Octubre 2021

Sustentabilidad

La Ganadería Regenerativa, oportunidad de rentabilidad y resiliencia

Ing. Pablo Borrelli – Ovis 21 – Savory Institute

Extractado de TodoAgro 

En esta nota se hacen aseveraciones en su parte final que Producir XXI no comparte totalmente, como que habría evidencia acerca de que los sistemas ganaderos tradicionales pastoriles perjudican el medio ambiente. Sin embargo, los conceptos básicos de la nota misma nos parecen muy interesantes y por eso la difundimos.

 

¿Qué es la ganadería regenerativa?

La regeneración es un nuevo paradigma que permite lograr un negocio rentable mientras se acrecienta el capital social (desarrollo de personas y equipos) y el capital biológico (suelo, agua, biodiversidad) en el mismo proceso. Implica todos a la vez, no unos a expensas de otros.

Más allá de esta definición general, podríamos decir que es una tecnología de procesos que se encuadra en la biomímica, es decir imitar el diseño de la Naturaleza, en lugar de confrontar con ella. Son sistemas pastoriles de alta productividad con bajo a nulo nivel de insumos. Son sistemas rentables y resilientes frente a un contexto cambiante de precios y clima.

Desde el punto de vista del paisaje, la ganadería regenerativa promueve el diseño de paisajes donde la biodiversidad y funcionamiento ecosistémico son recuperados, revirtiendo la tendencia humana a destruir paisajes como si esto fuera una consecuencia inevitable, justificada por la necesidad de satisfacer las demandas de una población creciente (habitación, alimentos y fibras).

Los productos regenerativos pueden ser diferenciados en el mercado y capturar el valor agregado ambiental y social que conllevan. A modo de ejemplo, hace 10 años que Ovis 21 es proveedor de lanas regenerativas en el mundo. Los productores reciben precios diferenciales y se convierten en proveedores calificados, fuera del segmento de los commodities.

Otro atributo relevante de la ganadería regenerativa es la capacidad de producir servicios ambientales que se pueden comercializar.

La ganadería regenerativa permite aumentar la biodiversidad, la captura de agua en el suelo y secuestrar carbono atmosférico. Es una forma de “Carbon Farming”.

Frente a la gravedad del cambio climático y la degradación ambiental global, que amenaza con situaciones extremadamente conflictivas en el mediano plazo (menos de 20 años), la ganadería regenerativa permite posicionar a la actividad del lado de las soluciones, en lugar de ser parte del problema.

¿Qué principios la sustentan?

Una nueva mirada

La regeneración comienza en la manera de tomar decisiones. No es posible generar algo nuevo utilizando las mismas decisiones que nos llevaron a donde estamos. Se requiere pasar de una manera lineal de tomar decisiones a una que sea holística. Esto implica reconocer la compleja relación entre los componentes sociales, ambientales y económicos de los sistemas y tomar decisiones utilizando un contexto holístico.

Buscar biodiversidad y especies perennes

El diseño natural durante millones de años resultó en comunidades complejas, dominadas por especies perennes. Las comunidades de anuales solamente son naturales en los desiertos extremos. La ganadería regenerativa busca perennizar los sistemas y promover la biodiversidad en sentido amplio: en la biota del suelo, en la vegetación, en la microfauna, en los herbívoros domésticos, en la fauna. Especies nativas y exóticas pueden ser utilizadas, convivir y regenerar tierras. En los esquemas ganaderos, la ganadería regenerativa busca reducir o eliminar los cultivos anuales forrajeros, con excepción de los que puedan realizarse sobre el tapiz perenne (Pasture cropping) o los que sean cultivos de servicio en rotaciones agrícolas.

Suelos biológicamente activos: fertilidad natural

Los mecanismos biológicos de la fertilidad de los suelos son la nueva frontera de la ciencia agronómica. La regeneración apunta a suelos con fuerte actividad de hongos y bacterias, buscando lograr la máxima funcionalidad de las micorrizas (suelos fúngicos). En estos casos, las micorrizas y bacterias asociadas proveen los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas hospedantes, a cambio de una porción de la energía solar capturada por la planta. Para promover estos mecanismos complejos de fertilidad natural, se requiere evitar o minimizar los disturbios que afectan negativamente a la biota del suelo: labranza, herbicidas, fertilizantes solubles.

Incorporar/mantener árboles en el paisaje

Los árboles tienen roles ecológicos importantes como el de crear suelos fúngicos, regular las condiciones micro climáticas, bombear nutrientes desde capas profundas del suelo, generar hábitat para organismos beneficiosos, y generar oportunidades de diversificación productiva. La ganadería regenerativa promueve la mantención del estrato arbóreo bajo planes de manejo en zonas boscosas como el Chaco y la incorporación de árboles en los lugares donde sea posible.

Hacer funcionar a pleno la bomba de carbono

Los pastizales y pasturas son verdaderas “bombas de carbono”. A través de la evolución, se han adaptado a una fase de carga, que consiste en la acumulación de biomasa aérea y subterránea (cuya dimensión depende de la zona y de las especies), alternada con una fase de descarga, que supone procesar la biomasa y generar una redistribución de recursos. El rol natural de los herbívoros, desde el comienzo de la evolución, es el de descargar la bomba para poder reiniciar el ciclo. El manejo tradicional del pastoreo altera la bomba de carbono, porque provoca una disrupción de este ciclo de acumulación y pastoreo esporádico. La ganadería regenerativa implica planificar el pastoreo para restablecer este ciclo natural. Los suelos negros (molisoles) que sustentan nuestro sistema agrícola son el resultado de milenios de funcionamiento de la “bomba de carbono”.

¿Cómo se aplica en la práctica?

Existen varias escuelas y prácticas que pueden producir regeneración. El manejo holístico, desarrollado por Allan Savory, provee el marco de toma de decisiones y los principios básicos para lograr regeneración en sistemas ganaderos. Se aplica desde hace 13 años en Sudamérica son resultados muy consistentes y alentadores. Otras propuestas como el Pastoreo Racional Voisin y sus variantes, el Keyline Design, pueden regenerar tierras y se encuadran dentro del esquema de ganadería regenerativa.

La planificación del pastoreo se realiza dos veces al año, se utiliza una guía (ayuda-memoria) y una planilla de papel. La planificación permite recrear pulsos de pastoreo y descanso que permiten restablecer el funcionamiento ecosistémico, lo cual a su vez aumenta la producción de forraje. Los animales se agrupan y se planifica su movimiento para que estén en el lugar correcto, durante el tiempo correcto y por las razones correctas. El principal insumo para esta mejora es sentarse a conversar y tomar decisiones con el equipo de trabajo. El proceso implica un aprendizaje continuo y el desarrollo de las personas. Cuando se arranca desde pastoreo continuo, la respuesta promedio de los pastizales es la duplicación de la oferta forrajera en 3-4 años. Los costos de este incremento son muy bajos. En el manejo holístico no se requieren inversiones iniciales de infraestructura para comenzar, se empieza desde “lo que hay”, con excepción de los lugares donde la provisión de agua de bebida no permite amalgamar lotes.

El Manejo Holístico es una forma avanzada de manejo adaptativo. Se monitorea la regeneración, la condición de los animales, los índices productivos y las finanzas. Si los resultados no van en la dirección deseada, se revisan las decisiones y se corrigen. No hay recetas sino principios y observación.

La ganadería regenerativa requiere de personas comprometidas y capacitadas, lo cual indica que el factor crítico son los recursos humanos. Se entra a la ganadería regenerativa a través de un proceso educativo.

¿Se puede medir la regeneración?

Un predio califica como regenerativo por sus resultados más que por las prácticas involucradas. La regeneración de tierras se puede medir, y los atributos principales del proceso son: a) el aumento de cobertura perenne o el mantenimiento del suelo cubierto. b) el aumento de la tasa de infiltración c) el aumento de la biodiversidad d) el aumento de la productividad primaria (y el forraje) y e) el aumento del stock de carbono del suelo.

El Savory Institute desarrolló el Ecological Outcome Verification (EOV), una metodología que provee una métrica accesible pero robusta para poder evaluar la regeneración de pastizales. En estos momentos se aplica en 20 lugares del mundo, ubicados en 5 continentes. En Argentina hay unos 70 predios que tienen instalada su línea de base EOV.

Los datos generados con EOV como método de monitoreo y reporte pueden ser convertidos en Unidades de Regeneración para que el productor pueda comercializar los servicios ambientales prestados y ser retribuido por su valiosa contribución. Está en desarrollo un protocolo y una plataforma para operar en el mercado voluntario de carbono, agua y biodiversidad.

Beneficios actuales y potenciales

La ganadería extensiva y la industrial son acusadas por sus emisiones de metano, uso sistemático del fuego, deforestación masiva, degradación de tierras, maltrato animal. Los grupos ambientalistas y veganos coinciden en promover la abolición de la ganadería y desalentar el consumo de sus productos. Ambos crecen en influencia, especialmente en las generaciones jóvenes. Es improbable que se pueda revertir esta tendencia mediante una defensa corporativa de los sistemas productivos tradicionales. La evidencia en contra es abrumadora.

La ganadería regenerativa provee proteínas con huella de carbono negativa (el secuestro de carbono excede las emisiones), con alta calidad de producto (proporción de Omega 3) y con los más altos estándares de bienestar animal. Posiciona a la ganadería del lado de la solución, alineada con los valores emergentes en los consumidores y con las demandas de la situación ambiental.

Además de la mejora ecológica aumenta la rentabilidad de la operación. El margen bruto de la ganadería regenerativa duplica al de la ganadería extensiva. Su alta productividad a bajo costo le confiere resiliencia frente a cambios súbitos en las relaciones de precios y situaciones climáticas extremas. Por primera vez, rentabilidad y mejora ambiental no son objetivos conflictivos sino sinérgicos.

La concreción de los mercados voluntarios de servicios ambientales generará una redefinición del rol de los productores ganaderos. En zonas marginales, el valor de los servicios ambientales puede superar el valor de la carne y las fibras producidas actualmente.

La ganadería regenerativa genera un propósito trascendente y una nueva mirada sobre la vida rural. Proporciona una causa atractiva para los jóvenes, y está en condiciones de producir una migración inversa: de la ciudad al campo. No a hacer lo mismo, sino a crear una cultura rural regenerativa que retorne la vida a los paisajes y comunidades rurales.

Fuente: Fundación Producir Conservando

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