Producir XXI, mayo 2023

Un homenaje en el Día Mundial del Agua: Importancia del agua, impacto e la sequía y soluciones viables y sostenibles

Extractado de Fernando Vilella

en colaboración con

Alejandro Pannunzio y

Luciana Tozzini

fervilella@gmail.com

El 22 de marzo fue el Día Mundial del Agua y para 2023 la ONU eligió como tema “La importancia del agua”, para recordar la relevancia del agua dulce a la que todavía cerca de 2.200 millones de personas en el mundo no pueden acceder, cuestión que nos interpela como sociedad. Posibilidades de riego en el país.

Los últimos años hemos atravesado algunos episodios de sequía, pero sin duda la actual es de las más severas registradas, donde el impacto de las anomalías climáticas acaecidas en 2021 y 2022 nos debe interpelar respecto de la necesidad de la adopción masiva del riego complementario en zonas húmedas, además del aprovechamiento integral de las inmensas áreas áridas, como el valle del Rio Negro donde el área bajo riego puede crecer significativamente.

Según datos elaborados por Alejandro Pannunzio y Luciana Tozzini en base a información del Servicio Meteorológico Nacional, para las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe, las anomalías climáticas negativas (entendiendo como anomalías climáticas las diferencias anuales de precipitaciones ocurridas respecto de la media) en 2021 fueron tanto por excesos como por déficit. Los excesos afectaron el 27% de la superficie, siendo con excesos superiores a 125 mm en 11 millones de has y de 250 mm en casi en un millón de has. Eso convivió con déficits en un 61% del total, con un déficit de 125 mm en 10 millones de has. Entramos a 2022 con dos tercios del territorio con el perfil del suelo insuficientemente cargado.

En 2022, la anomalía alcanzó al 94,92 % del total del área, llegando en 7 millones de has a déficits de 500 mm respecto a la media, en 30 millones de has fue de 350 mm y en 42 millones de has con menos de 250. (Cuadro 2). Lamentablemente estos balances negativos se extendieron durante todo este año, se suma en algunas zonas un evento de heladas extraordinarias en febrero.

Resumiendo, en 2021 y 2022 en 42 millones de has (61 % del área) hubo un déficit respecto de la media de 166 mm de precipitaciones y que en 2022 casi 65 millones de has (94,92 %) del área tuvieron un déficit medio de 277 mm.

Según los datos de la Bolsa de Cereales y al momento, se afectaron fuertemente los rendimientos tanto de la fina como de la actual gruesa, que significa una pérdida en exportaciones del 48 %, son unos 21.000 millones de dólares menos que tendrá el Banco Central para atender importaciones y pago de créditos. Por otro lado, la Tesorería nacional recibirá 7300 millones de dólares menos por derechos de exportación (mal llamados retenciones) que no se coparticipan y que bajará su capacidad de gastos.

Está el agua y los suelos aptos, falta saber qué inversión en equipamiento de riego, aparte de las obras de infraestructura se requieren para regar 10 millones de has, de los cuales el 70% por pívot y el 30% por goteo subterráneo. Son unos 20 mil millones de dólares, paradójicamente menos de lo perdido en un solo año y es sabido que si tuviéramos estos sistemas instalados los umbrales productivos serían muy superiores al pasar a otro escalón tecnológico.

No puede soslayarse la necesidad de promover también el uso de energías renovables para alimentar a estos sistemas de riego, los que pueden aportar al sistema electico energía durante un periodo del año y demandarla en otro y no olvidarse que hay que diseñar y manejar cada sistema de riego de acuerdo al ambiente en que se encuentre y a los recursos disponibles. ¡A quienes piensan que nos vamos a salvar con el petróleo mejor siembren con riego usando energías renovables!