Producir XXI, septiembre 2020

Recuperar $9 por cada $1 invertido

Afecciones podales en toros reproductores

Med. Vet. Dr. Enrique Pofcher

Especialista en podología bovina

enrique.vet@hotmail.com

Al hablar de salud animal lo común es pensar en enfermedades infecciosas, nutricionales, parásitos, problemas reproductivos, pero muchas veces se deja de lado las patas, pero sin una correcta salud podal, no podrían desplazarse para comer, ir a beber, tampoco podrían reproducirse.

¿Las causas?

Son diversos los factores que podemos enumerar: desconocimiento de que existen técnicas en podología que pueden salvar la vida del animal. También vaivenes en la economía que, en ciertos casos, obligan a vender un animal con afecciones podales debido a su bajo precio en el mercado. También es verdad que la podología bovina no está muy difundida en nuestro país y, las técnicas empleadas por algunos “valientes”, no son muy efectivas al tratar un animal rengo.

Es mejor prevenir que curar

Sucede que cuando levantamos la pata de un bovino que se detectó para tratarlo cuando está rengo ya es tarde porque el animal ya está dolorido. Veamos entonces, según el sexo o categoría del bovino, cómo se ve afectado su desempeño si es que se encuentra rengo.

Una vaca: no va a dejar montarse por otras vacas cuando está entrando en celo ni por el toro cuando lo esté. Y, si está preñada recientemente, el dolor causa liberación endógena de prostaglandina la cual, es la misma que utilizamos en la sincronización de celos para romper el cuerpo lúteo. Como resultado obtendremos un aborto o reabsorción embrionaria (esto se verá como una repetición del celo).

Un novillo de engorde: al disminuir su consumo diario de alimentos, su aumento diario de peso será menor al esperado.

Un toro en servicio: va a dejar de armar el grupo sexualmente activo y no va a montar las vacas que presentan celo.

Pongamos algunos números en la mesa para intentar llegar a ver mas claro cuál es el problema económico de tener un toro incapacitado para cumplir su función. Les propongo una cuenta imaginaria para ejemplificar la problemática de tener toros rengos. Un rodeo de 600 vientres para dar servicio. Con un 4% de toros son 24 toros.

En general, lo que vemos en la práctica con respecto a la podología es que entre el 5 y el 7% de los toros de rodeo general tienen problemas podales. Si tomamos el 5% como un valor este campo tendrá 1 toro con problemas en su locomoción (me parece indicado hacer hincapié que tranquilamente este numero puede ser muy superior).

Los $ perdidos por 1 toro rengo

Este animal no va a poder servir a sus 25 vientres que tiene destinado, o por lo menos no a todos (dependiendo cuándo ocurra su renguera y cuánto dure). Tomemos entonces que la mitad de esas 25 vacas quedan vacías por culpa de ese toro, esto nos da 12 vacas que no van a destetar un ternero.

12 terneros x 160 kg al destete: 1920 kg de ternero x 100$/kg: $192.000 que se dejan de facturar.

Haciendo prevención en podología, esos 24 toros que trabajan con las 600 vacas, podrían haber sido revisados y tratados de ser necesario, con una revisión anual antes del servicio por un especialista en un dia de trabajo. La inversión hubiera sido alrededor de 250 kg de novillo (estos valores son de referencia y pueden variar) y entonces 250kg x 85$/kg novillo: $21.250 invertidos por año.

La relación costo beneficio seria entonces que por cada $1 invertido el retorno de dicha inversión son $9.

Los toros sufren afecciones podales

Los toros dedicados a la producción de carne también tienen afecciones podales y son mucho más frecuente de lo que uno se puede imaginar.

Foto 2
Fractura de muralla vertical
Toro con un muy mal aplomo en sus miembros ante- riores, produce mal crecimiento de la pezuña

Problemas de un toro rengo:

  • Aumenta la tasa de descarte.
  • Aumenta la mortandad.
  • El toro se rehúsa a saltar
  • Aumentan los costos de tratamientos.
  • Se afecta el ciclo reproductivo en vacas.
  • Aumenta el costo de mano de obra.

 Posibles causas de afecciones podales

 Son multifactoriales, seguido enumero algunas, pero seguramente haya más:

  • Genética
  • Manejo
  • Condiciones climáticas
  • Alimentación y nutrición
  • Instalaciones
  • Bienestar animal
  • Recortes de pezuñas mal realizados

Al seleccionar toros buscamos animales longevos, que puedan ser productivos en el rodeo durante mucho tiempo. Un problema podal, definitivamente, puede ser una causa que afecte la longevidad del reproductor. Es necesaria la evaluación de sus aplomos y la conformación de sus pezuñas. Es bastante frecuente que, ante una consulta de renguera de un toro el problema se deba a que están mal aplomados, presentan patologías podales hereditarias como por ejemplo la llamada “pezuña en tirabuzón”.

La alimentación de los animales, en especial los de cabaña previo a alguna exposición, es un punto fundamental. Para que gane mucho peso en muy poco tiempo es necesario que consuma mucho hidrato de carbono. Es decir, menos fibra de la que necesita para mantener su fisiología digestiva de manera correcta. Esto concluye en una acidosis metabólica generando diversos problemas al animal, entre ellos sus pezuñas se verán afectadas.

Otro punto también relacionado a las exposiciones es el repaso de pezuñas, con recortes excesivos, sin respetar ninguna estructura anatómica. Terminan lastimando partes sensibles de la pezuña, y lo que era un recorte de belleza finalmente resulta en una lesión podal causada por el operario.

Generalmente los toros sufren afecciones podales principalmente en sus miembros anteriores (en un 60% de los casos) y un 40% de los casos en sus miembros posteriores. Además de las lesiones más comunes que comentaremos, es muy común encontrar afecciones llamadas “altas” o que no ocurran en las pezuñas, por ejemplo la bursitis de tarso, que consiste en una inflamación en dicha articulación, causada por sobrecarga en la misma debido a sobrepeso o a un mal aplomo.

¿Que lesiones podemos encontrar?

No todo es pietin. Este es un término muy usado que engloba básicamente toda causa de renguera. “El toro tiene pietin”, y se refieren a que el animal está rengo. Con esta palabra no sabemos cuál pudo haber sido la causa.

Clasificar y nombrar correctamente las distintas lesiones podales es muy útil. Hay muchas clasificaciones, yo uso una muy simple y básica:

  • Enfermedades infecciosas: dermatitis digital y flemón
  • Enfermedades no infecciosas: enfermedad de la línea blanca, laminitis, ulcera de suela, fractura de muralla, etc.

Y acá está el punto clave, por ejemplo, si tenemos un toro con una fractura de muralla (ver foto) si pasamos al animal por pediluvio o le inyecto un antibiótico el toro no va a mejorar. Conocer con precisión la enfermedad nos va a permitir llegar a encontrar la causa que la provocó.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

8 + uno =