Producir XXI, noviembre 2023

Importante para mejores resultados en leche y $$ Dietas frías para veranos calientes

Med Vet Juan José Couderc

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Muchos productores han invertido en mejorar instalaciones para aliviar el stress calórico y está muy bien, pero además ajustar alimentación y manejo es también fundamental.

Concepto de las dietas frías

Proviene de que el proceso de fermentación en el rumen genera calor. Mientras que la temperatura corporal del vacuno ronda los 37o C, la del rumen ronda los 42oC, con picos de 45oC. La vaca es un animal homeotermo, es decir que necesita temperatura corporal estable. Si se suma un alto calor de fermentación interno a una importante carga calórica externa, ciertamente se da el riesgo de stress térmico.

El ganado vacuno (y sobre todo de raza lechera) no es el mejor preparado para disipar calor. No cuenta con el mecanismo del sudor. Sólo elimina calor por convección, radiación y como recurso extremo por jadeo, todos mecanismos de capacidad limitada.

Alimentos más digestibles y más grasas

Las dietas frías se enfocaron tradicionalmente en bajar lo que a simple vista es más energético, el grano de maíz, sobre todo el molido, subir fibra e incluir todo lo posible los productos de alto aceite o grasa, la cual no es fermentada en rumen.

En nuestro país no podemos usar grasa animal, por lo que sólo accedemos a los aceites vegetales y semillas y subproductos que contienen grasas, como la semilla de algodón, poroto de soja y burlanda, como ejemplos. También tenemos disponibles las grasas pasantes comerciales, productos totalmente dolarizados cuyo costo es alto y relación insumo producto puede ser positiva en casos de vacas frescas y de alta producción.

Este enfoque es válido, pero contempla solamente una parte del fenómeno. La parte más importante de la generación de calor se produce por el proceso de masticación y rumia, y se agrava mucho cuando la calidad del forraje genera mayor cantidad de movimientos masticatorios y del rumen para procesarlo, alimentos más digestibles producen menos calor, por eso toda mejora en digestibilidad del forraje, disminuirá la carga calórica.

Destacamos algunas recomendaciones

Con estos aspectos en mente podemos sumar conceptos y tecnologías que serán positivos para aliviar el stress térmico «desde adentro»:

  • Agua fresca: no hace falta explicar porqué, lo que si es llamativo que habitualmente no se le preste atención. Bebederos impecables y alta reposición son clave.
  • Facilitar “bocados grandes” para no limitar el consumo: Si la vaca tiene buena disponibilidad de forraje, cada bocado pesa más, y en definitiva, para levantar la misma cantidad, necesita dar menos bocados. Menos bocados, implican menos movimiento de masticación y menos generación de calor. Además, ofrecer forrajes previamente picados aumenta por 10 el peso del bocado, disminuyendo inversamente la necesidad de masticación por kg de materia seca ingerida (ejemplo: pastoreo de raigrás es 0,50 grs MS/bocado, pero picado es 5 grs MS/bocado). Recomendación: suministrar silajes, cortapicado fresco, corte y preoreo en andanas, heno picado de alta calidad, a la sombra, en los momentos de más calor, a las categorías que más consumo necesitan lograr, o las más sensibles al stress calórico.
  • Digestibilidad:

A) Priorizar los forrajes más digestibles a las categorías más sensibles. Un silaje de alta digestibilidad, baja el tiempo de rumia cerca de 100 min. con respecto a uno de digestiblidad normal. Son 3 horas menos rumiando al día. Usar las mejores partes del bunker, o la mejor bolsa, para los rodeos clave. Para esto, debemos invertir en análisis de los forrajes antes de encarar la temporada de altas temperaturas.

B) Tener, en lo posible, forrajes de calidad. Apuntar siempre a híbridos con la mayor aptitud granífera que podamos para asegurar alta digestiblidad, picarlos en el mejor momento que sea posible, y no dudar en inocularlo. La inoculación SIEMPRE impacta positivamente en la calidad, su costo:beneficio es positivo en los cultivos de alta calidad inicial, y MUY positivo en cultivos afectados por condiciones adversas. Trabajar con inoculantes que aporten estabilidad aeróbica luego de abiertos, para que no pierdan calidad y levanten temperatura en el frente abierto.

C) Utilizar aditivos que mejoren la digestibilidad: Contamos hoy en día con tecnologías que nos ayudan a mejorar sustancialmente la digestibilidad en el rumen. Las levaduras vivas, y su combinación con pared de levadura y otros productos asociados mejoran la tasa de digestión ruminal y consumen el oxígeno que se ingiere y se libera en los procesos degradativos, bajando la temperatura del rumen. Los bacillus activos y sus enzimas, y los productos enzimáticos, actúan también en la mejora de la degradación de la fibra, almidones y proteínas, colaborando con la estabilización del ambiente ruminal.

D) Controlar micotoxinas, en especial en categorías susceptibles o con silajes de riesgo, es importante evaluar la presencia de micotoxinas y aplicar atrapantes de toxinas. Además de mejorar la digestibilidad del silo y de toda la dieta, hay toxinas que específicamente alteran la respuesta al stress térmico (como los ergoalcaloides) a través de la modificación de la irrigación sanguínea a diversos niveles, y el esfuerzo extra de detoxificación a que se somete al hígado (el motor metabólico, ya a altísimas revoluciones en una vaca lechera)

  • Acidosis subclínica: evitar las variaciones de pH en el rumen: Durante los procesos de stress térmico se altera el patrón de consumo volviéndose variable, rumia, toma de agua que desencadena procesos de acidosis subclínica. Trabajar sobre la establización del pH ruminal con fibra de adecuado tamaño de partícula (pero debe ser de alta digestiblidad), incorporar antiácidos (carbonatos, bicarbonatos, óxidos de magnesio microcristalinos) ya que es muy dificil elevar el nivel de fibra sin aumentar el trabajo de rumia. Tener en cuenta también que en stress térmico el jadeo hace perder bicarbonato generando acidosis sanguínea además de la acidosis ruminal, lo que agrava el cuadro metabólico.
  • Procesamiento del grano. En caso de ser factible, es preferible trabajar con un gano menos procesado (molido grueso / partido en 4 a 8 pedazos) para enlentecer un poco la degradación ruminal.
  • Aumentar el contenido de lípidos (extracto etéreo), tener en cuenta que las semillas enteras nos permiten usar algo más de aceite en la ración que lo que las tablas dicen, sobre todo si contamos con un sistema de mezclado de buena calidad. Tener en cuenta el uso de grasas pasantes para las categorías clave. Consulte con su nutricionista!
  • Aportar vitaminas y minerales extra. En situaciones de stress el requerimiento de antioxidantes es mayor, existen sales o mezclas especialmente diseñadas para esto, aportando vitaminas y minerales clave que impactan en producción, salud y reproducción.