy amplio y en algunas especies, las diferencias entre cultivares son notables y requieren de ajustes precisos de densidad para que la pastura logre el comportamiento planificado. Más allá de esto, es indispensable remarcar que las densidades de siembra de semillas deben responder a los requerimientos de plantas/m2 buscadas. Para ello, se debe contar con semilla legal que asegure no sólo las condiciones mínimas requeridas como semilla comercial, sino que, a su vez, cuente con los tratamientos profesionales adecuados para lograr la mejor performance. La inclusión de terápicos apropiados en las dosis correctas puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso. Del mismo modo, la adición en algunas especies de un peleteo técnicamente correcto, potencia el logro buscado hasta en un 30 % adicional de lo que una semilla sin esta práctica puede obtener. Se recomiendan también densidades conceptualmente altas. Éstas son el mejor seguro ante desajustes de la práctica de siembra o inconvenientes posteriores que pongan en riesgo la capacidad de compensación que la pastura pudiese tener ante pérdidas de plantas.
Alfalfa proveniente de semilla bolsa blanca (ilegal) infectada de cuscuta
Falla de siembra por escases de monitoreo de la operación
Operación de siembra
Es poco frecuente encontrar maquinaria específicamente diseñada para sembrar pasturas. Por este motivo, es necesario extremar cuidados. La profundidad de siembra es uno de los mayores responsables de los bajos logros. Las semillas forrajeras son muy pequeñas y por tanto muy sensibles a la profundidad, la cual no debería estar más allá del rango de 0,5 a 1,5 cm dependiendo de la naturaleza del suelo. La uniformidad de la superficie, regulación de profundidad y velocidad de siembra son elementales para lograr cantidad y distribución apropiada de plántulas.
Además de ello, no debe minimizarse la capacitación y concientización del operador. La siembra de pasturas no es sólo una inversión de largo plazo, sino también la resolución a una necesidad que también se prolonga en el tiempo. El conocimiento cabal de la operación y el monitoreo apropiado son claves para que el objetivo se cumpla correctamente. Errores de siembra pueden acarrear problemas prolongados de difícil solución.
El mejor y más económico método de control de malezas es una rotación apropiada. El objetivo que debe perseguirse es minimizar la población inicial previo a la siembra. El banco de semillas y propágulos en el suelo suele ser muy profuso. Una vez que las semillas de las pasturas se hayan depositado en el suelo, se complejiza la tarea de controlar las malezas por incompatibilidades químicas con sus componentes vegetales. Llegar a la siembra con el mínimo de malezas debe ser el objetivo. La aplicación de herbicidas, debe ser una herramienta de corrección y no el principal método de control.
La aplicación de herbicidas pre emergentes siempre es recomendable. Permiten proteger a las pasturas casi la totalidad del período crítico de competencia, entendido como lapso de tiempo en el cual la interferencia de malezas provoca para las pasturas un daño irremediable. Este período constituido como los primeros 100 días post emergencia, requiere de la absoluta protección contra malezas. La combinación de rotación previa que minimiza la población de malezas, más pre emergentes que refuerzan la protección, y post emergentes que corrigen los escapes, deberían permitir cumplir con ese lapso asegurando una pastura implantada exitosa.