Heladas tempranas sobre cultivos a ensilar

La aparición anticipada de heladas y en algunos casos agravadas por tratarse de siembras de segunda demoradas, pueden generar daños en maíces o sorgos destinados al ensilado.

Atender el estado del cultivo

Un objetivo que nunca debemos perder de vista es el contenido de materia seca (MS) al momento de ensilar. Debe estar en torno del 35 % de MS para lograr una correcta fermentación y aprovechamiento nutricional.

Si los cultivos afectados por heladas están muy verdes o con niveles de materia seca muy baja (menor a 30%) lo recomendable sería esperar unos días y ver si las heladas progresan o es un hecho puntual, ya que estos cultivos tendrán mucha humedad en la caña. Si los eventos de heladas prosiguen, lo ideal sería cortar, hilerar y esperar hasta obtener un 35% de MS y en ese momento ensilar.

Altura de corte y % de MS

Otra recomendación sería elevar la altura de corte para dejar la porción más indigestible en el lote y reducir el contenido de humedad. Esta decisión ayudará a reducir la acumulación de nitratos que puede presentarse.

Es muy importante recordar que con bajos tenores de MS (menor a 30%), además de la pérdida de efluentes, tendremos fermentación butírica, en lugar de láctica, lo que provocará luego una disminución importante de la palatabilidad y del consumo.

Los cultivos afectados por heladas tendrán menos concentración energética debido a la menor presencia o contenido de granos (manteniendo también almidón en la planta, que se puede aprovechar).

Si el cultivo ya está en niveles de materia seca del orden de 35% y es afectado por una o varias heladas, no deberíamos demorar el picado ya que la planta comienza a disminuir su calidad y morir.

Tamaño de picado

Otro aspecto fundamental será disminuir el tamaño de picado y lograr un corte nítido del material con el objetivo de mejorar el compactado. Además, es muy importante un correcto procesado de grano (grano partido en al menos 4 partes).

Fundamental inocular

Finalmente, es recomendable, la utilización de inoculantes para ayudar a una mejor y más estable fermentación láctica. Se sugiere utilizar productos debidamente registrados. En este caso, además, lo indicado sería aplicar un inoculante que combine bacterias homofermentivas y heterofermentativas. Resulta fundamental conocer la tasa de inoculación que ofrece el inoculante elegido (la misma debería estar por encima de 150 mil UFC/gr).

Puntualmente, ante estas circunstancias adversas, sería recomendable aumentar esa tasa a 200/250 mil UFC/gr. Todas estas medidas y decisiones confluyen en un objetivo final: obtener silajes con la mejor calidad nutricional posible para nuestros animales.