Lespedeza striata: interesante propuesta para sistemas productivos agrícolo-ganaderos en suelos con limitantes
Ing. Agr. Franco Fraunhofer
francofra@smartcampo.group
En la vorágine del día a día, optamos por utilizar especies ya conocidas y ampliamente desarrolladas. Pero ¿conocemos que contamos con variantes útiles y aplicables para cada zona?
Incorporando alternativas útiles
Los sistemas agropecuarios de nuestro país han ido evolucionando y de la mano de la tecnificación hemos podido ser cada vez más precisos en nuestras actividades. Sin embargo existen ciertas condiciones geomorfológicas limitantes en cada zona que han impedido la utilización de un sinnúmero de especies muy difundidas en todo el país, y es por ello que se ha abierto un abanico de variantes frente a estos escenarios.
En esta oportunidad comentamos el cultivo de Lespedeza (Kummerowia striata, o Lespedeza striata), una especie herbácea adaptada a climas subtropicales y suelos con moderada a baja fertilidad. Este cultivar se caracteriza por ser una leguminosa anual de crecimiento semi-erecto de hasta 50 cm de altura y numerosos tallos delgados algo pilosos al igual que los bordes y hojas trifoliadas.
Se reproduce por polinización cruzada o autofecundación, y según el método la corola de sus flores presentará color púrpura o bien será poca vistosa, respectivamente. Los frutos se diferencian por ser vainas de color marrón claro que en su interior contienen semillas color negro con moteados rojizos.
Época y densidad de siembra
Buena preparación del lote para generar un buen contacto semilla-suelo. La siembra se realiza primavera – verano o principios de otoño y se puede ejecutar al voleo o en líneas, tapando ligeramente la semilla y con compactación posterior.
Densidad de siembra de 10-15 kg/ha en caso de que se utilice como cultivo puro o de optar por consociar la pastura con gramíneas, utilizar unos 5-7 kg/ha que permita el normal desarrollo de las especies intervinientes en la mezcla.
¿Fertilizo? ¿Cuánto produce?
Si bien es una especie que tolera la baja disponibilidad de nutrientes, varios estudios han comprobado que la fertilización con fósforo y potasio son necesarias para generar una correcta implantación.
El rendimiento forrajero de la pastura pura sin previa fertilización fosfórica oscila alrededor de 2900 kgMS/ha, y con fertilización dicho número aumentó hasta 4500 kgMS/ha (Altuve y col., 1993). En condiciones pastoriles la producción promedio de 2 años fue de 1326 kgMS/ha en una mezcla de Lespedeza y Setaria (INTA EEA Santa Clara y Yuquerí).
Aspectos destacados
La incorporación de la especie a las mezclas genera una cierta estabilidad en la cadena forrajera, ya que cuando declina la producción de las forrajeras templadas a finales de la primavera, es la Lespedeza la que comienza con su aporte de forraje manteniendo así una oferta equilibrada en las diferentes estaciones del año.
La posibilidad de un doble cultivo es viable ya que el ciclo de producción de la especie es complementario con los cereales y verdeos de invierno, generando así mejor aprovechamiento de la superficie a lo largo del año.
No menos importante, es que para el éxito de este cultivo dentro de una mezcla forrajera es necesario fomentar su persistencia manteniendo un remanente de 20-40 cm de altura que evite el sombre de las gramíneas o que el suelo quede descubierto.
Consideraciones finales
“¿Qué la hace diferente frente a otras especies?”
- Tolera anegamientos periódicos en algunos ambientes
- Resiste la baja disponibilidad de nutrientes, en especial fósforo (P)
- Soporta suelos ácidos
- Avanza en suelos con poca profundidad efectiva
- Alto potencial de semillas (resiembra natural o cosecha)
Genera estabilidad en las pasturas y aumenta la producción secundaria - Posibilidad de doble cultivo
