Producir XXI, enero 2024

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Optimización de procesos: impacto de la inoculación en la calidad del silaje y rendimiento lechero

Ing. Agr. Germán Cairó y José Luis Martinelli


Director Técnico Beneficial Germs S.A.


info@bgsa.com.ar


Productor lechero y contratista rural


info@martinellisilajes.com

Más allá del incremento del 1,2% en costos de ensilada, inocular Silos de Maíz se convierte en una estrategia segura para optimizar el rendimiento y tranquilidad, permitiendo mayor y mejor cantidad y calidad del silaje.

 

El tambo y el silaje en grandes números

Un tambo que ordeñe 300 VO que producen 25 lts/VO/día logra 7500 lts/día y estimando para enero de 2024 un precio de unos 250 $/litro, cobra unos $56 millones por mes, es decir, $675 millones por año. Si ese tambo suministra 12 kg de silaje/VO/día promedio año, es decir unos 4400 kg/VO/año hace normalmente 1 ha de maíz para silaje cada 8 VO y hará unas 38 has/año, que más secas, recría y preparto llega a 50 has/año. Al costo publicado por la CACF, Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros, de 616.350 $/ha, su costo de ensilada sumará unos $30,8 millones/año. Esto significa que el trabajo del contratista implica el 4,5% de la leche anual. Si tomamos en cuenta que el cultivo normalmente tiene un costo total igual a la ensilada, el silaje incluyendo el cultivo tiene un costo total de aproximadamente el 9% de la leche.

Cuidar muy bien lo que cuesta: una clave para el tambo

Garantizar el bienestar de un recurso tan valioso y esencial en la operación de un tambo, que representa aproximadamente el 10% de la producción anual de leche, requiere una gestión cuidadosa. Con un aporte de 12 kg de silaje tal cual, se aportan unos 4,2 kg de materia seca (MS) por VO al día, representando un significativo 20% de la dieta anual promedio del rodeo en ordeñe.

 

El proceso de ensilaje

En el silo, la conservación del forraje se logra mediante la acción de bacterias benéficas que generan ácido láctico y otros, elevando la acidez y por tanto, reduciendo el pH del material ensilado y previniendo así el desarrollo de microorganismos responsables de la descomposición. La eficiencia del proceso se evidencia por la ausencia de un aumento considerable de la temperatura en la masa del silaje.

La función de los inoculantes de silo

Cuando el contratista de picado realiza su labor aplicando adecuadamente un inoculante a la masa picada y compactada, se logra una rápida estabilización del forraje, evitando la proliferación de hongos y, por ende, la formación de micotoxinas. Esta práctica también resulta en una mejora del 4% en la materia seca digestible, garantizando una conservación más efectiva a lo largo del tiempo. El material tratado experimenta menos elevación de temperatura, favoreciendo así el proceso de fermentación y acidificación. En el gráfico 1, del Dr Antonio Sergio de Oliveira, Universidad de Londrinas, Brasil, se aprecia el efecto beneficioso de la inoculación para lograr que el silo se caliente menos.

 

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