Producir XXI, julio 2020

Ánimo, por encima de la coyuntura, el cielo está limpio y brilla el sol

¿Quién no ha ido a Luján alguna vez? ¿Quién no se ha quedado maravillado por la belleza e imponencia de la Basílica? …Pero nunca la habíamos visto como la muestra la muy buena foto de tapa de este mes, emergiendo de un manto de nubes que la enmarcan y destacan, y con la luz del sol mostrando toda su belleza y el cielo límpido. 

Si estuviéramos parados en la Plaza frente a la Basílica al momento de esta foto, estaríamos con frío y en medio de la niebla (nubes bajas al fin), sin ver la magnificencia de las torres al cielo, sin imaginarnos el cielo limpio y el sol brillando. Y seguramente estaríamos medio bajoneados por el entorno invernal y opaco y por lo que está pasando en el mundo y en el país. Pero, analicemos:

  • La coyuntura del mundo: la pandemia de COVID matando millones y amenazando a más. Los sistemas sanitarios “haciendo agua”, descalabrados. Las economías “hechas fleco”. Esto mirando lo negativo, pero también podemos mirar desde la óptica positiva: las vacunas y el mejor cumplimiento de protocolos están demostrando que le ganan la pelea al COVID, y la recuperación de las economías de países serios, organizados, hace pensar en un futuro mejor.
  • La coyuntura del país: la pandemia también pega muy duro y la economía igual. En ambos aspectos estamos peor que el promedio de los países. Pero es cierto que se avanza, con la vacunación, tarde y mal, pero se va avanzando. Decimos tarde y mal porque se vacuna muy lento y hay 4 millones de dosis sin aplicar, y no se informan las razones por la que no se acelera. En lo económico no se ve aún recuperación, y la pobreza e indigencia están a niveles inéditos. Por lo que se aprecia, nuestra querida Argentina no está por ahora entre los países que trabajan seriamente.
  • La coyuntura del agro y sus industrias conexas: una variedad de medidas económicas desacertadas, como aumento de retenciones, prohibición de exportaciones, política de precios que perjudican a los productores sin traer ningún alivio a los consumidores, etc., por citar sólo algunos ejemplos. Pero también miremos la parte del vaso medio llena: generamos productos de 1ra necesidad y gracias a Dios se siguen requiriendo. Los precios al productor de carne, leche u otros, han crecido menos que los costos, pero la actividad del campo no cayó tanto como otras, se sigue trabajando. Queda aún mucho para hacer para que los gobiernos y la población en general conozcan, comprendan y valoren en mayor medida lo que el agro y las agroindustrias representan para el país. En eso debemos seguir trabajando. De nosotros depende.
  • La coyuntura de cada empresa: sea tambo, carne u otras, en cada rubro, a poco de analizar se aprecia que aún hay un margen posible de progreso interesante mejorando lo que se hace de la tranquera para adentro. Tenemos la posibilidad de seguir mejorando en producción y en manejo empresarial del negocio. La buena noticia es que, a pesar de todo, todavía hay mucho que depende de nosotros. Como individuo y como equipo de trabajo en cada campo.

Frente a este panorama, no debemos claudicar ante las barreras que nos ponen la ignorancia y las mentes mediocres, representadas por la niebla que opaca. Superando a tanta bruma, brilla la luz de la esperanza, en especial pensando en el 9 de julio 2021, cumpleaños de la Patria, sabiendo que quien baja los brazos sólo agrava su situación…y porque los del agro no somos de achicarnos. Sepamos mirar la foto, apreciemos el cielo limpio y el sol brillando. 

En esta pandemia, cuídese cada uno y cuide a los demás. Es una forma de ser solidario y ayudar a todos. No alcanza sólo con vacunarse, aunque es clave poder hacerlo.

Hasta la próxima. 
Ing Luis Marcenaro

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