Producir XXI, octubre 2022
Bacterias del ácido láctico: las bacterias buenas utilizadas como probióticos para rumiantes
Bruno I. Cappellozza y
Giuseppe Copani
Equipo Técnico de Chr-Hansen internacional
La selección genética y la evolución de los sistemas de producción han llevado a que las vacas lecheras produzcan cada vez más. Así, ellas se han transformado en verdaderas atletas que pueden responder con más producción ante una adecuada nutrición y manejo, logrando de esta manera maximizar el retorno económico sobre la inversión. Sin embargo, la etapa de transición entre el final de la gestación y el inicio de la lactancia constituye un gr
Los productores de carne y leche enfrentan desafíos para su rentabilidad: altos costos, problemas de clima, estrés, afecciones sanitarias, etc. Así, será clave la utilización de diferentes tecnologías que promuevan la salud, el rendimiento y la rentabilidad de las operaciones de ganado de carne y leche.
Las pérdidas de la transición
Los aditivos probióticos se encuentran entre las tecnologías que respaldan la salud y el rendimiento del rebaño. Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud del huésped. Esta definición clásica refuerza el sentido bien conocido de que un rebaño más saludable tendrá un mejor desempeño productivo general y una mayor rentabilidad.
Las bacterias lácticas (LAB) son una gran herramienta
Diferentes tipos de microorganismos probióticos se incluyen comúnmente en las dietas de los rumiantes, como levaduras vivas, Bacillus spp. y bacterias del ácido láctico (LAB). Entre las LAB, Enterococcus spp. y Lactobacillus spp. son las especies bacterianas más utilizadas en el mercado de rumiantes. En general, estas bacterias pueden sobrevivir y crecer en diferentes rangos de pH (de ácido a básico), en presencia de los principales ácidos grasos volátiles (acetato, propionato y butirato) que se encuentran en el rumen luego de la fermentación del alimento, y en presencia de sales biliares en el tracto gastrointestinal (TGI).
Además de prosperar y resistir las condiciones más desafiantes en todo el TGI del ganado vacuno y lechero, las LAB producen y liberan una amplia gama de diferentes compuestos que son responsables de prevenir o aliviar los efectos negativos de bacterias potencialmente dañinas, como Escherichia coli y Salmonella. spp.
Las LAB también protegen el TGI inferior
Como segundo modo de acción, las LAB también alivian el daño potencial causado por diferentes bacterias patógenas en el TGI inferior a través de la producción de compuestos antimicrobianos llamados bacteriocinas. Así las bacterias ácido lácticas también actúan reduciendo el número de bacterias patógenas que se unen a las células intestinales en el TGI inferior de los animales. Una integridad más fuerte de las células intestinales y el entorno del TGI es beneficiosa para la salud general de los animales, lo que dificulta que los compuestos no deseados crucen el revestimiento de las células intestinales, lleguen al torrente sanguíneo y desencadenen una respuesta inflamatoria en el cuerpo del animal huésped. En conjunto, los beneficios de las bacterias ácido lácticas (LAB) en el rumen y la salud del TGI inferior mejoran la salud general del rebaño y así los animales sanos son más productivos y rentables.