Producir XXI, octubre 2023
Impacto de la Vacuna J5 contra coliformes en vaquillonas
Dr. Eial Izak, Consultor en
Mastitis y Calidad de Leche.
eizak@fibertel.com.ar
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La Mastitis severa por coliformes puede llegar a situaciones graves como la que muestra de foto junto al título, pero la Vacuna J5 es una vía concreta y probada para evitar las pérdidas.
Introducción Los casos recurrentes de mastitis clínica pueden ocurrir como parte de un ciclo entre episodios subclínicos y clínicos de la misma infección (persistentes), o pueden ser diferentes reinfecciones luego de la curación (Zadoks y Fitzpatrick, 2009). Entre ellos debemos destacar, los casos de mastitis clínica en vaquillonas durante los primeros 100 días de lactancia. Barnouin y Chassagne (2001), reportaron que dos tercios de los cosos clínicos en vaquillonas ocurren en los primeros 30 días en leche (DEL). La Dra. Hertl y otros de la Universidad de Cornell, EE.UU, publicaron este año un trabajo donde reportaron los efectos de la mastitis clínica en vaquillonas durante los primeros 100 días de lactancia; en la recurrencia de la mastitis clínica luego de los primeros 100 día de lactancia debido al mismo o diferentes patógenos.
Estudio Los datos se obtuvieron de 5 rodeos del Estado de Nueva York. Si un caso clínico ocurría en el mismo cuarto, dentro de los 5 días luego del primer caso (con el mismo o un patógeno diferente), o dentro de los 14 días del primer caso (con el mismo patógeno), fue considerado el mismo caso. Cualquier caso que ocurría luego de los 14 días del primer caso (con el mismo o un patógeno diferente), fue considerado como un caso nuevo (Barkema., 1998). Los casos de mastitis clínica al inicio de la lactancia por Escherichia coli y sin desarrollo, estuvieron asociados con la recurrencia de mastitis clínica por otros patógenos. Las vaquillonas con un caso de Escherichia coli o sin desarrollo en los primeros 100 DEL, tuvieron casi el doble de probabilidad de recurrencia de mastitis clínica por Escherichia coli luego de los 100 DEL; mientras que las vaquillonas con 2 casos de Escherichia coli en los primeros 100 DEL, tuvieron 4,5 veces la probabilidad de recurrencia de mastitis clínica por Escherichia coli luego de los 100 DEL.
Los casos de Escherichia coli y sin desarrollo, impactaron en la futura ocurrencia de Klebsiella spp., luego de los primeros 100 DEL. Las vaquillonas con 2 casos de Escherichia coli en los primeros 100 DEL, tuvieron una probabilidad de 8,3 veces de mastitis clínica por Klebsiella spp., luego de los primeros 100 DEL. Las vaquillonas con un caso de mastitis clínica sin desarrollo en los primeros 100 DEL, tuvieron el doble de probabilidad de mastitis clínica por Klebsiella spp., luego de los primeros 100 DEL.
Las vaquillonas que tuvieron uno o dos casos de Escherichia coli en los primeros 100 DEL, tuvieron 1,5 y 4,4 veces de probabilidad de mastitis clínica sin desarrollo, luego de los primeros 100 DEL. Las vaquillonas con 2 casos de Klebsiella spp. o un caso sin desarrollo en los primeros 100 DEL, tuvieron 5,4 y 2 veces de probabilidad de mastitis clínica sin desarrollo, luego de los primeros 100 DEL. En el Cuadro 1, se resume lo arriba mencionado.
Vacuna J5 en vaquillonas Gentilini y colaboradores (2012), evaluaron la Vacuna Rotatec J5 (Biogénesis-Bagó) en vaquillonas. Se administraron 3 dosis de la vacuna: la primera a los 60 días pre-parto, la segunda a los 30 días preparto y la tercera en la primera semana post-parto. La vacuna J5 disminuyó en un 66% las infecciones intramamarias (IIM) por Escherichia coli, en el post-parto. La vacuna J5 redujo la ocurrencia de mastitis clínica por Escherichia coli en el post-parto. El 100% de IIM por este patógeno se convirtieron en clínicas en el grupo control no vacunado, en comparación a ningún animal vacunado. La vacuna J5 fue eficaz en reducir la ocurrencia de mastitis clínica en los primeros 100 días de lactancia (75%). Otro beneficio fue el incremento de la producción de leche en las vaquillonas vacunadas, comparadas con el grupo control sin tratar. En los primeros 100 días de lactancia las vaquillonas vacunadas produjeron 3,08 litros/día más (incremento del 17,44%), comparadas con el grupo control. En el cuadro 2, se resumen los resultados obtenidos.
Conclusiones La intensificación de los sistemas de producción de leche y factores ambientales como barro y lluvia, favorecen la aparición de mastitis coliformes. Bewley (2018), recomienda la vacuna J5 para los tambos con cama de compost. La vacuna J5 sigue siendo la más probada y estudiada en mastitis. Los beneficios incluyen la reducción de la incidencia, severidad y duración de los casos clínicos, días en hospital, impacto de mastitis y fertilidad, abortos, muertes, descartes e incremento de producción de leche.
La producción de anticuerpos específicos contra antígenos del núcleo del lipopolisacárido, que son comunes a todas las bacterias Gram-negativas permite no sólo su acción contra Escherichia coli, sino también contra Klebsiella spp. La vacuna Rotatec J5 presenta la ventaja de tener una doble acción: mastitis coliformes y diarrea neonatal de las terneras en la guachera.
La vacunación de las vaquillonas, redujo en un 75% la ocurrencia de mastitis clínica por Escherichia coli en los primeros 100 DEL. Ello impactará en la recurrencia de mastitis clínica, luego de los primeros 100 DEL; afectando la producción de leche, fertilidad y longevidad. Cha et al. (2013), demostraron que en vaquillonas un primer caso de Klebsiella spp. tiene 4,5 veces más riesgo de mortalidad y 3,3 veces para Escherichia coli, comparadas con las vaquillonas sin un primer caso de mastitis. El riesgo de descarte en vaquillonas para un primer caso de Klebsiella spp. fue de 6,7 veces y de 3,1 veces para Escherichia coli.