Pre parto y vaca fresca, dos momentos clave para la producción y el resultado económico del tambo

Ing. Agr. María José Salgado

maria.jose.salgado4@gmail.com

Recomendaciones para minimizar las pérdidas que suelen darse durante el período de Vaca en Transición. El mismo se extiende entre 21 a 28 días pre y posparto, y resulta crítico para la salud, producción y rentabilidad de las vacas lecheras, debido a que la mayoría de los desórdenes de salud ocurren durante esta etapa.

Preparto

Esta categoría abarca a las vacas que están dentro de los 21 a 28 días previos al parto. Una de las características más importantes a tener en cuenta en este período es que el consumo de materia seca que cae constantemente desde unas tres semanas previas y hasta el parto, mientras los requerimientos por el contrario se mantienen e incrementan. Por lo tanto, en respuesta a estos fenómenos fisiológicos las recomendaciones para una adecuada alimentación incluyen, entro otros factores:

  • Formular con ingredientes de buena digestibilidad y concentrar la dieta en nutrientes para cubrir los requerimientos.
  • La relación forraje concentrado podría llegar a ser del 50:50.
  • La dieta debería ser formulada con los mismos ingredientes de las vacas frescas.
  • Es importante el suministro de un heno de buena calidad, más allá de que busquemos con su uso un efecto de llenado ruminal.
  • Un exceso de potasio (K) en la dieta preparto puede causar problemas de vacas caídas. Es por ello que no se recomienda el suministro de leguminosas.
  • Cuidar el confort de las vacas pre parto, ofreciéndoles piquetes o corrales sin barro y con adecuados reparos para las inclemencias del clima.
  • Tenerlas cerca de la casa de los operarios, bien a la vista, donde se las pueda controlar adecuadamente.

Vaca fresca

Durante los 21 a 28 días posteriores al parto, con un consumo deprimido respecto de la demanda de nutrientes generada al desencadenarse la lactación, la vaca movilizará rápidamente sus reservas. Entonces el suministro de una dieta nutricionalmente balanceada orientada a mejorar el consumo, evitar trastornos metabólicos y disparar el pico de producción de leche no puede hacerse esperar.

Algunas de los lineamientos básicos pasan por:

  • Concentrar la dieta para cubrir las demandas de nutrientes.
  • El 55 a 60% de esta dieta debe estar constituido por forrajes de excelente calidad.
  • Lograr dietas altas en almidón.
  • Se recomiendan dietas altas en concentración de proteínas que estimulan el consumo y la producción, de entre un 17/18% Proteína Bruta.

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