Producir XXI, septiembre 2024

Lo compra China: el boom del cultivo que hoy concentra una inesperada atención

 

Fuente: La Nación Campo

Más allá de avanzar en la superficie sembrada en la campaña 2024/25, por el temor que despertaron los ataques de chicharrita en maíz, el sorgo tiene grandes posibilidades de cobrar protagonismo en la agricultura nacional y crecer aceleradamente en superficie y producción.

 Justifican este pronóstico favorable sus fortalezas agronómicas (adaptación a distintos ambientes, rusticidad, buen rendimiento en años con déficits de humedad, nuevos híbridos con alto potencial de rendimiento y buen comportamiento frente a adversidades) y la demanda fluida de China, que está diversificando compras y abre sus puertos a la mercadería argentina.

El tema fue analizado en un panel de intercambio en el congreso de Aapresid. Allí quedó claro que el sorgo no busca competir contra el maíz, sino ocupar otro espacio por sus bondades y aplicaciones productivas e industriales. Se estimó que la siembra de sorgo puede llegar a 1,7 millones de hectáreas en la campaña 2034/35. El desafío es determinar cómo se logra eso y donde se ubica la producción adicional.

Nuevos usos

La imagen tradicional del sorgo como grano usado exclusivamente para alimentación animal debería cambiar en los próximos años. Si el área sembrada 2024/25 aumenta a algo más de 1 millón de hectáreas, la producción resultante puede ser del orden de 5 millones de toneladas, y excederá largamente los requerimientos de la demanda para consumo ganadero (feedlots, tambos), que se ubica en torno a 1,7 millones de toneladas, y lo que compra la exportación, que no supera 1,5 millones. Quedarían, entonces, algo menos de 2 millones sin destino, por lo que hay que buscarle nuevos usos al sorgo.

El camino más fácil para ese propósito sería trabajar con la demanda local, porque no hay mercados de exportación importantes más allá de China.

Entonces, la mirada debería dirigirse hacia la producción de biocombustibles a partir de sorgo, como el bioetanol. También se está estudiando el uso de sorgo en la alimentación de pollos, cerdos y otros animales. En paralelo, se avanza en la industrialización para consumo humano como materia prima para la elaboración harina, con la ventaja de no poseer TACC, que lo hace apto para celíacos, y de cerveza a partir de malta de sorgo. Otro camino apunta a explorar un incremento de exportaciones hacia China.

China es el principal mercado de exportación de la Argentina. Su producción interna es del orden de 3 millones de toneladas e importa de 8 a 9 millones por año. En ese país, el sorgo se destina en mayor medida al consumo forrajero, pero también se aprovecha para realizar una bebida de consumo humano.

China fue abastecida por Estados Unidos en un 90% hasta 2019, pero luego irrumpieron Australia y Argentina, por lo que Estados Unidos bajó al 70% en los últimos años. El gigante asiático no quiso depender tanto de Estados Unidos y buscó atomizar sus compras.

En un año con posibilidad de evento La Niña el cultivo cobra protagonismo, apoyado por un cuadro de oferta y demanda mundial que estará ajustado para la campaña 2024/25.

 

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