Rol de los padres en la alimentación de los niños.

Experiencias reales

Lic. Josefina Marcenaro

Licenciada en Nutrición

jmarcenaro@hotmail.com

Hay que hacer hincapié en la importancia de la organización de la comida familiar, para no caer en la repetición siempre. Un menú organizado garantiza mayor variedad y mejor contenido nutricional.

Por dónde empezar
Es muy común escuchar en el consultorio: “mi hijo solo come comida rápida, snacks, pastas blancas. No le gustan las frutas ni las verduras.” Entonces me limito a preguntar:
“¿Quién decide la comida familiar?, ¿Qué comen ustedes? ¿Quién cocina en casa? ¿Con quién comen sus hijos? ¿Dónde comen?”. Y no es a modo de crítica, en realidad todos nos creemos esas “falsas excusas” y todo se resume en falta de organización y compromiso.

Los niños estarán más receptivos a ingerir este tipo de alimentos si ven que los más mayores también lo hacen. A partir del año los niños se deberían incorporar a la mesa familiar, ya pueden comer de todo y lo ideal es armar un menú familiar donde todos los integrantes estén contemplados.

Está comprobado que cuando se come en familia se suele comer más comida casera y menos productos de delivery o comidas altamente procesadas (listas para microondas, por ejemplo). Por lo general, los platos hechos en casa suelen tener menos azúcar, sal y grasas trans que las comidas compradas.

Comida sana diseñada para ellos… algunos consejos
Conscientes de que los niños son propensos a rechazar las verduras, resulta conveniente introducir estos alimentos a partir de menús diseñados especialmente para ellos y que llamen su atención, bien sea por su diseño, color o simplemente porque los niños relacionen su ingesta con temáticas divertidas. Por ejemplo una simple manera de que acepten la espinaca es realizar divertidos buñuelos al horno con formitas, o tortillas de choclo y zanahoria, realizar caritas con bastones de verduras y círculos de tomate.

Es bueno que los niños sean participes activos, es decir, que junto al adulto diseñen el menú, ellos puedan “ayudar”. De esa manera se sentirán parte y será más fácil su aceptación. El saber qué es lo que van a comer los predispone mejor. La antelación de fundamental como así también recomiendo el día de «su comida especial». En ese día un integrante de la familia decide lo que se come y lo elabora (se va rotando). Cuando es el turno del mas pequeño el elige a su mayor ayudante.

Comer en familia y con buenos hábitos
Un estudio de la Universidad de Minnesota y publicado por el Journal of Adolescent Health halló que las adolescentes que comían más veces con sus familias tenían menos probabilidades de desarrollar desórdenes de la alimentación como dietas crónicas, vómitos o uso de laxantes y diuréticos.

Los niños aprenden lo que los padres enseñan no sólo con la palabra sino con sus acciones. Y muchas veces los hechos valen más que mil palabras, es por eso que recomiendo constantemente en mi consultorio:

  • No insistas en desayunar…..hazlo. Levántate 10 minutos antes y prepara la mesa
    para el desayuno familiar.
  • Coloca ensaladas todos los días en la mesa…..comenzarán a probar.
  • Que las frutas sean el postre.
  • Apaga la televisión, deja el celular y saca las tablets a la hora de la mesa.
  • Dialoguen en la mesa.
  • Hagan un menú familiar. Que la casa no se transforme en un restaurante porque cada uno tiene su menú. El gusto se educa.
  • Insistan con las verduras, no se den por vencidos al primer intento.
  • Comer bien cuesta más trabajo, pero vale la pena.

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