27-07-2020

Claves para la detección del síndrome respiratorio bovino en los feedlots

¿Cómo controlamos el Síndrome Respiratorio Bovino (SRB) en Feedlot?

Clarin

En el marco de un nuevo encuentro virtual “feedlotero” organizado por la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), uno de los disertantes fue el doctor en medicina veterinaria Pedro Rodríguez, director global de Rumiantes en Merck Animal Helth. En su disertación desde Canadá se refirió a los desafíos y estrategias para controlar el Síndrome Respiratorio Bovino (SRB).

“El futuro pasa por desarrollar y empezar a usar tecnologías que nos ayuden a hacer una detección precoz de los problemas respiratorios para actuar a tiempo, sabemos que cuando se llega tarde en este síndrome generalmente es fatal”, destacó Rodríguez que bosquejó la evolución que ha tenido el SRB, las estrategias de control y el futuro.

“Como primer dato, no hay que olvidar el tipo de animales con los que trabajamos que fisiológicamente los hace susceptibles a cuadros respiratorio. Pensemos que el volumen pulmonar en una vaca es de 12,5 litros y para un caballo es de 42 litros, hay una diferencia en la capacidad de oxigenar tremenda, el vacuno tiene que hacer un esfuerzo tres veces mayor para poder oxigenarse ante un esfuerzo”, relató Rodríguez.

Haciendo un poco de historia Rodríguez recordó que hasta finales de los años 80 se usaban penicilinas, oxitetraciclinas y sulfonamidas; es decir, antibióticos no registrados específicamente para SRB que requerían varios días de tratamiento. Hasta que en los 90 empezaron a aparecer moléculas antimicrobianas con campo de acción mucho más específico para SRB como ceftiofur, tilmicosina, enrofloxacina, florfenicol, etc, con una duración de acción mucho más larga que permite trabajar con el concepto de la metafilaxis.

Sin embargo, “a pesar de las nuevas herramientas, actualmente, en Estados Unidos, el SRB es la enfermedad número 1 en engordes responsable de 70-80% de la morbilidad y 45-55% de la mortalidad y la mortalidad por SRB en Estados Unidos se ha incrementado”, reconoció Rodríguez, al tiempo que se preguntó ¿por qué? ¿Qué estamos haciendo mal?

“No hay que olvidar de preacondicionar a los animales antes de llegar al feedlot, hay que evitar o estar atentos a los transportes largos, castración, descornados y marcados, y siempre poner un ojo ante múltiples origen, animales de los que no se tiene la historia”, resumió Rodríguez, quien ponderó el uso de anti inflamatorios no esteroideos (AINEs) para reducir la inflamación y otros síntomas.

Ahora bien, la detección es todo un tema. Porque Rodríguez recordó que los terneros, tienen una tendencia innata a ocultar síntomas de enfermedad porque eso los convierte en presa de predadores, de modo que harán más difícil cualquier detección a ojo, o clínica.

En este sentido, Rodríguez se refirió al uso de tecnologías para la detección certera y precoz de este problema. “Las tecnologías pueden ayudarnos mucho para detectar cambios en comportamiento, consumo, actividad ruminal, y tiene el potencial de proporcionar vigilancia precisa y tratamiento precoz”, resumió.

Contó que se está trabajando con ayuda computarizada en la auscultación (para detectar con precisión y precozmente animales enfermos, esto ya se está testeando en Estados Unidos, pensado para veterinarios a la entrada del engorde). También control de actividad y temperatura a partir de un sensor en la oreja que monitorea la actividad de los animales y ante algún cambio de patrón de comportamiento dispara una luz parpadeante fácilmente detectable para el personal.

Los otros caminos son la genómica (identificación de animales resistentes/tolerantes a SRB, porque existen diferencias individuales frente al SRB) y TUS (ultrasonografía Transtorácica, que requiere equipamiento especial y lo hace más complicado, pero se están evaluando distintas herramientas).

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