Producir XXI, noviembre 2024
Habla un especialista del INTA
¿Por qué sembrar sorgo? ¿Cuáles son las ventajas?
El sorgo es un cultivo que va ganando espacios con el correr de los años. Muchos productores lo eligen para diversificar y otros porque con los problemas de los ataques de la chicharrita tratan de buscar alternativas. Sin embargo, y más allá de esta situación, el sorgo es una buena opción como reemplazo del maíz para la dieta nutritiva de los animales, sobre todo en las zonas más secas o en períodos de sequía.
Frente al incremento de la demanda mundial de alimentos y energía (no fósil), producidos con calidad y respeto por el medioambiente, el cultivo de sorgo es un elemento clave para en la agricultura moderna y sustentable.
Los analistas señalan que el sorgo se consolida y tiene mucho potencial de expansión en los sistemas productivos de la Argentina -del NOA en particular- y consideran que están relacionadas con la expansión de la agricultura y la ganadería hacia zonas marginales, y con el aumento de la demanda internacional.
El aumento de esta última, con China como principal comprador, llevó a valorar el precio del grano de sorgo, superando al del maíz en algunas oportunidades.
Por todo esto, consultamos al ingeniero agrónomo Carlos Simón, especialista en la materia del INTA Las Breñas.
¿Por qué sembrar sorgo?
“El sorgo es un cultivo eficiente, y tiene la particularidad de que toda la planta tiene un sistema de absorción que le permite tener un consumo eficiente del agua, tan necesario para nuestra región, sobre todo en el Chaco donde las lluvias son escasas”, comienza diciendo.
“Dentro de las características que presenta el cultivo podemos ver la estructura de las raíces que permite una mejor absorción del agua”, continua Simón.
Explica el especialista del INTA que el sorgo tiene un mecanismo que, ante condiciones de estrés, retrasa su floración y esto hace que escape de ese temido estrés tanto hídrico como térmico, que es lo que más comúnmente tenemos en nuestra zona.
“Esto hace que el cultivo se exponga menos a esas condiciones estresantes y por otro lado también las hojas tienen una especie de cera que hace que se resista más a la pérdida de agua”, agrega.
Alta producción de biomasa
“Otro punto importante que tiene el sorgo es la alta producción de biomasa que permite, entre otras cosas, incorporar carbono al sistema y cuando hablamos de carbono, estamos hablando de materia orgánica, y ese rastrojo en términos relativos tiene una baja tasa de descomposición, es decir que el rastrojo queda más tiempo en el campo”, señala.
Por esta particularidad que tiene el sorgo, su descomposición lenta ayuda a lograr cobertura que nos permite aprovechar o capitalizar el agua de las precipitaciones evitando que se evapore y eso sirve pensando sobre todo en el cultivo siguiente.
“He visto campos donde había rastrojo de maíz, y campos donde había rastrojo de sorgo, los dos bajo el mismo efecto de los vientos de nuestra zona, y vi que los rastrojos de maíz se volaron todo, no así los de sorgo, que quedaron en pie, y eso implica que la cobertura dura más tiempo con sorgo”, comenta.
Permite elegir la fecha de siembra
Agrega el ingeniero Carlos Simón que el sorgo permite jugar con la fecha de siembra, es decir, elegir el momento más propicio para hacerlo, y que eso implica poder observar y conocer el tiempo de floración, y de esta manera permite elegir la fecha de siembra para hacer escapar esa floración de los períodos más estresantes, sobre todo con altas temperaturas y déficit hídrico, haciéndola coincidir en un momento donde haya menos probabilidades de estrés.
Bajos costos de implantación
Otro punto importante son los bajos costos de implantación, “si comparas con el maíz, con una bolsa de sorgo puedes hacer 2,5 hectáreas y con una bolsa de maíz, estarás haciendo 1,3 hectáreas de maíz, dependiendo obviamente de las densidades que se usen”, agrega.
“Otra ventaja que presenta el sorgo en cuanto a la genética es que hay híbridos de diferentes ciclos. Esto nos permite tener una amplia posibilidad de fecha siembra con lo cual uno puede en estos ambientes pensar en atrasar o adelantar la fecha de siembra y tratando de que no coincida con la cosecha de otros cultivos de verano”, culmina explicando el técnico del INTA.