No todas las grasas saturadas son iguales
Las grasas saturadas de los lácteos contienen más ácidos grasos de cadena media y corta, en comparación con las grasas procedentes de otras fuentes de origen animal. Eso produce efectos metabólicos diferentes, según lo escribió Lauren Milligan Newmark en Splash Milk Science Update.
Un estudio prospectivo a largo plazo, reveló recientemente cómo una mayor ingestión de grasas saturadas procedentes de los lácteos, estaba asociada con niveles más bajos de biomarcadores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Siendo esto más común en los hombres.
Los participantes del estudio fueron 2,391 adultos, quienes formaban parte de un grupo que había proporcionado datos de salud cardíaca y alimentación desde comienzos de la década de los setenta, como parte de un estudio más amplio. Los investigadores evaluaron dos registros de una dieta de tres días, proporcionados con un intervalo de 4 a 7 años, para cuantificar los niveles de grasas saturadas procedentes de lácteos o de otros alimentos. Unos cuantos años más tarde, se analizó la muestra en sangre de los participantes, para registrar los marcadores de inflamación y colesterol.