Es que precisamente, su gran descubrimiento tiene que ver con ese emblema universal del conocimiento que fue Einstein. Juan formuló una nueva teoría que explica mejor cómo está formado y cómo funciona el universo.
Es profesor en la Escuela de Ciencias Naturales del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, el mismo en el que trabajó y murió Einstein. Es un típico producto de la movilidad social ascendente de una familia de clase media porteña que podía enviar a su hijo a la universidad.
Historias como esta merecen ser contadas porque ayudan a levantar el ánimo de los argentinos ante tanta basura de inseguridad, corrupción y peleas por el poder como hay. Es una forma de reafirmar que los argentinos aún pueden, como alguna vez pudieron, algo que se ve reflejado en varios premios Nobel científicos y otros obtenidos. Es una expresión de que en la Argentina no todos son sólo futbolistas, o políticos corruptos, o piqueteros, o delincuentes, o «la mano de Dios». Es un orgullo para el país.
A todos nos gustaría felicitarlo, aclamarlo como a un campeón… Sin embargo, muy pocos hablan de él…