Estabilidad forrajera: Ganadería con foco en el ambiente

Ing. Agr. Osvaldo Panero

Asesor privado

oapanero@gmail.com

Por la cantidad de virtudes y de aptitudes que tiene nuestra Argentina para abastecer la demanda nacional y mundial de carne, concluiremos, que la actual coyuntura sin dudas será superada con éxito.

Oportunidad ganadera

Hoy vemos con satisfacción nuestro regreso al top 5 de exportadores de carne vacuna para los primeros meses de 2019. La amplitud geográfica de nuestro norte (NEA y NOA) y los ambientes marginales (para la agricultura) de la región central, serán sin duda la base para el despegue de nuestra ganadería, basada en la producción de pasto.

En todos los ambientes que engloba esta macro región ganadera argentina, las forrajeras tropicales y templadas, gramíneas y necesariamente también leguminosas, juegan un rol fundamental, junto a los cultivos de reservas forrajeras a base de silajes y granos producidos en la misma región y en los mismos ambientes.

El concepto ganadería con foco en los ambientes es de crucial comprensión y ello nos llevará a salir de paradigmas estrictos de praderas monofíticas que quitan ESTABILIDAD al sistema forrajero.

Forrajeras según ambiente

Comencemos identificándonos con la región del NEA: Entre Ríos, Corrientes, Formosa, Chaco y Santa Fe.  Es una zona muy heterogénea, donde nos encontramos con diferencias notables de suelos en superficies acotadas. Cuenta con lluvias en abundancia para la producción forrajera en general, veranos muy cálidos e inviernos benignos generalmente secos y con heladas, que limitan el crecimiento de las forrajeras tropicales o C4.

Corrientes, provincia ganadera por excelencia, no escapa a esta situación de mosaico de ambientes que requieren de una planificación ajustada del uso del recurso suelo. En general los suelos correntinos tienen muy poco fósforo disponible para la producción de pasto, y que para que la misma sea posible, es necesario corregir esta deficiencia, mediante la fertilización al momento de la siembra lo que implica mayores costos de producción.

  • Setaria sphacelata

Para la zona sur de Corrientes y el norte de Entre Ríos, podemos decir que Setaria sphacelata es una de las forrajeras tropicales más indicadas para situaciones de encharcamientos intermitentes. La variedad comercial más utilizada en Argentina es Narok.

Es una especie con buena respuesta aún con frío, se adapta muy bien a suelos de textura pesada y de poca profundidad, y también a las deficiencias de fósforo. Mediciones de producción forrajeras que nos hablan de 8000 a 12000 kg de MS/HA/AÑO, y producciones potenciales de carne de hasta 400 kg por ha/año.

Implantación: requiere de un buen control de malezas (gramíneas nativas anuales o perennes) ya sea mediante laboreos mecánicos, o control químico, ya que es sensible a la competencia en estado de plántula.

Consociaciones de forrajeras

La consociación con especies de hábito de crecimiento rastrero y de probada adaptación a la zona, mejora la cobertura, la producción forrajera y le da estabilidad al sistema: por ejemplo, Grama Rhodes callide, a densidades promedio de 5 kg/ha de Setaria + 2 kg/ha de Grama rhodes.

Remanente seco de Setaria Narok,con rebrote de 20 cm. en las matas.

Grama Rhodes Callide (TETRAPLOIDE). Sur de Corrientes suelo de ex arrocera.

En lotes de ex arroceras, donde el remanente de fertilidad dejado por el cultivo agrícola es realmente interesante para producir forraje, estas especies, puras o consociadas funcionan muy bien.

También se torna interesante la posibilidad de asociar a la Setaria a especies forrajeras de crecimiento invernal, aprovechando los espacios de suelo que deja descubiertos la Setaria. Las experiencias de Setaria Narok asociadas a Lotus coprniculatus son excelentes y de esta manera, introducimos una leguminosa a nuestro sistema capaz de fijar Nitrogeno

  • Grama rhodes Tetraploides

Encuentran también en el norte de Entre Ríos y sur Correntino un ambiente excelente de adaptación, con ventajas concretas sobre su rápida implantación y cobertura total de suelos por el hábito estolonífero. Las densidades de siembra de Grama rhodes Tetraploides están notablemente influenciadas por la calidad de la semilla, pero varían entre 5 y 8 kg/ha.

  • Lolium multiflorum

Durante los últimos años (diría yo 15 y por el excelente trabajo de introducción y evaluación desarrollado por INTA MERCEDES) el Lolium multiflorum (Raigrás anual) se ha convertido en un recurso infaltable en los esquemas ganaderos del Norte Entrerriano y Sur Correntino.

Es además, un complemento ideal en las rotaciones cortas con el cultivo del arroz y antecesor inmejorable para la implantación de pasturas tropicales en los mismos sistemas de rotaciones agrícola/ganaderas de nuestro litoral. 

  • Brachiaria brizantha

En el Norte de Corrientes y Misiones tenemos otro tipo de situaciones, la lomada arenosa, de suelos más profundos y no anegables, permitiendo el crecimiento y adaptación de variedades e híbridos de Brachiaria brizantha, siendo la más difundida Marandu.

Son dos situaciones bastante extremas en cuanto al punto de partida de la inversión, pero que representan entre 225 y 314 kg de carne por hectárea de inversiones a amortizar en 5 años pero que sabemos que desde el punto de vista financiero, deben afrontarse al inicio. Por lo tanto con el diferencial de producción del primer año prácticamente cubrimos el costo de implantación de las forrajeras aun en esta etapa de insumos dolarizados y kg de carne pesificado.

Conclusiones y desafíos:

  • Nuestra nueva ganadería será la que pueda desarrollarse en ambientes no directamente competitivos con la agricultura.
  • La incorporación de forrajeras DIVERSIFICADAS en cada ambiente de la mano del asesoramiento y la planificación, es la herramienta que abre la puerta a la sustentabilidad.
  • La investigación en nueva genética de leguminosas tropicales, debe necesariamente comenzar a dar frutos concretos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

siete + 13 =