Producir XXI, junio 2024

La grasa de los lácteos tiene un papel protector

 

 

Med. Vet. Alejandro Giudice

alejandro.giudice@fibertel.com.ar

Los resultados del estudio, publicados en la revista científica The American Journal of Clinical Nutrition, demostraron que los participantes (2391 adultos) con una mayor ingestión de grasas saturadas procedentes de los lácteos, tenían perfiles en sangre más saludables.

 

No todas las grasas saturadas son iguales

Las grasas saturadas de los lácteos contienen más ácidos grasos de cadena media y corta, en comparación con las grasas procedentes de otras fuentes de origen animal. Eso produce efectos metabólicos diferentes, según lo escribió Lauren Milligan Newmark en Splash Milk Science Update.

Un estudio prospectivo a largo plazo, reveló recientemente cómo una mayor ingestión de grasas saturadas procedentes de los lácteos, estaba asociada con niveles más bajos de biomarcadores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Siendo esto más común en los hombres.

Los participantes del estudio fueron 2,391 adultos, quienes formaban parte de un grupo que había proporcionado datos de salud cardíaca y alimentación desde comienzos de la década de los setenta, como parte de un estudio más amplio. Los investigadores evaluaron dos registros de una dieta de tres días, proporcionados con un intervalo de 4 a 7 años, para cuantificar los niveles de grasas saturadas procedentes de lácteos o de otros alimentos. Unos cuantos años más tarde, se analizó la muestra en sangre de los participantes, para registrar los marcadores de inflamación y colesterol.

 

 

 

 

Publicación científica The American Journal of Clinical Nutrition,

Los resultados, publicados en la revista científica The American Journal of Clinical Nutrition, demostraron que los participantes con una mayor ingestión de grasas saturadas procedentes de los lácteos, tenían perfiles en sangre más saludables, mostrando un menor riesgo de inflamación y dislipidemia (desequilibrio de lípidos en sangre, como el colesterol). Los hombres mostraron un perfil de riesgo más bajo para las enfermedades cardiovasculares. En el caso de las mujeres, no se observó una asociación significativa con la inflamación. Aunque no se investigó más a fondo esta relación con el género, los datos obtenidos en el estudio demostraron una conexión alentadora entre el papel de los lácteos, el buen funcionamiento cardíaco y la salud en general.

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