Producir XXI, mayo 2021

No hay viento favorable para quien no sabe adónde va

En este Editorial tenemos dos temas que son, ambos, realmente fundamentales:

La frase de nuestra tapa de este mes significa que si alguien no tiene bien claro dónde está parado, a que metas apunta llegar y haciendo qué para lograrlas, no tendrá mucho futuro, es muy poco probable que le vaya bien en su actividad, sea cual sea ésta.

Pensandos en la situación de los tambos hoy, vemos que si cada productor espera mejorar sus resultados económicos tiene dos caminos. Veamos el potencial de cada uno: 

  • Camino 1: Mejorando el precio que recibe por su leche, y por este lado no es mucho lo que puede esperar, veamos: 
  • El tambo ya está logrando en nuestro país una alta participación del valor de venta de los lácteos: esto lo muestra nuestra Nota 1 de esta edición. En ella vemos los datos generados por el OCLA, Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, que nos dicen que en marzo 21 el productor participó en el 37,6% del valor total del Sistema, siendo el 33,1% en el mercado interno y 63,4% en las exportaciones. Este valor es el máximo de participación del productor en la serie de 8 años y bastante por encima de la media del 30,7%. Esto nos hace pensar que hay que esperar poco por el lado de mayor precio.
  • La voracidad del Estado deja poco para pensar en mejoría de precio, lo cual surge de otra información que mostramos en esta edición. Esta vez es generada por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF): de una compra tipo de productos alimenticios y bebidas no alcohólicas que están dentro del Programa Precios Cuidados, el 41,3% se lo llevan los distintos tipos de impuestos y tasas. Con esta presión fiscal queda poco para imaginar mejoras para los integrantes de la cadena.
  • Camino 2: Creciendo en productividad y mejor gestión del tambo, y en esto sí que hay mucho para crecer y está al alcance de todos los productores:
  • Varias notas de este mes lo muestran, hablándonos, por ejemplo, de las ventajas de fertilizar y producir mas cantidad de forraje por hectárea, en la nota de Valeria Angelini y Gustavo Carullo, o cómo mejorar la reproducción, por citar sólo dos ejemplos.
  • Se aprecia muy claramente en la nota “Una herramienta útil para seguir progresando en el tambo”, que escriben María José Salgado y Agustina Curcio, mostrando que con pequeñas mejoras que se suman y permanecen, se logra un impacto productivo (17% más leche por haVT/año) y económico, ya que el ingreso por leche libre de alimentación crecería un 36%, y el ingreso por leche descontando el costo de alimentos y también el de reponer las muertes de VT crecería un 50%.

Como tantas veces hemos dicho en Producir XXI, el gran cambio positivo seguramente proviene de ajustar las formas de trabajar y gestionar el negocio de la tranquera para adentro… y si además viene una mejora en el precio, se suma y potencia, pero que…¡cuando llueva sopa tengamos la cuchara en la mano, no cuchillo y tenedor!

El otro mensaje de nuestra tapa de este mes es la bandita de los cuidados por el COVID, y de ella queremos resaltar la frase de la última línea, ya que muchos creen que con vacuna ya está todo bien: “Vacunados o no, estos cuatro cuidados siguen siendo fundamentales”

En esta pandemia, cuídese cada uno y cuide a los demás. Es una forma de ser solidario y ayudar a todos. No alcanza sólo con vacunarse, aunque es clave poder hacerlo.

Hasta la próxima.

Ing Luis Marcenaro
Director de Producir XXI

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