Producir XXI, julio 2020

Recriar en el campo de cría y ganar flexibilidad y $$

Desarrollo animal y su impacto en una invernada más eficiente

Méd. Vet. Fernando Eluchans

feluchans@veifarma.com.ar

www.veifarma.com.ar

 

Con cualquier sistema de recría a campo, con suplementación o sin ella, con autoconsumo o solo con pastoreo, con incorporación de silajes o las diferentes y eficientes técnicas con las que contamos, debemos tener en consideración conceptos del crecimiento.

Ganar kilos al mínimo costo
Teniendo como objetivo en la recría ganar kilos a mínimo costo aprovechando el potencial de desarrollo y producción animal, el cual está ligado a factores tales como raza, cruzas, sexo, etc., debemos elaborar un programa flexible, capaz de despertar en el productor la posibilidad de hacer más eficiente el sistema, produciendo, en definitiva, mas kg por unidad de superficie.

Es recurrente la pregunta acerca de que animal es más eficiente de acuerdo a su tamaño (frame), y no será este articulo el que trate ese tema. Si, trataremos de expresar las causas de las ineficiencias o aquello que produce perjuicios económicos en campos de cría, que tienen aptitud para recriar, de seguir ganando kilos post destete, pero a pesar de esto venden sus animales con un peso de 180/200 kg.

Estos animales van a establecimientos de engorde a corral, los que en su mayoría no tienen la posibilidad de ofrecer sistemas de recría apropiados para explotar las normales curvas de crecimiento animal. Sabemos que el hueso es el tejido de crecimiento más barato y luego le sigue el musculo. Si a esos animales jóvenes y de bajo peso, se les proporciona un tratamiento con niveles altos de energía y en muchos casos sin tener en cuenta los porcentajes proteicos adecuados, que además son necesarios para acompañar un desarrollo a costo lógico, estamos perdiendo la enorme posibilidad de maximizar y de hacer más eficiente el destino de los nutrientes ofrecidos.

Recriar en el campo de cría, con bajas inversiones y manejo para comercializar más kilos y ganar

Sabemos que con manejo de pasturas y forrajes voluminosos como silajes o heno, y programas con baja suplementación, podríamos recriar a bajo costo en el mismo establecimiento de cría. Problemas de índole financiero o de falta de infraestructura, terminan en el facilismo de sacar los terneros rápido del campo, sin tener en cuenta que con inversiones bajas y manejo adecuado, se pueden comercializar más kilos, sin la obligación de salir todos en la misma época a un mercado que se satura y tiende a bajar precios. Entregar animales recriados para dar los últimos 80/100 kg en el corral, harían también más fácil y eficiente el manejo y la rentabilidad de estos establecimientos especializados. 

El medioambiente suele ser una de las limitantes más importantes para lograr índices que impacten. Un animal aumentara de peso en base a su biotipo, su potencial genético, sexo, peso de ingreso al sistema, edad, estado corporal e historia sanitaria y nutricional. No prestar atención a estos conceptos y no evaluar correctamente el biotipo, puede llevar al productor a cometer errores que luego visualizamos en las recorridas. La carga genética es de vital importancia. La producción y aumento de peso con índices de conversión eficientes sólo serán posibles si tenemos en cuenta que los procesos fisiológicos nos indicarán como manejarnos en la práctica

Primero desarrollar los tejidos baratos: hueso y músculo

Es importante entender que los diferentes tejidos (hueso, musculo y grasa), no crecen al mismo tiempo ni con los mismos costos. Tomando el aumento de peso como parámetro, podemos afirmar que, si la alimentación es ad libitum, es decir dando todo lo que el animal puede consumir, aquellos con mayor potencial genético tendrán ventajas y no solo tendrán mayor ganancia de peso sino mejor índice de conversión con la consiguiente baja de costos por menor consumo de materia seca.

El tejido adiposo, el más costoso para producir, aumenta su proporción y distribución en el organismo con la edad y crecimiento, y de una buena recría y crecimiento armónico, obtendremos, no solo un mejor uso de los recursos, sino también una mejor calidad futura de carne. Por supuesto que, en la recría a campo, deberá tenerse en cuenta también el destino futuro de esos animales, según sea terminación a corral, terminación suplementada a campo con mayor peso final, o futuros reproductores.

El engrasamiento precoz se dará, y lo vemos frecuentemente, cuando las dietas son hiperenergeticas, y de mala relación respecto al aporte proteico que suele ser bajo. De aquí que sea tan importante permitir el desarrollo de tejidos baratos (hueso y musculo) con equilibrio nutricional para luego dar el final con engrasamiento de infiltración muscular (marmoleo) y de cobertura.

Menor frame, mayor precocidad

Al trabajar con animales de mayor frame creciendo a mayor ritmo que los de menor tamaño, será normal terminarlos con mayor peso vivo a un mismo nivel de engrasamiento que aquel de tamaño menor. Lo mismo pasa en referencia a los machos vs las hembras. Por esto nunca confundir precocidad con celeridad de crecimiento o gran aumento de peso diario. El animal precoz es aquel que a su velocidad de crecimiento obtiene una rápida terminación de los diferentes tejidos. A mayor peso de adulto mayor ganancia diaria pero menor precocidad. El animal de menor frame, caprichosa medida de tamaño, es más precoz y llegara antes a la pubertad y al peso final por lo tanto la recría es más corta.

Argentina, en general, se caracteriza, por faenar animales que no han llegado a terminar su crecimiento. En lo personal no imagino un futuro ganadero eficiente si no sacamos el máximo de kilos de res de cada animal. Para esto deberíamos ingresar a los corrales cuando se haya podido desarrollar un 65 % al menos de lo que sería su final de desarrollo.

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