“El valor de la tonelada (de leche en polvo) está levemente por debajo de los 3400 dólares la tonelada en la última liquidación de Fonterra, es un precio bueno, pero si le sacamos el 9% de derechos de exportación y le cargamos el desdoblamiento cambios y además no se aplican reintegros, se pierde mucha competitividad”, enumeró Giraudo.
Según las estimaciones del OCLA, en 2022 se habrían producido cerca de 11.500 millones de litros, un volumen similar al del año previo. Pero la noticia no es la cantidad de leche enviada a las industrias sino quienes fueron los remitentes, porque estos datos confirman que muchos tambos no han podido sostenerse en pie en este escenario donde los ingresos no llegan a compensar los costos.
“Se ve un crecimiento de los tambos de mayor volumen. El estrato de más de 10.000 litros sigue creciendo en producción. Hace 10 años era el 1% de los tambos y ahora es el 7%, además tenía el 5% de la leche y ahora el 30%. Hoy son lo que se definen la producción”, dijo Giraudo.
Se trata de definitiva de salvar a las Pymes: “De los 10.000 tambos que hay en el país 5.000 producen menos de 2.000 litros y de las 700 industrias 650 son pymes. No estamos hablando del gran negocio sino de pymes en el eslabón de la producción y de la industria”, sostuvo.