Producir XXI, junio 2022

Aprobación de la siembra del trigo HB4 especial para situaciones de sequía

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Bichos de campo

En noviembre pasado el gobierno brasileño aprobó la importación de la harina elaborada con el trigo HB4, un evento transgénico desarrollado en Argentina para dotar al cultivo de tolerancia a la sequía. Ahora el Ministerio de Agricultura argentino aprobó este trigo que pertenece a la empresa Bioceres.

El Ministerio de Agricultura cambió sorpresivamente de opinión y dio por cumplimentado el trámite de aprobación del trigo HB4, que fue aprobado en octubre de 2020 pero condicionado a que también Brasil, a través de un dictamen de la Comisión Nacional de Biotecnología (CNTBio), hiciera lo mismo. Es decir, las autoridades nacionales modificaron su primera opinión, y ahora sí avalaron la siembra de esta variedad transgénica, que es resistida por la mayor parte de la cadena agrícola por temor a la pérdida de mercados para el trigo argentino.

No hay demasiada explicación en la resolución 27/2022 de las razones que llevaron a las autoridades a efectuar tan visible viraje en su posición: lo cierto es que el permiso parcial de Brasil al uso de la harina de trigo HB4 ahora parece ser suficiente para liberar aquí la siembra de esa variedad, que la semana pasada también recibió un aval semejante -solo para la harina, no para la semilla- de parte de otro país triguero, Australia.

Acopiadores quieren que Bioceres disponga garantías que permitan resarcir eventuales perjuicios ocasionados por una filtración no deseada de trigo HB4

“Dése por cumplido el Artículo 2 de la Resolución 41 de fecha 7 de octubre de 2020 de la Secretaría de Alimentos del Ministerio de Agricultura”, dice esa resolución, que lleva la firma del santafesino Luis Contigiani, como responsable del área que se ocupa de avalar los estudios de impacto comercial de los nuevos transgénicos lanzados al mercado. En octubre de 2020, ese mismo sector consideró que había que esperar el aval de Brasil al trigo HB4. Y en diciembre pasado opinaba que el aval a la harina no sería suficiente. Pero ahora produjo un giro de 180 grados.

Lo que hace la resolución, en rigor, es autorizar la siembra del polémico trigo HB4, que ha recibido objeciones de la industria molinera tanto de aquí como de Brasil. También lo rechazaron en la Federación de Acopiadores, la entidad que justamente organiza A Todo Trigo, que incluso amenazó con judicializar varias veces el asunto.

Bioceres dispone ya de un volumen de semilla de trigo HB4 más que suficiente como para satisfacer el mercado local a pocos días del inicio de la siembra de la campaña 2022/23. Es que la firma sembró esta variedad en una extensión de casi 53 mil hectáreas, de las que obtuvo casi 125 mil toneladas de granos. No todo podrá ser utilizado como semilla, queda claro. Ese trigo ha sido producido y cosechado bajo un esquema de contratos especiales, de identidad preservada. Fue segregado y está bajo control del INASE justamente para evitar que haya fugas del evento transgénico, que pudieran contaminar el cereal convencional y provocar pérdidas de mercados.

Todo este operativo se hizo con costo para el Estado a pedido del resto de la cadena, que temía esa contaminación. Esa posibilidad, a partir de ahora, ya no sería un problema, pues el gobierno argentino decidió autorizar la siembra de la cuestionada variedad y correr todos los riesgos de posibles pérdidas de mercado. Brasil importa cerca de 5 millones de toneladas de trigo de la Argentina todos los años, pero es apenas uno de los más de 40 mercados que compran aquí el cereal.

Para sentirse más seguros, los funcionarios argumentaron que “el contexto internacional muestra que la tecnología del evento ha sido autorizada en otros mercados, como Australia y Nueva Zelanda”. Y citan que China “ha autorizado la tecnología HB4 en otro cultivo (la soja), dejando ver que estas tecnologías podrían aportar mayor capacidad de resiliencia en la producción agropecuaria ante situaciones climáticas imprevistas”.