Producir XXI, febrero 2023

Hoy más que nunca, mantenimiento preventivo de máquinas

Licenciado en mecanización agrícola

Nicolás Gangoni-Importrade S.A.

Llevar a cabo un mantenimiento periódico en la maquinaria es fundamental para conservar su adecuado funcionamiento y durabilidad, apostando también por la seguridad de los trabajadores.

El mantenimiento preventivo cubre todos los servicios previstos en el manual del operador, así como el reemplazo de piezas antes de que se termine su vida útil. Por lo tanto, se puede decir que es el cuidado regular que necesitan las máquinas para:

Funcionar bien: asegurarse que la máquina esté disponible en el momento del requerimiento.

En forma segura: tener la tranquilidad de saber que la máquina responderá efectivamente, ante diferentes situaciones de trabajo que se presenten.

Por largo tiempo: existen máquinas que luego de muchos años de servicio, siguen trabajando a la misma velocidad que cuando eran nuevas. El secreto está en el esfuerzo por mantener el equipo en buenas condiciones por mucho tiempo.

Mantener alta productividad a bajos costos: realizando un mantenimiento preventivo, se logra reemplazar piezas antes de su rotura. Con eso se disminuyen los tiempos muertos y se evitan pérdidas de producción ocasionadas por paradas no previstas.

¿Cómo se puede ahorrar dinero mediante la prevención?

Anticipando roturas: con el mantenimiento preventivo se logra que, ante algún tipo de desgaste o anomalías en el funcionamiento, se pueda prever males mayores.

Manteniendo el capital: cualquier máquina mantenida en perfectas condiciones permite aumentar su valor residual.

Aumentando su vida útil: una máquina mantenida en forma adecuada tiene una mayor vida útil, proporcionándonos la misma satisfacción y utilidad como en su principio.

Puntos que forman parte del mantenimiento preventivo

Observar: al inicio de cada jornada se debe realizar una observación general y ver los indicadores por si existe recalentamiento, presión de aceite reducida, falta de carga del alternador, etc.

Escuchar: si hay ruidos poco comunes, esto indicaría que posiblemente haya piezas defectuosas o rotas.

Palpar: si hay correas, cadenas, tuercas, pernos sueltos y vibraciones poco comunes.

Oler: si existen cojinetes o equipos eléctricos recalentados, correas patinando, pérdida de combustible, etc.