Producir XXI, junio 2024

Sistema inteligente Farmerin

Agustina Curcio,

Producir XXI Central

deptotecnico@producirxxi.com.ar

Una síntesis del sistema de identificación de animales y suplementación diferenciada durante el ordeñe. Una inversión que se paga en litros de leche y se recupera en menos de dos años.

 

El sistema inteligente Farmerin de identificación de vacas y suplementación diferenciada en el ordeño es algo muy sencillo y práctico. Fue desarrollado por dos jóvenes empresarios, 3ra generación de productores de leche, para sus propios tambos. Busca dos objetivos: primero poder trabajar en un solo rodeo, teniendo las vacas y vaquillonas juntas en el campo, y, en segundo lugar, hacer una gestión inteligente y más afinada de la suplementación, que es el corazón de los costos de alimentación.

Criterios para diferenciar suministro

En esencia, el sistema para diferenciar la suplementación en el ordeño toma en cuenta tres aspectos: por un lado, si es vaca o vaquillona, en segundo lugar, cuantos días en lactancia tiene ese animal y, en tercer lugar, el dato de producción del último control lechero. Estos tres criterios se cargan automáticamente para cada vaca y el sistema se entrega con el tambo cargado y con el personal entrenado para continuar con su uso. De allí en más, esta tecnología se maneja muy fácilmente mediante una aplicación para la PC y también para el celular, aportando una solución sencilla y práctica para un costo fundamental del tambo.

Funcionamiento del sistema

El sistema primero es identificador de vacas, y luego es suministrador de concentrados. Para identificar vacas se requiere que cada animal tenga en una oreja el botón con chip oficial de SENASA. Cuando van entrando en el brete de ordeño pasan por una manguita que permite que entren de a una, y que, además, aunque mueva la cabeza, la antena capte bien la señal del chip. Las antenas son Tru-test, de primera calidad internacional.

A medida que van entrando los animales al brete, el sistema identifica en que puesto de ordeño está ubicada cada vaca, y cuando termina de llenarse el brete, el personal baja una barrera, y el sistema deja de ser identificador de vacas y pasa a ser suministrador de concentrado, descargando diferente cantidad en cada puesto de ordeño. De esta manera se le da a cada animal lo que merece según los tres parámetros prefijados.

El sistema se instala aprovechando enteramente las instalaciones existentes en el tambo, con una mínima adecuación que se realiza entre ordeños en dos días.

Recupero de la inversión y financiación en litros de leche

Variando un poco con el nivel de concentrados que se suministre durante el ordeño, y según la forma de utilización, se puede decir que, con la mejor gestión de este importante costo del tambo, se recupera la inversión en alrededor de dos años, sea porque manteniendo la producción se le da algo menos a cada vaca en promedio, o porque con la misma suplementación se logra mayor producción.

La tecnología Farmerin está al alcance de todos los productores y se financia en litros de leche según SIGLEA.

 

 

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