Producir XXI, abril 2023

Desde Expoagro 2023: Es un puñetazo en la mesa, seguido de un grito: ¡Aquí estamos!

Extractado de Héctor Huergo

 

hhuergo@clarin.com

Una extraordinaria demostración de todo el potencial del Agro y las Agroinductrias, que desgraciadamente este año, entre sequía, helada a destiempo y políticas erradas, generarán para el país U$S 20.000 millones menos.

Expoagro 2023

No es una fiesta, ni una celebración. Es una proclama viviente, con los dientes apretados. Porque semejante creatividad puesta en acción tiene el regusto amargo de la dilapidación de los recursos que hemos aprendido a conseguir, sobre la base de tecnología, inventiva, esfuerzo.

Meritocracia. Más de 600 empresas exhibiendo sus equipos, insumos y servicios, frente a miles de productores que, a pesar de todo, vienen a ver qué hay de nuevo, en la búsqueda frenética de abrir caminos en su larga huida hacia adelante.

Entre lo que se perdió de trigo y cebada, más la debacle de la soja y el maíz, se calculan pérdidas de 20.000 millones de dólares. El impacto macroeconómico de sequía, helada y malas políticas es gigantesco, pero se sentirá particularmente en el interior, donde el “efecto difusión” de la actividad agropecuaria es enorme. Todo lo que se ve en la Expoagro es lo que mueve al comercio, la industria y los servicios. Casi 50 millones de toneladas menos son millones de kilómetros que los camiones no recorrerán de las chacras al puerto. Menos cubiertas que se consumen y exportan bajo la forma de granos y sus derivados. Menos camioneros parando en las parrillas ruteras.

Todos saben, sin embargo, que esto es un fenómeno excepcional. Y también, desde el campo, la mayoría piensa que esta política también es un accidente de la historia. Lleva muchos años, es cierto. Pero pareciera que la luz está al final del túnel. Nadie sabe bien cómo, pero la exacción sistemática, reinaugurada hace 20 años con la vuelta de las retenciones, está llegando a su punto final. Lo mismo que el diferencial cambiario, que se mantiene en una cifra obscena, cerca del 100%, consolidando el mayor robo de granos de la historia de la agricultura a nivel mundial.

Desde 2002, el Estado capturó 175.000 millones de dólares del agro sólo por derechos de exportación. A esto se suma el diferencial cambiario. Al final del día, por cada tres barcos que carga un exportador, cobra uno. Los otros dos, hundidos. Maquiavélica batalla naval.

Lo que nos dice Expoagro es que el agro baipasea esta coyuntura. Hay una visión de largo plazo. Lo sentimos hace cuarenta años, cuando se realizó la primera muestra con la tecnología en acción, la recordada Expodinámica de La Laura en Chacabuco. Fue en 1983. Salíamos de la dictadura militar, tras la derrota de Malvinas. La crisis económica era gravísima, además del descrédito a nivel mundial por las tropelías sobre los derechos humanos. Desde el campo salió la primera respuesta. En La Laura se sentía que todos querían aportar para la recuperación. La viví desde adentro. La hicieron entre un puñado de fabricantes que, pala en mano, clavaron bandera en las primeras muestras dinámicas, presagiando el gran cambio que se avecinaba. No existía la soja. No se había consolidado la siembra directa, apenas algún esbozo y sobre todo muchas dudas. Estaba la conciencia conservacionista, y por eso la labranza vertical se abría paso frente a los arados de reja y vertedera. Pero nada de siembra directa, que llegaría después de la mano del imponente Víctor Trucco, al que un Nóbel le quedaría chico. Nadie hizo tanto, desde los tiempos de Norman Borlaug, por introducir una forma eficiente y amigable con el medio ambiente, terminando con la era de la agricultura erosiva y de alta huella de carbono. 

Hoy Expoagro concentra la vanguardia conceptual de la nueva agricultura. Es mucho más que la capital de los agronegocios. Es la avanzada hacia un modelo productivo y sustentable. Sólo en la Argentina está la idea de una agricultura más liviana en sentido amplio: procesos más sencillos, menos capital en juego, menos costo operativo, menor consumo de energía. El silobolsa, las pulverizadoras automotrices, el modelo eficiente del contratista, que le saca el jugo a sus equipos con conocimiento, capacitación y energía positiva. Todo va en la misma dirección. La huella de carbono. Grandes actores de la Segunda Revolución de las Pampas. Viviremos intensamente una muestra que será histórica. Insisto: no es una fiesta, ni una celebración. Es un puñetazo en la mesa, seguido de un grito: ¡Aquí estamos! “