Como es normal en esta época del año, “El Niño” se encuentra en su etapa de disipación, para dar lugar al desarrollo de un nuevo estado del sistema climático, que dará su marco a la Campaña Agrícola 2024/2025.
Las imágenes adjuntas permiten apreciar el desarrollo estacional del clima a lo largo del año en curso, a través de la precipitación relativa, es decir la proporción porcentual entre la lluvia registrada o prevista y el promedio normal 1991-2020.
El verano terminará con vastas áreas, incluyendo buena parte de la Zona Núcleo, con precipitaciones leve a moderadamente (amarillo a naranja), mientras sólo algunas zonas habrán recibido aportes normales (tonos de verde) o superiores a la media (tonos de celeste) (Figura 1), mientras el régimen térmico se moderará considerablemente.
El Otoño (Figura 2) prevé un final temprano de las precipitaciones en la mayor parte de la Región Pampeana, el sur de la Mesopotamia y la mayor parte del Uruguay, pero el NOA, el Paraguay, la Región del Chaco y el norte de la Mesopotamia recibirán aportes generosos, a la vez que no se presentará el riesgo de heladas tempranas.