Producir XXI, octubre 2020

Tips para producir el mejor novillo

Ing. Agr. Liliana Rosenstein

Entrevista al Ing Darío Colombatto

Algunos puntos clave en la producción de carne, extractados de la muy buena pag Web especializada en el tema www.valorcarne.com.ar 

Restringir en el último tercio de gestación, da terneros 7% más livianos al destete

Durante la gestación, sobre todo en el segundo tercio, se define el número total de fibras musculares que tendrá el feto. “Si mal alimentamos a la madre en ese período y no le permitimos recuperarse en el último tercio, vamos a reducir esa cantidad de fibras. No importa cuál sea la genética, en la práctica, el ternero podría quedar más chico”, indicó Colombatto.

En uno de sus trabajos Sebastián Maresca del INTA, comprobó que las vacas con alimentación restringida en el último tercio de gestación dan terneros 5% más livianos al nacer, una ventaja para la madre, pero el peso al destete resulta 7% menor. “No hay compensatorio. Es más, estamos hablando de unos 10 kilos menos por ternero que, puestos en valor, significan mucha plata”, apuntó Colombatto.

Otra secuela de la malnutrición durante el último tercio de la gestación es la reducción del marmoreo. «En el Hereford se dice que este atributo es relativamente bajo comparado con otras razas, aunque esto puede mejorarse genéticamente. Ahora, si se invierte en la selección de la línea materna y se eligen toros adecuados, pero no se brinda la mejor nutrición, es un gasto en vano», planteó.

Animales que ganan más peso al principio mantienen esa diferencia en el tiempo

«Todo lo que se haga al comienzo de los ciclos para mejorar la ganancia diaria, redunda en mejores resultados al final. Para esto hay que estar atento a trabajar con una carga animal que permita maximizar esas ganancias individuales”, subrayó,

El Ing. Agr. Aníbal Pordomingo con su equipo de INTA Anguil, comparó el peso final de dos grupos de animales, alimentados con distintos niveles de proteína (% PB), destetados a la misma edad, pero unos con 190 kg y otros con 150 kg. «Observen (Gráfico N° 1) que los novillos destetados más livianos, a igual edad que los otros, no llegaron al mismo peso final que los destetados más pesados», opinó Colombatto.

Aseguremos la ganancia diaria de peso en las primeras etapas de la recría

Una vez que se llega a la recría, la clave está en hacer un uso eficiente del pasto, que significa el 85-90% de los recursos alimenticios, manejándolo según el peso final que se busque en el animal y su destino comercial. 

«Una tesis de maestría del INTA Anguil, comparó las ganancias de peso de animales restringidos al inicio de la recría, cuando pesaban 150 kg, versus los no restringidos. Y no hubo un crecimiento compensatorio hacia el final del ciclo. Los pesos de los novillos terminados fueron similares en ambos casos», aclaró.

«A la hora de la faena, no se obtuvieron beneficios con la restricción. Con la alimentación no restringida, se lograron 33 kg más de res (Cuadro N° 1), 2 puntos más de rinde y 6 cm2 más de área de ojo de bife», resaltó Colombatto. “Este diferencial se genera en las etapas tempranas de la recría, ganancias de 654 g/día versus 176 g/día, y no se compensa después, ni siquiera en el feedlot en lo que hace a calidad de carcasa”, detalló.

«Una vez que se llega al destete, la nutrición de los tres primeros meses tiene que estar asegurada. Entonces, tenemos que enfocarnos en aumentar la ganancia de peso de otoño, con suplementación o corral de inicio, que da más previsibilidad y más kilos al gancho», propuso, apuntando al corazón del negocio.

Engorde, lo básico prevalece

En la terminación pastoril, hay que propiciar la mayor disponibilidad posible de este recurso para que los animales puedan seleccionar, y así obtener mayores ganancias de peso.

«También hay que elegir qué proporción de pasto consumen. Si comen del 20% superior, habrá más hojas y la digestibilidad estará cerca del 75%, en el caso de una alfalfa, mientras que, si van hacia abajo, a medida que aumenta la relación tallo-hoja, esa digestibilidad bajará al 55%», explicó. ¿Una alternativa es mejor que otra? «No es así, depende de si quiere privilegiar la ganancia individual o aumentar la carga para obtener más kilos por hectárea, en la medida que no se esté dañando el crecimiento posterior del pasto», señaló.

¿Suplementación? «Hace 25 años, la pregunta que nos hacíamos era ‘con qué suplementar’ y hoy lo más importante es ‘quién lo va a hacer’. Si se utiliza un forraje peligroso, como grano de trigo aplastado, que puede causar acidosis, no debería dejarse a cargo a alguien que no tiene suficiente calificación para la tarea», advirtió.

En el corral, también prevalece lo básico. Las dietas deben ser simples, fáciles de dar y eligiendo el sistema de suministro en función de la escala y de la disponibilidad de personal. «Si no tenemos una buena estructura, se puede optar por el autoconsumo y prevenir así el efecto fin de semana. En el suministro diario la operativa es más compleja, permite utilizar dietas con más ingredientes y hacer mediciones, vigilando cuestiones elementales como que la comida caiga adentro del comedero. Y en todos los casos hay que buscar el bienestar animal, no solo porque repercute en nuestro negocio, sino también porque tenemos toda una sociedad mirándonos», aseveró.

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