Se parece a una “La Niña”, pero no lo es

ING. AGR.  EDUARDO M. SIERRA

Especialista en Agroclimatología

El sistema climático evoluciona dentro del rango normal, con leve tendencia negativa, y conservando algunas perturbaciones locales.

Figura 01: precipitaciones esperadas para la primavera 2019

Un escenario climático con muchos factores a tener en cuenta

A pesar de lo anuncios de un episodio de “El Niño”, la situación actual muestra un escenario climático dentro del rango normal, con una leve tendencia negativa, pero conservando algunas perturbaciones locales.

El Pacífico Ecuatorial viene enfriándose lentamente, pero su margen asiática aún exhibe algunos focos cálidos de pequeña extensión, alimentando las versiones sobre el desarrollo de un episodio de “El Niño”. Contrariamente, su margen americana muestra un enfriamiento persistente, similar al que suele darse en el inicio de un episodio de “La Niña”. Por el momento, esta evolución no configura una tendencia significativa, aunque produce efectos locales.

El NOA, donde el efecto de “La Niña” es positivo, vienen observando precipitaciones superiores a lo normal como si tuviera lugar un episodio de ese tipo. En forma similar, pero con síntomas opuestos, el Sudoeste de la Región Pampeana, donde el efecto de “La Niña” es negativo, exhibe cierto nivel de sequía como si estuviera presente ese fenómeno. Sin embargo, la verdadera causa del fenómeno es el enfriamiento del Atlántico Sur causado por el avance hacia el norte de la corriente fría de Malvinas.

Contrariamente, en el Litoral Fluvial Argentino, las Costas del Río de la Plata vienen observando precipitaciones superiores a lo normal como si estuviera en marcha un episodio de “El Niño”. Dicho comportamiento se debe al calentamiento exhibido por el Océano Atlántico Subtropical, debido al avance hacia el sur de la corriente marina cálida del Brasil.

La corriente fría de Malvinas choca con la corriente cálida del Brasil a la altura de la desembocadura del Río de La Plata, generando sistemas de presión que envían vientos húmedos hacia el Litoral Fluvial Argentino y las zonas aledañas de los países limítrofes.

Lo más probable es que esta combinación de múltiples factores contrapuestos moderados a débiles se mantenga durante la campaña agrícola 2019/2020 generando un proceso regional con actividad moderadamente superior al promedio, pero con perturbaciones locales de considerable magnitud.

 

Figura 02: precipitaciones esperadas para el 2020

Primavera: lluvias a partir de octubre con riesgo de heladas tardías

Las precipitaciones se activarán por encima de la media en la mayor parte de la Región, a excepción del sudoeste de la Región Pampeana, incrementándose los riesgos locales.

Una franja de intensa actividad correrá por el centro-oeste de Bolivia, penetrando en el NOA, con riesgo de fuertes tormentas, con aguaceros y vientos, pudiendo causar anegamientos e inundaciones. Otro extenso foco de tormentas se posicionará sobre el Litoral Fluvial Argentino, irradiando su acción hacia las zonas circundantes, con riesgo de crecidas en las cuencas de los grandes ríos y anegamientos en zonas bajas.

El sudoeste de la Región Pampeana recibirá lluvias moderadas a abundantes que traerán alivio a los déficits que viene sufriendo la zona, aunque sin lograr erradicarlos.

La temperatura ascenderá, asumiendo valores algo superiores a lo normal, al mismo tiempo que las irrupciones de aire polar reducirán gradualmente su alcance e intensidad. No obstante, el sur y centro de Chile, el sur y centro de La Argentina y gran parte del Uruguay experimentarán el riesgo de heladas tardías hasta mediados de la primavera.

Verano 2020: precipitaciones y temperaturas superiores a la media

Las precipitaciones continuarán mostrando un promedio regional superior a la media. Una franja de intensa actividad continuará causando riesgo de fuertes tormentas, con aguaceros y vientos, sobre el centro-oeste de Bolivia, penetrando en el NOA, pudiendo causar anegamientos e inundaciones. Sólo parte de Mendoza y el sudoeste de la Región Pampeana observarán precipitaciones moderadas a escasas.

La temperatura continuará ascendiendo, asumiendo valores moderadamente superiores a lo normal, al mismo tiempo que las irrupciones de aire polar reducirán casi totalmente su alcance e intensidad.

En síntesis:

  • El escenario climático parece continuar en un curso similar al de la temporada precedente, proveyendo abundante humedad y tem- peratura para el logro de una elevada producción en volumen. No obstante, se presentarán riesgos locales de consideración que no deben olvidarse. Inundaciones de campos bajos y crecidas de ríos y arroyos.
  • Demoras en el avance de las labores agrícolas.
  • Clima favorable para ataques de enfermedades y plagas.
  • Pérdida de calidad en los granos.
  • Sequías locales, especialmente sobre el Sudoeste de la Región Pam- peana.
  • Un riesgo posible, pero poco probable, consistiría en que el enfria- miento del Océano Pacífico Ecuatorial alcance una intensidad su- ficiente como para disparar un episodio de “La Niña”, que traería sequía al este del área agrícola del Cono Sur. Frente a estas alter- nativas, será necesario mantener un estado de alerta, monitore- ando los cambios en el sistema climático, a fin de hacer frente, en forma exitosa a las alternativas que vayan presentándose.

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