Producir XXI, abril 2023

Cuando Don Campo se engripa, todo el país estornuda…

Don Campo es una forma de llamar al agro y todas las cadenas agroindustriales. Comenzando con los productores que compran insumos, equipos y servicios y luego venden su producción. Pero de allí sigue con el transporte, la industrialización y comercialización de carne, leche, algodón, peras, vino, arroz, trigo y sus derivados, etc, etc. Y también están las exportaciones de todo lo que el agro y las agroindustrias proveen al mundo. En el gráfico de nuestra tapa de este mes vemos que estas exportaciones llegan casi a los U$S 60.000 millones de dólares por año y ya superan el 65% del total de las exportaciones del país. Miremos que hace 20 años sumaban algo menos de U$S15.000 millones y hoy casi se cuatriplicaron… esto muestra el dinamismo del sector. 

Ese es Don Campo, y cuando hay problemas climáticos, como ahora, y éstos se juntan con malas políticas, como ahora, todo este gran complejo agroindustrial tambalea. Esta campaña 2022/23 van a faltar unos U$S 20.000 millones. Don Campo se engripa y todo el país estornuda…pero, ¿Quiénes son los que más sufren? Sin ninguna duda, los sectores más vulnerables, la gente de menores recursos.

Pero algo hay que hacer, de esta situación salimos todos juntos o no salimos. No es verdad que el Estado “se va a arreglar igual” si ingresan a sus arcas varios miles de millones de dólares menos por año. Tampoco es cierto que las industrias procesadoras de carne, leche, lana, etc., “se arreglan igual” si les cae el ingreso de sus materias primas y si desaparecen miles de productores. Lo mismo en relación a los que le venden al campo, no resulta cierto que “se arreglan igual” si por todos estos problemas quedan vivos unos 1000 tambos menos o varios miles de productores de campo de todo tipo cesan en la actividad.

Entonces “algo hay que hacer”, y no es sólo producir más y mejor de tranqueras hacia adentro (aunque es grande todavía el margen posible de progreso que tenemos por delante en este sentido en cuanto salgamos de la sequía y sus efectos y mucho más si hubiera políticas que apoyen al campo). Se trata de unir cabezas y juntar ideas. Seguramente los Bancos necesitan que sus clientes no desaparezcan…entonces a incluir a los Bancos. Sin dudas que los que producen y venden fertilizantes, equipos, alimentos balanceados, agroquímicos, etc. y los que prestan servicios como asesores, contratistas de siembra, cosecha, rollos o ensilada, todos ellos necesitan que no desaparezcan clientes…y entonces hay que sumarlos, al igual que a las empresas procesadoras, el camino es sumar. 

Todos ellos hoy viven los problemas climáticos y de políticas equivocadas que afectan a Don Campo y todos ellos, Estado, Bancos, empresas que le venden y las que le compran la producción debieran juntarse para ver cómo se ayuda a pasar este muy mal momento. En la nota del Ing. Oscar Alloatti que publicamos en esta misma edición, nos cuenta cómo, en el gobierno santafesino del Lole Reutemann de 1999 a 2003, del que fue Secretario de Agricultura, Ganadería y Recursos Naturales, se ingeniaron para llevar adelante políticas de colaboración Publico-Privada y encontraron buenas propuestas de apoyo a los productores con más del 90% de aceptación por parte de los mismos.

Hasta la próxima.

Ing. Luis Marcenaro
Director de Producir XXI