Producir XXI, abril 2022
Criterios sobre utilización de pasturas cultivadas
Ing. Agr. Juan Enrique Quinodoz (1)
Ing. Agr. Juan Manuel Pautasso (1,2)
Ing. Agr. Lucrecia Corina Lezana (1,2)
Catedra de Forrajicultura – FCA – UNER (1)
EEA INTA PARANA (2)
juanenrique_quinodoz@hotmail.com
Para sistemas de producción sobre pastoreo se aclaran conceptos sobre eficiencia de cosecha y eficiencia de utilización del forraje producido.
La Eficiencia de Cosecha es la relación existente entre el Consumo Aparente y el Forraje Disponible, pero su forma de determinación es confusa ya que no especifica claramente el nivel de residuo al que se evalúa. Es un concepto de origen agrícola, muy útil para aplicarse en cultivos anuales que se destinan a forraje conservado en una sola cosecha, donde no es importante considerar un Área Foliar Remanente, ya que no se espera rebrote posterior alguno. Su limitación surge cuando se aplica a pasturas bajo pastoreo donde, es muy importante respetar ese nivel de residuo teórico ideal de 800 a 1.000 Kg.MS/Ha. Entonces cuando se propone aumentar la eficiencia de cosecha por encima de un 50 %, lo que se obtiene es un Sobrepastoreo, con sus conocidos efectos negativos sobre el crecimiento de las plantas y el desempeño animal.
Alternativamente, el concepto la Eficiencia de Utilización aparece como más apropiado para conciliar el aprovechamiento del forraje y su capacidad de rebrote, ya que relaciona el Consumo Aparente con el Crecimiento del pasto.
Por lo tanto, potencialmente la Eficiencia de Utilización debería aprovechar la “totalidad del Crecimiento” en cualquier momento del año y así poder evitar los contrastes estacionales recurrentes entre Sobre y Sub pastoreo a los que son sometidas la mayoría de las pasturas.
La información de este trabajo fue relevada en 13 lotes comerciales con el manejo típico del productor durante los años 2000 al 2007, en el Sur Oeste de Entre Ríos. Las evaluaciones se hicieron sobre pasturas cultivadas, perennes consociadas y anuales de invierno puras.
En el gráfico N° 1 se presentan los datos obtenidos de Eficiencia de Cosecha, la cual rondó el 50 %, no se aprecia una variación importante a lo largo del año ni tampoco entre pasturas perennes y anuales invernales. En cambio, en el Gráfico N° 2 se observa que la Eficiencia de Utilización presenta una marcada estacionalidad, superiores al 75 % desde fines de otoño hasta principios de primavera, reduciéndose a valores que rondan el 50 %, sobre todo en los meses estivales cuando el forraje tiene altos niveles de fibra y lignina, aumentando su nivel de rechazo por los animales.
También se observa una diferencia importante entre las pasturas perennes y las anuales invernales, adonde las primeras son utilizadas durante el periodo inverno – primaveral con una menor eficiencia que las segundas, probablemente por alguna diferencia en los tenores de fibra, superior en las perennes, lo cual limitaría parcialmente la capacidad de consumo animal.
Una recomendación seria apuntar a cosechar entre 800 a 1.000 Kg.MS/Ha en cada pastoreo, entonces la Eficiencia de Cosecha Optima debería rondar el 50% del forraje disponible (medido al ras del suelo), lo que al mismo tiempo sería equivalente a lograr una Eficiencia del Utilización cercana al 100 % del forraje producido (sería el crecimiento obtenido entre dos pastoreos sucesivos).
También se debería alcanzar un consenso general entre los profesionales del sector para dejar de proponer eficiencias de Cosecha del 80 al 90 % del forraje Disponible, las que suenan atractivas, pero generan consecuencias negativas tanto para la producción vegetal como animal.
En los sistemas pastoriles es imposible conjugar simultáneamente una máxima intercepción de energía solar con máximas tasas de crecimiento de las pasturas, altos porcentajes de cosecha y alta eficiencia de conversión del forraje consumido (Viglizzo, E. 1981).
En la medida en que se fuerce al ganado a comer más intensamente, disminuirá el consumo voluntario de pasto y se comprometerá el rebrote de las pasturas. Conviene recordar que la relación entre la cantidad de pasto cosechado y la cantidad de pasto disponible antes del pastoreo, llamada comúnmente “eficiencia de cosecha”, dice muy poco acerca de la eficiencia global de utilización de las pasturas. La real eficiencia de utilización del pasto se relaciona mucho más a la cantidad de leche producida a partir del mismo que a la cantidad de remanente dejado después de un pastoreo. (García, S.C. 2003)