Producir XXI, mayo 2025

Mitos en la Cría Vacuna

Med. Vet. Carlos

Martín

“Chuni” Acuña

+549 2281 586967

chunivet@gmail.com

www.chunivet.com.ar

A lo largo de mi más de medio siglo de veterinario y habiendo dado muchas charlas y cursos siempre surgen preguntas sobre temas muy arraigados en la Cría Vacuna y en mucho de los casos, los considero “mitos”. Con esta pequeña introducción iré directo a mencionar un decálogo de “mitos” y los argumentos propios para derribarlos. Si bien pueden existir varios decálogos e innumerables argumentos para derribarlos, lo que a continuación escribo proviene de mi sentir y experiencia que puede ser o no compartida por los lectores.

  • “Faltan toros”

Puedo afirmar que en un rodeo bien alimentado y por lo tanto cíclico y con la sanidad controlada nunca en mi vida de veterinario tuve una baja en la tasa de preñez por falta de toros. Siempre ante un resultado adverso la principal causa ha sido la escasa alimentación por una extrema sequía o problemas sanitarios por la presencia de enfermedades venéreas. He obtenido excelentes índices reproductivos en numerosos rodeos utilizando en el servicio 0,97% de toros como mínimo, siendo lo más frecuente 1,2-1,5%. Con el 2 % de toros como lo más normal, la preñez obtenida ha sido excelente teniendo siempre como recaudo considerar el estado nutricional, la sanidad y toros aptos y evaluados por la Prueba de Capacidad de Servicio (CS) incorporada en la revisación de toros.  

2) “En establecimientos con potreros extensos usar más toros”

Una gran cantidad de criadores a la hora de asignar los toros a un rodeo lo primero que tienen en cuenta es la extensión y la topografía del campo. Para ir derribando este mito debemos partir del conocimiento del Grupo Sexualmente Activo (GSA) que se forma con las vacas en celo y aquellas que están en proestro que es la etapa previa al celo. Esta actividad de monta homosexual entre vacas estimula al toro quien mediante su visión detecta a este grupo y se dirige hacia él, permaneciendo el 90/95% de su tiempo dentro del GSA o en un radio que no supera los 30/50 metros.

 

En el caso de un rodeo mal alimentado y con una baja tasa de celo diario o que tenga muchos terneros recién nacidos, el toro por medio del olfato realiza su tarea de detección de celo y no por la vista como en el caso de un rodeo cíclico. No son los toros los que caminan buscando el celo, sino que las vacas atraen a los toros para servirlas y en ese caso la extensión del potrero no es una limitante. Concluyo que no es necesario utilizar porcentajes de toros muy elevados (5-8%) en campos con potreros extensos y sucios.

 

  • “Encerrar las vaquillonas para el servicio”

El conocimiento el comportamiento del GSA comentado anteriormente, puede ayudar a entender que la naturaleza es sabia y todo funciona a la perfección en ella. No es necesario encerrar a las vaquillonas a la noche en un corral durante la época de servicio para ayudar al toro. A lo largo de tantos años trabajando en la cría vacuna nunca he realizado este encierre y los resultados me han confirmado que no es necesario hacerlo.

 

  • “A las vaquillonas ponerle toros con experiencia”

Para derribar este mito me voy a basar en los datos reproductivos logrados en un campo, “El Gato” en Adelia María, donde trabajé más de 10 años. En dicho establecimiento se entoraban anualmente 500 vaquillonas de 24/26 meses de edad con 10 toros Angus Colorados de 2 años de edad de Alta CS al 2%. Los toros se compraban para ese fin durante todos los años, luego al otro año pasaban a servir a los rodeos de vacas y se volvían a comprar otros 10 toros.  La preñez a lo largo de esos años y dependiendo de cómo llegaban las vaquillonas al servicio y el clima que determinaba la disponibilidad forrajera, siempre estuvo entre el 92% y el 97%.

 

  • “No tener en cuenta la edad de los toros al asignarlos y distribuirlos en los rodeos”.

Para atender la dominancia de los toros de acuerdo a su edad debemos comenzar por una correcta “identificación” de los mismos. Los toros identificados por su edad facilitan su distribución para los diferentes rodeos. Es sabido que los toros vírgenes y los de mayor edad (7/8 años) son subordinados de los toros de 3/6 años considerados “atletas sexuales”, es recomendable usar los toros vírgenes siempre solos en un rodeo. Lo ideal sería usarlos con las vaquillonas y los de US (último servicio), pudiendo usarse a 1% más que lo que se usa en los otros rodeos.

 

  • “Los toros se vienen muy abajo y se les va a acabar el semen”.

Un rodeo bien alimentado y por consecuente cíclico, hay una gran actividad sexual durante los primeros 40/45 días.  Luego en el transcurso del servicio en los otros 45 días, los toros se van recuperando al haber menos celo por haberse ya preñado las vacas. Un toro con una circunferencia escrotal (CE) de 35 cm que es un tamaño adecuado promedio, los testículos pesan aproximadamente 460 gr. y el 87 % del peso testicular es parénquima testicular. De los 400 gr. de este tejido testicular productivo cada gramo de parénquima produce 15 millones de espermatozoides por día, por ende, los 400 gr. producen 6 mil millones de espermatozoides por día. ¿Después de lo mencionado quien puede pensar que a un toro en servicio natural se le puede acabar el semen? 

 

  • “Los toros a medida que se lesionan durante el servicio deben ser reemplazados”.

Es válido mencionar en qué momento es importante reemplazar a un toro que es retirado del servicio por alguna lesión de carácter grave o muerte. Es razonable que todo toro que sea retirado dentro de los primeros 15/20 días del servicio debería ser reemplazado. Es por eso que cuando uno recomienda utilizar el 2 % de toros de Muy Alta o Alta CS siempre se debe tener un 0,5 % de toros suplentes lo que determina el stock total de toros de un campo debería ser de 2,5% sobre el total de vientres a entorar. Siempre es bueno aclarar para que no haya mal interpretaciones que el “sentido común” debe primar siempre.

 

  • “Al final del servicio ven una vaca en celo y le agregan un toro”.

En alguna recorrida en el último mes de servicio es factible ver una vaca en celo y muchas veces los criadores le agregan un toro al rodeo. Ello trae como consecuencia la factibilidad de que se observen lesiones en los toros por las peleas entre sí por la competencia que genera ese aumento del % de ellos sobre las vacas vacías. El mismo número de toros cuando iniciamos el servicio va aumentando el % de los mismos al irse preñando vacas todos los días y por lo tanto las vacas a cubrir por los toros cada día son menos. Por lo tanto, a no preocuparse siempre y cuando no ocurran problemas graves.

 

  • “Los toros que compro deben llegar al campo con tiempo para aclimatarse” Siempre soy partidario de dar ejemplos para argumentar que esa afirmación no es válida y como dice el refrán “para muestra vale un botón”. En un ensayo de San Rafael de 9 toros con 300 vacas en 7.000 has, esos toros fueron comprados en Benito Juárez en la Pcia de Bs As, viajaron más de 1.000 km y llegaron con menos de 1 semana al campo donde fueron echados a ese potrero inmenso y el resultado fue un éxito.

 

  • “Los toros ya los revisé el año pasado y la preñez fue excelente”.

En muchas oportunidades observo este comentario y sobre todo con la Prueba de CS en los toros. Muchos criadores piensan que los toros son “irrompibles” y por mi experiencia les aseguro que no es así. Todos los años el toro tiene la posibilidad de sufrir alguna lesión y ser rechazado. Con ese toro que mandamos a mercado nos permite pagar los honorarios de por lo menos 20 toros revisados. Por lo tanto, no vale la pena arriesgar un resultado y es un mito que se cae por su propio peso. Es importante que el criador considere a la revisación de los toros como una tarea que se debe hacer anualmente e incorporarla en su calendario.

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