La mala noticia para los tambos se las está dando el clima. El año pasado la seca les pegó fuerte a mucho y este año la falta de precipitaciones sigue complicando a vastas cuencas lecheras, que entonces obtienen menores niveles de productividad.
Por la falta de lluvias en el año la oferta de leche cayó 10% y se espera que al cierre de 2024 la producción termine entre 4% y 6% abajo del año pasado. Esto también ayuda a que el precio mejore y en este contexto de bajo valores de los granos el margen se mantenga.
Vale destacar que la mayor parte de la caída se registra en las dos principales cuencas lecheras, Cordoba y Santa Fe, que por la falta de agua registran una diminución en la producción de 12% respecto del período enero/agosto del año pasado.