Producir XXI, abril 2025
En el futuro, una granja láctea, además de producir leche, podrá cultivar carbono en sus tierras

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Extracto de la entrevista l MV Eduardo Fernández, experto en desarrollo de tambos de Nestlé España, que coordina los programas para reducción de emisiones en las granjas que suministran leche a la multinacional suiza en Galicia, Asturias y Cantabria El mismo proyecta el futuro de las lecherías globales.

Reducir nuestra huella de carbono y producir de manera más sostenible.
La preocupación por el medio ambiente y el calentamiento global ha ido calando en los últimos años en todos los niveles de la sociedad, trasladándose también a la agenda pública y normativa, de manera que tanto la nueva Política Agraria Común (PAC) como las legislaciones nacionales de los distintos países ponen cada vez más el foco en la sostenibilidad.
Las empresas lácteas no son ajenas a esta nueva demanda de los consumidores. La multinacional suiza Nestlé, con presencia en Galicia gracias a su factoría de Pontecesures (que procesa alrededor de 100 millones de litros de leche), está llevando a cabo desde hace 3 años un programa a nivel de sus granjas proveedoras para tratar de reducir la huella de carbono de la materia prima que transforma.
Nestlé está desarrollando 3 proyectos diferentes que a su vez convergen en el mismo objetivo, que es reducir nuestra huella de carbono y producir de manera más sostenible.
El primer proyecto, de Fomento de la Biodiversidad empezó en 2020 con SEO-Birdlife para medir y diagnosticar el nivel de biodiversidad que había en las parcelas e instalaciones, utilizando las aves agrícolas como indicadores de la calidad del ecosistema.
El segundo proyecto, llamado Net Zero, es el más importante en cuanto a objetivos y a recursos utilizados. En 2019 comenzaron a medir la huella de CO2 de un número representativo de explotaciones para conocer el factor de emisiones y establecer un punto de partida y a partir de ahí construir una hoja de ruta para cumplir los compromisos de reducción de emisiones que marca la compañía (un 20% para 2025 y un 50% para 2030, siendo el objetivo final ser neutrales en carbono en 2050). En 2021 empezaron a implementar medidas para reducir las emisiones de efecto invernadero de las explotaciones.
Por último, hay un tercer programa de Agricultura Regenerativa con el que Nestlé intenta fomentar prácticas agrarias y de manejo de la explotación que mejoran la salud del suelo, protegen los cursos de agua, reducen la dependencia de insumos químicos y aprovechan la tecnología para el manejo más eficiente de animales y de cultivos.
Las ganaderías reciben los incentivos económicos por parte de Nestlé
En las inversiones necesarias en la granja para reducir las emisiones de efecto invernadero la Empresa invierte la misma cantidad que el ganadero. Por otra parte, en septiembre de 2023 Nestlé implementa un incentivo en precio de leche llamado bonus de sostenibilidad a través la implementación de prácticas correspondientes a 4 bloques: Reducción de gases de efecto invernadero, Agricultura Regenerativa, Biodiversidad y Medio Ambiente y el 4to Bienestar Animal.
Principales factores que inciden en la huella de carbono de una ganadería de leche:
- Las emisiones entéricas, debido a la digestión ruminal, representan entre un 30-40% del total.
- La producción del alimento (tanto por el impacto del alimento comprado, especialmente la soja, como por el impacto del alimento producido por el ganadero (prácticas de laboreo, insumos químicos…). Este impacto también representa entre un 30-40% del total.
- Las emisiones provenientes del manejo y almacenamiento del purín y estiércol (10-20% del total).
Hay otros factores que representan un porcentaje muy pequeño de la huella de una granja, como puede ser el consumo energético, o el transporte de insumos a la granja.
Las granjas pueden actuar de muchas maneras: en la producción de alimentos, reduciendo fertilizantes y con acciones de laboreo reducido; en las emisiones entéricas, reduciéndolas con aditivos alimenticios o aumentando la digestibilidad de los alimentos; reduciendo la tasa de recría, cubriendo las fosas de purín, produciendo biogás con el mismo, etc. Otra opción es el secuestro de CO2 en las parcelas agrarias con prácticas de agricultura regenerativa.
Nestlé está apostando en varios aspectos:
- En el bienestar y, por tanto, en el aumento de la productividad de los animales. Las emisiones se miden en Kg de CO2 equivalente/ kg de leche producida, por lo tanto, cuanto más eficaz seas por unidad de producción, más se reduce tu huella.
- Esto es válido también para los cultivos. Se están colocando muchos sistemas de ventilación y humidificación de los establos para mejorar el bienestar animal y evitar la caída de producción en verano debido al estrés por calor de las vacas. Aumentando la salud y la longevidad también se reduce la huella de carbono, debido a que disminuye la recría necesaria, que son animales que están produciendo metano sin producir leche.
- En el almacenamiento del purín, se fomenta la cobertura de fosas y la instalación de separadores de purín, que son inversiones para las que colaboraran con los ganaderos en su financiación.
- En la reducción de metano por la fermentación entérica con un aditivo alimenticio que reduce en más del 30% estas emisiones y que se incorpora a las raciones de alimentación del ganado a través de los concentrados.
- También se han instalado placas solares en más de 30 granjas.
- Finalmente, con muchas de las prácticas del programa de Agricultura Regenerativa, también se obtienen reducciones y secuestro de CO2, como la introducción de leguminosas en los cultivos.