Producir XXI, junio 2025
Con inversiones lentas, la lechería debe apuntar a la calidad y la información

El sector está recuperándose en litros, sostiene precios, pero el marco sigue siendo arriesgado para las grandes inversiones. Dante Grangetto repasa los puntos clave del futuro lechero inmediato.

Son tiempos particulares para el sector lechero, meses de precios de la materia prima que se sostienen a pesar de muchos pronósticos, adaptación a la salida del cepo, mejoras en el clima que apuntalan la recuperación de la productividad, mientras el consumo interno se revitaliza y los precios internacionales suman fuerza.
Hay un marco favorable que hacía mucho no se veía, sin embargo, no están dadas todas las condiciones para desencadenar inversiones tan grandes como las que se esperaban.
La cautela de los productores es la clave de la subsistencia y para entenderlo de mejor manera, Aire Agro habló con quien recorre cientos de tambos al año.
“Al productor lo veo entusiasmado, pero no como en otras épocas. No hay efusividad por cómo está el precio de la leche, está todo más calmo, recuperándose de los años que venían mal. Todavía no veo la gran renta, o que sobre el dinero en los tambos para largarse a hacer inversiones importantes”.
Siempre mirando el crecimiento
La pausa en las grandes inversiones se ve también en la construcción de galpones, que con un impasse ahora y cierta regionalización, “va a seguir creciendo. También dependemos de créditos. Creo que va a seguir habiendo gente que encierra vacas, que va a buscar la forma de cómo hacerlo, pero no todos los que quieren van a llegar tan rápido al galpón”, para después dominar el manejo de los diferentes sistemas, tecnologías y opciones apuntando al bienestar animal.
“Todos los productores lecheros argentinos se cuidan y cada vez más. Si no están bien seguros de lo que tienen que hacer, no se largan más a hacerlo. Saben que, si son inversiones altas, tienen que tener muy buena producción, buena rentabilidad y mucha seguridad con el crédito que van a tomar.
Hay que ordeñar bien
Al tambo hay que mirarlo en todas sus dimensiones y posibilidades, por eso Dante Grangetto entiende que “es fundamental dejar de tener bretes a la par, hay que ir a la fosa, ponerle a la tecnología mínima, como retirador automático de pesoneras. Después podemos ir a la medición de leche, el monitoreo, y siempre trabajar en el bienestar animal, que es muy amplio, pero empezando por ventilar, refrescar, con buen piso, preferentemente de goma”.
Grangetto promueve el control de equipos de ordeño como clave para prevenir problemas de salud, de costos y de eficiencia. “Si yo quiero que la vaca esté bien, que es el centro del negocio, tengo que ordeñarla bien, con un equipo que no tiene que ser nuevo, pero si tiene que estar controlado y con la gente trabajando con comodidad”.
Al apuntar al crecimiento se puede incorporar una amplia gama de tecnología que va hasta los robots, que no son para todos, pero que también deben ser aprovechados en todo su espectro, partiendo del análisis de toda la información que ofrecen.
“Si no se aprovecha eso, desde una sala de ordeño básica a la que le voy poniendo tecnología, avanzo con el monitoreo y me igualo con el robot. Lo fundamental es el monitoreo, manejar información con el sistema que sea, para tener mejor salud, reproducción, calidad, hoy podemos conocer todo y seguir avanzando, para mi ese es el futuro, atado a la información”.
¿La única opción es la calidad?
Con el tope instalado en los once mil millones de litros al año, Argentina tiene que encontrar la alternativa para superarlo,“creo que el primer tema es la calidad, si no trabajamos en eso, vamos a estar siempre sobre un círculo vicioso”.
“Cuando bajemos el recuento de células somáticas, el recuento de unidades formadoras de colonias, que tengamos una leche de buena calidad y tal vez con mejor rentabilidad que trae la eficiencia, el manejo, el monitoreo, la alimentación, la información, todo eso, vamos a tener un mercado fuerte”.
Para entenderlo mejor, “mientras no tengamos calidad, no tengamos mayor producción buscando mercados, no vamos a salir de este círculo vicioso. Los que estamos en el ambiente vamos a seguir trabajando, pero no va a entrar más gente, pero necesitamos crecer con calidad, con cantidad, con eficiencia, con la tecnología para ordeñar, para monitorear, usando la información”.
Grangetto lo resume en que “hoy tenemos que ser más exactos, yo lo trabajo buscando la precisión en cómo ordeñar las vacas, para tener la mejor cosecha de leche posible, la mejor sanidad posible. No hay que creer que se ordeña bien, sino hacerlo”.


