Producir XXI, febrero 2021

Punto clave para aliviar el estrés calórico

Agua de bebida en el tambo

Grupo instalaciones INTA Rafaela

Jorge Ghiano; Laura Gastaldi;

Karina García; Jorge Domínguez;

Federico Massoni, Nicolás Sosa;

Emilio Walter; Miguel Taverna.

Es imprescindible proporcionar agua de calidad en cantidades suficientes y en lugares estratégicos, que permitan un fácil, rápido y cómodo acceso a los animales. En períodos cálidos, donde los requerimientos son aún mayores, el correcto abastecimiento resulta crítico porque una restricción del consumo tiene efectos inmediatos: la caída de más del 25% de la producción.

Es muy conocido el rol esencial que juega el agua en múltiples funciones fisiológicas. El 85% de la leche es agua. Las vacas toleran mucho menos una restricción en su consumo que la de alimentos. El agua aporta entre el 80-90% de las necesidades del animal, el resto está en los alimentos.

Si la carencia de agua se sostiene en el tiempo, la reducción será más marcada, comprometiendo, además, la salud animal.

– Estimación de los requerimientos de agua

Numerosos factores incrementan el consumo de agua (tipo de alimento, producción de leche, temperatura ambiente, categoría).

En el Cuadro N°1 se presentan los requerimientos teóricos de agua calculados utilizando la ecuación de predicción que tiene en cuenta la producción de leche y la temperatura ambiente (Murphy, 1993).

– Calidad de agua

No existen normas específicas que definan la calidad de agua para consumo animal. Sin embargo, existen recomendaciones sobre parámetros físico-químicos y bacteriológicos que se deberían tener en cuenta (Cuadro N°2).

Dentro de los límites del cuadro 2, los animales se adaptan relativamente bien a problemas organolépticos. Sin embargo, no toleran cambios importantes en la calidad (por ejemplo, agua de diferentes pozos).

Estas variaciones pueden provocar subconsumo temporal y caída en la producción de leche. La presencia de resto de materia fecal en el agua provoca una disminución del consumo. Sobre este punto tiene mucha importancia el diseño del bebedero.

– Temperatura

La mayoría de las investigaciones indican que los máximos consumos se registran con temperaturas del agua comprendidas entre 15 y 17ºC. Aspecto importante a considerar para el diseño del suministro a los bebederos.

– Comportamiento de los animales

Las vacas dedican entre 20-30 minutos por día a beber y pueden realizar, dependiendo del tipo de alimento y de la temperatura, entre 4 y 10 tomas diarias. Beben muy rápido, a razón de 15 a 20 litros de agua/minuto. Por este motivo, los bebederos deben tener una muy rápida recuperación.

Las vacas tienden a consumir entre el 30 y el 40% de sus requerimientos diarios en inmediaciones de la instalación de ordeño, especialmente a la salida de la sala. Fuera del sector, muestran ciclos de alimentación/consumo de agua (en este orden) durante el resto del día.

Detalles constructivos de los bebederos

  • La altura de los bebederos varía entre 60-80 cm. No debe superar el 60% de la altura a la cruz del animal. La profundidad se sitúa entre 20-30 cm, ya que debemos considerar que las vacas introducen el morro 2-5 cm en el agua e inclinan la cabeza unos 60º.
  • No sería recomendable aumentar desmedidamente la reserva de agua aumentando la profundidad del bebedero. El agua no se renueva, se calienta, y los riesgos de que se ensucie se incrementan. Es preferible aumentar la reserva aumentando la longitud de los bebederos que su profundidad.
  • Deben quedar entre 5 y 10 cm entre el nivel máximo de agua en el bebedero y el borde superior para evitar vuelcos y desbordes.
  • Los bebederos deben disponer de un orificio que permita su vaciado completo y posterior limpieza.
  • El suelo alrededor del bebedero debe ser firme (cemento o tierra colorada compactada), con pendientes laterales para evitar encharcamientos. Es necesario considerar el lugar de drenaje de restos de agua en el momento de limpieza.

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