Producir XXI, septiembre 2021

Eficiencia conversión de alimento a leche

Ing. Zoot. Sebastián Zuffi

Equipo técnico de Vetifarma

szuffi@vetifarma.com,ar

La cantidad de leche que se consigue en promedio por cada 1 kg de MS (materia seca) consumido por el rodeo de vacas de un tambo es su Eficiencia de Conversión (EC) o alimentaria (EA). Es un factor decisivo en la producción y el negocio del tambo. Recomendaciones concretas para mejorar esa EC.

Factores que inciden en la eficiencia alimentaria (EA)

  • Estado y cantidad de lactancias

En el inicio de lactancia los valores promedio son 1,5 a 1,6 kg de leche por kg de alimento seco suministrado correctamente balanceado, llegando así a valores de 1 kg de leche/1 kg de alimento, al final de la lactancia.

La cantidad de leche, EC, y la composición de nutrientes aumenta con el número de lactancias hasta la 4° o 5° y luego se reduce. Esto es producto de un aumento en el peso corporal (mayor capacidad ruminal) que le permite tener un sistema digestivo y mamario más grande para la producción de leche. Por arriba de la 5° lactancia se produce una disminución gradual en el porcentaje de grasa y de sólidos no grasos (SNG).

Cuadro 1: Eficiencia de conversión o alimentaria (EA) en vacas con diferente cantidad de partos y en diversos momentos de lactancia. Datos a leche corregida en energía (ECM)

  • Genética y tipo de animal

Otro factor a tener en cuenta es el mérito genético. Las vacas de mayor mérito convierten más eficientemente alimentos en leche.

El gasto de mantenimiento (metabolismo basal de ayuno) está correlacionado directamente con el tamaño del animal. En otras palabras, se requiere mayor cantidad de alimento para “cubrir” los gastos de energía y proteína a medida que se incrementa el peso vivo.

  • Calidad del forraje

La calidad de los forrajes es un factor muy importante a tener en cuenta en dietas de rodeos que dependen su producción de los mismos. A medida que se lignifican (entrada del verano) estos van perdiendo calidad, se hacen menos digestibles para el ganado con la consecuente baja en la eficiencia de conversión.

  • Factores ambientales

Son de gran importancia en la conversión alimenticia: en verano las conversiones suelen empeoran debido al estrés térmico en los animales. Este efecto negativo se reduce si contamos con las instalaciones adecuadas, por ejemplo, sombras, aspersores, muy buen acceso a buena cantidad y calidad de agua fresca y con buen caudal de reposición ya que el agua es el nutriente de mayor importancia para las vacas lecheras. También a medida que proveamos mejores condiciones de confort (callejones, dormideros, rutina de ordeñe) a nuestros rodeos, mejores serán nuestras tasas de EC.

Inviernos muy lluviosos también provocan una pérdida en la eficiencia de conversión, generalmente las entradas a las salas de ordeñe y accesos a comederos se ponen barrosos y esto provoca mayor gasto energético por movilidad y también para mantener su homeostasis, disminuyendo la cantidad de energía remanente para producción. 

  • Instalaciones adecuadas

Otorgarles infraestructura y manejos adecuados también es muy importante, el confort de la vaca no sólo es importante en sistemas de estabulación permanente, sino que aplica también para rodeos en sistemas pastoriles. En este período es aconsejable minimizar la exposición a factores estresantes, como la competencia por el alimento, agua o lugar para echarse. Instalaciones y manejos inadecuados tienen impactos negativos en el comportamiento de la vaca y, por lo tanto, pueden repercutir en su estado de salud. Tener un limitado o insuficiente espacio en el comedero incrementa el tiempo en que la vaca permanece de pie a la espera de acceder al comedero, reduce el tiempo que la vaca permanece en el comedero y reduce su consumo de alimento.

Lo recomendable es tener un espacio en el comedero que permita comer a todas las vacas al mismo tiempo (mínimo 80 cm lineal por vaca). Para estimular el consumo de alimento durante el periodo preparto se requiere que las vacas tengan a libre disposición alimento fresco y palatable durante todo el día. Además, es necesario la presencia de dos puntos, como mínimo, de agua fresca en bebederos limpios y de fácil acceso.

  • Calidad del agua

La calidad del agua impacta sobre el consumo, la producción de leche y, por ende, sobre la EC. A medida que varíe la calidad del agua, ya sea por exceso o falta de sales totales -ST- (mayor 4 o menor 1 gromo Sales Totales/litro, respectivamente) o se incrementan algunos parámetros claves (sulfatos, sodio, magnesio, flúor, arsénico, etc.) la vaca consume menos agua y, por ende, se reduce significativamente el consumo de MS de alimentos y la producción de leche. Todo ello afecta negativamente la EC.

  • Estado sanitario

El estado sanitario que afecta los componentes de la leche es la mastitis. Esta produce una permeabilidad del tejido de la ubre y afecta la habilidad del tejido secretorio para sintetizar los constituyentes de la leche. En una mastitis clínica se disminuye el contenido de lactosa y potasio y se aumenta el de cloro y sodio. Los cambios en el porcentaje de proteína son mínimos y los de la grasa no son consistentes.

Recuento bacteriano menor de 100.000 células/ml presenta cambios en la composición de la leche.  Entre 100.000 a 500.000 células/ml, se produce una reducción en los sólidos no grasos de la leche, especialmente en la lactosa.  Recuentos superiores a 1.000.000 de células/ml producen una disminución en el contenido de caseína. Todos estos cambios en el tejido celular de la glándula terminan afectándonos, y disminuyendo nuestra EC.

  • Historia nutricional y de manejo

Que se refiere a todo lo que hace a nutrición y manejo desde antes del nacimiento de una nueva cría hembra hasta que ésta deja de producir luego de varias lactancias. Esta historia ya influye desde cómo se alimenta durante la gestación la propia madre de esa nueva cría hembra, como se maneja la crianza y recría que hacen que durante toda su vida esa nueva vaca convierta mejor los alimentos en leche y también influyen positivamente las lactancias que se vayan acumulando año a año de esa vaca con buena nutrición y manejo. De este último aspecto y de un buen preparto nos ocuparemos en una próxima nota.

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