¡A producir pasto!

Ings. Agrs. Barneto, S. J.; Spara, A. F.; Leiva, G. A.

Producción y utilización de pasturas

Universidad Nacional de Luján

Incorporar especies forrajeras de clima templado, que presentan buenas cualidades productivas y nutricionales, es el punto de partida hacia la mejora de los índices productivos.

Productividad, calidad y longevidad

En las tres últimas décadas la expansión de la agricultura provocó modificaciones y ajustes en los sistemas de producción ganadera, debiéndose notar dos situaciones:

  • Redistribución del ganado a ambientes marginales y/o “extra pampeanos”. 
  • Reducción de la superficie ganadera.

Desde este contexto, se han promovido las “Buenas Prácticas de Manejo de Pasturas” (BPM), que son un conjunto de recomendaciones y hábitos con el fin de fomentar pasturas perennes de alta productividad, presentando buena cantidad, calidad y longevidad. 

La adopción de “nuevas tecnologías” (genética de los materiales utilizados, biotecnología, agroinsumos, genética animal, maquinaria, agricultura de precisión), es una forma de incrementar la productividad del sistema, a través de la intensificación. A partir de este proceso, el productor prioriza especies y/o variedades con alto valor nutricional, no sólo alta digestibilidad sino también con buen balance energía-proteína. 

Especies cortamente perennes

Dentro de las nuevas opciones tecnológicas para que los sistemas ganaderos logren una mayor y mejor competitividad frente a las producciones agrícolas, se encuentran especies forrajeras cortamente perennes. Estas presentan un buen comportamiento invernal, excelente calidad y aceptable producción de forraje en una época donde las pasturas plurianuales de clima templado muestran bajas tasas de crecimiento y al mismo tiempo necesitan un descanso para acumular reservas. 

Las forrajeras cortamente perennes con buen comportamiento invernal son el raigrás perenne (Lolium perenne L.), el raigrás híbrido (Lolium hibridum) y el festulolium (x Festulolium braunii). Se caracterizan por presentar altas tasas de crecimiento invernal, elevadas producciones de forraje, muy buena respuesta a la fertilización nitrogenada, alta digestibilidad, muy buena concentración de hidratos de carbono no estructurales y proteína bruta, además de una muy buena palatabilidad.

El raigrás perenne es una especie de clima templado–templado frío que se ha difundido con éxito en la pampa húmeda, fundamentalmente en el sudeste y centro bonaerense. Crece en matas densas debido a su gran capacidad de macollaje. Su hábito de crecimiento es versátil según variedades, con tasas de crecimiento invernal superiores a la mayoría de las gramíneas otoño – invierno – primaveral plurianuales. De fácil establecimiento, semillas con alto vigor que proveen plántulas firmes. Resiste pastoreos frecuentes e intensos a partir de un rápido rebrote. Su calidad forrajera es sobresaliente. Los veranos excesivamente cálidos, secos y prolongados disminuyen su densidad por muerte de macollos y plantas.

El raigrás híbrido, como su nombre lo indica, es un híbrido interespecífico surgido del cruzamiento entre raigrás anual (Lolium multiflorum L.) y raigrás perenne (Lolium perenne L.). El resultado es una planta con características intermedias, que reúne la densidad y persistencia del raigrás perenne con la palatabilidad y crecimiento invernal del raigrás anual. El mayor tamaño de su semilla provee un establecimiento rápido y eficiente. Posee un crecimiento primaveral temprano, produciendo buena densidad de macollos después de cada corte, además de una muy buena calidad forrajera.

El Festulolium surge del cruzamiento entre raigrás anual (Lolium multiflorum L.) y festuca de los prados (Festuca pratensis). El resultado de este cruzamiento proporciona una planta con la rusticidad y persistencia de la festuca más la productividad del raigrás anual. Es un híbrido tetraploide que mantiene sus características en la siguiente generación. La ventaja comparativa de este híbrido radica en su persistencia y producción de forraje en ambientes con temperaturas marginales, manteniendo la calidad nutricional.  

Estas especies muestran amplios rangos de cualidades complementarias, otorgando un producto que reúne una adaptación a distintos nichos y condiciones de manejo específicos.

La producción supera los 10.000 kg MS/ha en año de implantación

Durante años el equipo de Producción y Utilización de Pasturas de la Universidad Nacional de Luján, llevó adelante numerosos trabajos sobre el desempeño de especies forrajeras cultivadas en su área de influencia. A esto se sumó el interés de aumentar la información disponible en referencia a la correcta elección de especies y/o cultivares forrajeros, su desempeño y el rol que ejercen a la hora de la toma de decisiones, en la búsqueda de la obtención de mayores producciones, calidad en la biomasa y alta palatabilidad para los sistemas netamente pastoriles.

En el Campo Experimental de la Universidad Nacional de Luján (34º 36′ S y 59º 04 W, 35 msnm), provincia de Buenos Aires, Argentina, se llevó adelante un ensayo sobre un suelo Argiudol típico IIIws, con la finalidad de determinar la producción potencial de forraje y persistencia de cultivos cortamente perennes. Los materiales seleccionados son cultivares comerciales y líneas experimentales de raigrás perenne, raigrás hibrido y festulolium.

El 21 de abril de 2017 se sembraron las especies bajo estudio, fertilizadas con 50 kg de fósforo como elemento, valor que equivale a 250 kg/ha de superfosfato triple (0 – 20 – 0).  En macollaje (29 de mayo), se aplicó una dosis de 60 kg/ha de nitrógeno, valor que equivale a 130 kilos de urea (46 – 0 – 0), que fue la fuente nitrogenada utilizada. Dicha dosis se repitió luego de cada corte (7/7, 24/8 y 18/10). Por una cuestión operativa se determinó uniformar la densidad de siembra en 35 kg/ha para todos los materiales intervinientes en el ensayo.

En el Cuadro N° 1 se detallan las producciones de cada material, expresadas en kg de Materia Seca (MS)/ha, en cada uno de los cortes y la acumulada en el año de implantación. En el Cuadro N° 2 se pueden observar los promedios obtenidos para cada especie.

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